Discurso: 8 de mayo de 2004
<Discursos del Presidente George W. Bush
Buenos días.
En los últimos días, Estados Unidos y el mundo se han enterado de conducta alarmante en prisiones iraquíes por parte de un número pequeño de hombres y mujeres de las fuerzas armadas estadounidenses.
A estas personas se les había confiado la responsabilidad de vigilar a iraquíes en custodia de Estados Unidos, y de hacerlo en forma decente y humana conforme a las leyes de Estados Unidos y a las Convenciones de Ginebra. En su lugar, hemos visto imágenes vergonzosas de prisioneros sometidos al abuso y a la humillación. Estas prácticas no reflejan nuestros valores. Son una mancha sobre el honor y la reputación de nuestro país.
Poco después de que nuestra fuerza militar recibió informes de abuso, se lanzó una investigación. Actualmente, varias investigaciones formales están en curso - encabezadas por oficiales militares de alto rango. Algunos soldados ya han sido acusados de crímenes. Nos informaremos de todos los hechos, y determinaremos el alcance pleno de estos abusos. Los involucrados serán identificados, y responderán por sus acciones. Todas las operaciones de detención en Irak serán estudiadas minuciosamente, para asegurarnos que jamás nunca se vuelvan a repetir incidentes vergonzosos similares.
Lo que ocurrió en esa prisión Iraquí fue la fechoría de unos cuantos, y no refleja el carácter de las más de 200,000 personas del cuerpo militar que han servido en Irak desde el comienzo de la Operación Libertad Iraquí.
Estados Unidos es un país compasivo que cree en la justicia y en la libertad. Los estadounidenses creen en el valor y en los derechos y la dignidad de cada persona. Nuestro país envió tropas a Irak para liberar a ese país, devolver la soberanía al pueblo iraquí, y hacer más seguros a Estados Unidos y el resto del mundo. En esta causa nuestras tropas llevan a cabo mil actos de bondad, decencia y valor todos los días. Más de 700 estadounidenses han dado sus vidas. Los valientes y honorables soldados, marineros, aviadores, guardacostas e infantes de marina que sirven y se sacrifican en Irak muestran el verdadero carácter de Estados Unidos - no los pocos cuantos que nos han decepcionado.
Los hombres y las mujeres de nuestras fuerzas armadas tienen mi completa confianza al llevar a cabo su misión. Estas últimas semanas han sido difíciles. Sin embargo nuestras fuerzas siguen en la ofensiva, encontrando y enfrentando a los asesinos y terroristas que están tratando de socavar el progreso de la democracia en Irak. Para contrarrestar la violencia en Falluja nuestros infantes de marina están trabajando con iraquíes para llevar a cabo operaciones en la ciudad y sus alrededores. Están usando fuerza contra blancos específicos para atacar a antiguos Baatistas y otros militantes, rodeando la ciudad para evitar que se escapen combatientes enemigos, y tomando todas las precauciones del caso para evitar herir a los inocentes. En la ciudad de Najaf, una milicia ilegal está tratando de incitar la violencia y tomar el control. La 1ª División Armada está derrotando sin cesar y sistemáticamente a estas fuerzas enemigas, mientras procura proteger al pueblo y a los sitios sagrados de la ciudad. Elementos de esta milicia han sido expulsados de la oficina del Gobernador de Najaf, la cual habían estado ocupando.
La gran mayoría del pueblo iraquí desea una sociedad libre. Y el próximo mes tomarán otro paso histórico hacia delante cuando recuperen la soberanía. El 30 de Junio, un gobierno interino soberano Iraquí asumirá el poder y los iraquíes se harán cargo de las funciones de estado - desde los servicios básicos hasta el orden público y la diplomacia. En esa fecha, la Autoridad Provisional de Coalición dejará de existir, y las relaciones con un nuevo gobierno iraquí serán manejadas a través de nuestra nueva Embajada.
Nuestra misión en Irak continuará el 1º de Julio y más allá. No tenemos ninguna intención de dejar a esa nación a la merced de hampones y asesinos. Estamos determinados a ayudar a construir un Irak libre y estable, una nación en paz con sus vecinos y con el mundo.
Nuestra nación agradece a los hombres y mujeres de nuestro cuerpo militar, y a sus familias que se enfrentan a penurias y a una larga separación. Nuestro personal en uniforme es lo mejor de Estados Unidos.
Gracias por escuchar.
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