Discurso: 9 de septiembre de 2006
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Buenos Días. Este lunes nuestra Nación marcará el quinto aniversario de los ataques del 11 de Septiembre, 2001. En esta ocasión solemne, los estadounidenses observarán un día de oración y recuerdo - y Laura y yo viajaremos a la Ciudad de Nueva York, a Pensilvania y al Pentágono, para tomar parte en ceremonias conmemorativas. Nuestra Nación honra la memoria de cada persona que perdimos en ese día de terror. Y le rogamos al Todopoderoso que siga consolando a las familias a quienes tanto se les quitó.
En este aniversario, también recordamos la brutalidad del enemigo que atacó a nuestro país - y renovamos nuestra determinación de derrotar a este enemigo y asegurar un futuro de paz y de libertad. Por lo tanto, esta semana yo he dado una serie de discursos sobre la naturaleza de nuestro enemigo, los intereses que están en juego en esta lucha y el progreso que hemos logrado durante los últimos cinco años.
El martes en Washington describí lo que los terroristas creen en sus propias palabras, lo que desean lograr y cómo piensan lograrlo. Sabemos las intenciones de los terroristas, pues ellos nos las han dicho. Quieren establecer un imperio islámico totalitario a través del Medio Oriente - que ellos llaman un "Califato" - donde todos serían gobernados según su ideología odiosa. Osama bin Laden ha llamado a los ataques del 11 de Septiembre, y cito, "un gran paso hacia la unidad de los musulmanes y hacia establecer el (Califato) Justo". Al Qaeda y sus aliados rechazan toda posibilidad de co-existencia con los que ellos llaman "infieles". Escuchen las palabras de Osama bin Laden: "La muerte es mejor que vivir en esta tierra con los no-creyentes entre nosotros."
Tenemos que tomar en serio las palabras de estos extremistas - y debemos actuar decisivamente para evitar que logren sus propósitos nefastos. El miércoles en la Casa Blanca, describí por primera vez un programa de la CIA que establecimos después del 11 de septiembre para detener e interrogar a líderes y operativos terroristas claves - a fin de poder evitar nuevos ataques terroristas. Este programa ha sido inestimable para la seguridad de Estados Unidos y sus aliados, y nos ayudó a identificar y capturar a hombres que nuestra comunidad de inteligencia considera haber sido arquitectos claves en los ataques del 11 de Septiembre. Información obtenida de terroristas en manos de la CIA también nos ayudó a descubrir los esfuerzos de una celda al Qaeda para obtener armas biológicas, identificar a personas enviadas por al Qaeda para buscar objetivos para ser atacados en los Estados Unidos, detener un ataque planeado contra un campo de la Infantería de Marina de Estados Unidos en Djibouti, evitar un ataque contra el consulado de Estados Unidos en Karachi y ayudar a desbaratar un complot para secuestrar aviones de pasajeros y hacerlos estrellar en el aeropuerto de Heathrow o en el sector Canary Wharf de Londres.
Información obtenida de terroristas bajo la custodia del la CIA también jugó un papel en la captura o interrogación de casi todos los miembros o asociados superiores de al Qaeda detenidos por los Estados Unidos y sus aliados desde que este programa comenzó. De no ser por este programa, nuestra comunidad de inteligencia considera que al Qaeda y sus aliados habrían logrado lanzar otro ataque contra el territorio estadounidense.
En gran medida hemos terminado nuestra interrogación de estos hombres - y ahora es tiempo de que sean juzgados por sus crímenes. Por lo tanto esta semana anuncié que los hombres que creemos haber sido los responsables de los ataques del 11 de Septiembre habían sido transferidos a la Bahía de Guantánamo - y le pedí al Congreso que aprobara legislación para crear comisiones militares para juzgar a los terroristas sospechados de crímenes de guerra. En seguida que el Congreso autorice estas comisiones militares, enjuiciaremos a estos hombres y enviaremos un mensaje muy claro a aquellos que matan a estadounidenses: no importa cuanto tiempo tome, los encontraremos y los enjuiciaremos.
A medida que traemos a los terroristas ante la justicia, estamos actuando para asegurar el territorio nacional. El jueves en Atlanta presenté un informe de progreso sobre los pasos que hemos tomado desde el 11 de Septiembre para proteger al pueblo estadounidense y ganar la guerra contra el terror. Estamos más seguros hoy porque hemos actuado para remediar las brechas de seguridad, de inteligencia y en el compartir información, de las cuales se aprovecharon los terroristas en sus ataques del 11 de Septiembre. Nadie puede decir con certeza que hubiéramos podido evitar los ataques de haber estado en vigor estas reformas en el 2001. Sin embargo, sí podemos decir que para los terroristas hubiera sido más difícil planificar y financiar sus operaciones, más difícil entrar a nuestro país sin ser detectados y más difícil abordar los aviones, tomar control de las cabinas y poder dar con sus objetivos.
Estados Unidos todavía enfrenta a enemigos decididos - y a largo plazo, derrotar a estos enemigos exige más que una mejor seguridad en casa y acción militar en el extranjero. También debemos ofrecer una alternativa prometedora a la ideología de odio de los terroristas. Por lo tanto Estados Unidos se está poniendo del lado de líderes democráticos y de reformadores, y apoyando las voces de la tolerancia y moderación a lo largo del Medio Oriente. Proponiendo la libertad y la democracia como las grandes alternativas a la represión y al radicalismo, y apoyando jóvenes democracias como Irak, estamos ayudando a traer un futuro más prometedor a esta región - y eso hará más seguro a Estados Unidos y al mundo.
La guerra contra el terror será larga y difícil - y quedan por delante más días duros. Sin embargo podemos confiar en el desenlace final - porque sabemos lo que Estados Unidos puede lograr cuando nuestra Nación actúa con determinación y claridad de propósito. Con vigilancia, determinación y valentía, derrotaremos a los enemigos de la libertad, y dejaremos atrás un mundo más pacífico para nuestros hijos y nuestros nietos.
Gracias por escuchar.
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