Discurso de Cristina Fernández en su visita a las oficinas de Google

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Discurso de la Presidenta de la Nación Argentina, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, en la visita a oficinas de Google. Viernes 6 de junio de 2008.


Buenos días a todos y todas. Veía el video y lo veía a Larry Page, uno de los dos fundadores de Google, mucho más joven de cómo lo conocí cuando me fue a visitar a Calafate en compañía de su esposa. Allí lo conocí y tuve la oportunidad de vislumbrar no solamente una cabeza muy importante, como digo yo, sino también una cabeza comprometida con los cambios que tenemos en el siglo XXI. Y me comprometí en esa oportunidad de venir aquí a la inauguración oficial de las oficinas de Google. No solamente como una muestra de agradecimiento y reconocimiento a quienes confían y apuestan por la Argentina -esta es la tercera oficina más importante de Google en el mundo- sino también como un mensaje muy claro a nosotros mismos, los argentinos, por lo que recién decía Gonzalo Alonso, "el efecto tango".

A Gonzalo Alonso lo conocí antes que personalmente en una intervención a través de un diario argentino, La Nación, donde hablaba de estas cosas. Decía que cuando estaban decidiendo dónde iban a ubicarse, él había viajado por toda Latinoamérica y cada vez que venía a la Argentina se convencía más de que tenía que estar aquí. En realidad lo que más le costó fue convencer a los argentinos de que Google tenía que estar aquí, porque cada vez que le decía algo a un argentino, "mirá que bien está esto,...", le decían "pero no, fijate vos que tal cosa". Es lo que él dice "el efecto tango", esa cosa de abordar el aspecto negativo y no todo lo positivo, el cúmulo, las montañas de cosas positivas que tenemos y que sabemos hacer los argentinos.

Quiero decirles también, se los comentaba a ellos, de la importancia de la Argentina en materia de producción en industrias culturales. Los países de la OCDE tienen un promedio de 3,5 de participación de la industria cultural en su PBI. La Argentina está en el orden del 3,1 de participación con las industrias culturales en el PBI. Brasil tiene 1,8 y Chile 1,4.

Esto nos habla de dos cosas. La formidable capacidad de nuestros recursos humanos, la alta calificación, producto de una educación que viene desde hace mucho tiempo. También de la existencia de segmentos muy amplios de clase media que fundamentalmente es el sector más creativo y más generador en este campo.

Pero creo que lo más importante que podamos tener en emprendimientos como el de Google y todo lo referida a la red, es lo que recién mencionaba Gonzalo, la profunda democratización que da la red en materia de información frente a lo que denomino los sistemas formales de comunicación.

Uno tiene un sistema formal de comunicación que se expresa a través de diarios, revistas, radios, canales de televisión. Pero se ha desarrollado a partir de la red un sistema informal de comunicación que cada vez toma mayor protagonismo. Un sistema que también muchas veces confronta con el propio sistema formal de información y lo vence. Yo quiero darles un ejemplo histórico, el 11-M, cuando sucede Atocha en España. Desde los canales formales de comunicación se decía una cosa. Sin embargo la red, el sistema informal de comunicación, transmitió otro mensaje. Fue más fuerte y finalmente más convincente.

Pensaba también, en voz alta, que hubiera pasado en la Argentina si hubiéramos tenido en los años setenta, por ejemplo, este nivel de comunicación que tenemos hoy a través de la red. Tal vez no hubiera sido posible que en la Argentina hubieran 30 mil desaparecidos. El nivel de información y de articulación de la sociedad hubiera sido diferente.

Yo creo que el desafío que nos plantea la red y todas las empresas vinculadas a esto, como Google, es una nueva ética hasta en la generación de la riqueza ¿Por qué? Porque siempre la generación de la riqueza estuvo ligada, desde los comienzos de la humanidad, a quien tenía algo más que el otro. El que tenía más oro, más tierras, el que las conquistaba. Siempre significaba que alguien que era más rico porque desapoderaba al otro de algo, de territorio, de riquezas, de posesiones. Por primera vez, a fines del siglo XXI, un hombre es el más rico del mundo porque tuvo más inteligencia y más conocimiento, que es el caso por ejemplo de Bill Gates.

Esto plantea, en términos de ética, de conocimiento, de información, pero fundamentalmente de generación de riqueza, que es lo que nos debe preocupar a nosotros como generadores de puestos de trabajo, una ética diferente. Ya no hace falta desapoderar a alguien, ya no hace falta conquistarlo militarmente o económicamente, sacarle sus recursos para generar riqueza. Es a partir de la inteligencia, del conocimiento, de cabezas importantes, que podemos generar riqueza, trabajo, conocimiento, información y democratización.

Estamos en épocas de cambio en serio, de tal profundidad que tal vez ni nosotros mismos alcancemos a percibirlos, hasta en el lenguaje. Ese lenguaje que muchas veces se estigmatiza, con el que los chicos, los jóvenes se comunican a través de sus blog o de sus mensajes de texto.

Yo los desafío a todos a que lean El Quijote tal cual fue redactado por Cervantes, nadie lo entendería, era otra la lengua castellana a la que tenemos hoy ¿Esto qué significa? Los cambios y la evolución permanente como el gran desafío de la mente humana. La aceptación de esos cambios y la utilización para una mejor calidad de vida para todos nosotros.

Así que con todo esto que hace Google, con esta radicación aquí en la Argentina, que se suma a la de otras empresas e industrias culturales, y que nos hacen un lugar elegible. Los argentinos optamos, como dice Gonzalo, por el efecto Rock and roll. Empresas, optimismo y para adelante que Argentina y los argentinos valen la pena. Muchas gracias Google, muchas gracias Gonzalo. (Aplausos)