Discurso de Ernesto Zedillo Ponce de León con motivo de la reforma constitucional en materia de justicia

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5 de diciembre de 1994.

El Presidente de la República desde la residencia oficial de Los Pinos envió un mensaje al pueblo de México con motivo de la reforma constitucional en materia de justicia.

Muy buenas noches, señoras y señores: Los mexicanos queremos una patria de paz, una nación dedicada a generar trabajo para todos y bienestar para todas las familias. La ciudadanía exige certeza en el ejercicio de sus derechos y capacidad para asegurar el respeto a sus libertades; asimismo, demanda la protección del Estado frente al crimen y la violencia y aspira a una mayor fortaleza y credibilidad de las instituciones encargadas de procurar e impartir justicia y de brindar seguridad pública. Todo el esfuerzo de varias generaciones, toda la tarea de la nuestra, todo el horizonte de nuestros hijos, puede perderse si no damos los pasos definitivos para consolidarnos como un país de leyes. Los mexicanos necesitamos, queremos, demandamos y merecemos, un sistema de justicia eficaz, queremos que la ley sea la norma real de nuestra convivencia.

Esa exigencia implica contar con un sistema de justicia fortalecido; como un primer paso en el fortalecimiento del sistema de justicia, el día de hoy envío al Honorable Congreso de la Unión, una iniciativa de reforma constitucional para iniciar la transformación del Poder Judicial y de todo el sistema de justicia. Se trata de una iniciativa de reformas y adiciones para la modificación de la estructura, organización y competencias del Poder Judicial de la Federación, de los Poderes Judiciales de los estados y del Distrito Federal, y de la Procuraduría General de la República, además de proponer las bases para establecer un sistema nacional de seguridad pública. La reforma de nuestro sistema de justicia debe partir del fortalecimiento del órgano supremo del Poder Judicial, es decir, la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Para ello, se propone hacer más rigurosos los requisitos que deben reunir los Ministros que integren la Suprema Corte. La reforma plantea un nuevo procedimiento para la aprobación de los nombramientos de los Ministros por el Senado de la República, de igual modo, se establecen requisitos de mayor experiencia jurídica para poder aspirar a ser Ministro de la Suprema Corte.

Una medida de especial importancia es que se previenen nombramientos de carácter político al impedir que los funcionarios públicos, como Secretarios de Estado, Gobernadores, Diputados, Senadores y Jefes de Departamento Administrativo, sean nombrados Ministros de la Corte inmediatamente después de que dejen su cargo. Además, la reforma propuesta fortalece a la Suprema Corte, al hacerla un cuerpo más compacto y selecto concentrado en la impartición de justicia. En efecto, se plantea que la Suprema Corte no deba distraerse en cuestiones administrativas ni en la designación de Jueces y Magistrados. Para lograr ello, se propone la creación de un órgano especializado dentro del Poder Judicial, que se llamaría el Consejo de la Judicatura y se dedicaría a las labores administrativas y a la selección de Jueces y Magistrados. El Consejo de la Judicatura se integraría con personas de amplio prestigio, designadas por los Jueces, los Magistrados y, además, por el Senado y el Ejecutivo Federal. Este Consejo garantizaría que los Jueces y Magistrados sean seleccionados atendiendo a criterios de excelencia y a una mayor vocación profesional. La reforma propuesta también fortalece a la Suprema Corte ampliando sus facultades para decidir sobre la constitucionalidad de las leyes. Dado que el Juicio de Amparo no basta para comprender y solucionar todos los conflictos de constitucionalidad que pueden presentarse en nuestro orden jurídico, se propone incorporar procedimientos que garanticen mejor el principio de la División de Poderes y el Sistema Federal, y a la vez permitan que la sociedad pueda llegar a cuestionar la constitucionalidad de una disposición de carácter general a través de sus representantes. De otra parte, la reforma propone establecer un principio constitucional que permitiría legislar para que los ciudadanos puedan defenderse cuando el Ministerio Público no cumpla con su deber. Así, cuando por descuido, negligencia o corrupción, no cumpla su responsabilidad, las víctimas o sus familiares podrán obtener que el Ministerio Público efectivamente cumpla con esa responsabilidad. Con ello se avanzará hacia una mayor eficacia en la persecución de los delitos y en el combate a la impunidad, la corrupción y la injusticia. Para fortalecer el Sistema de Procuración de Justicia, la iniciativa también propone que el nombramiento del Procurador General de la República, que encabeza el Ministerio Público Federal, deba ser aprobado por el Senado de la República. Una de las demandas más sentidas en todo el país es por una mayor seguridad pública y una mejor protección ciudadana. Se requieren medidas y acciones que debemos impulsar a partir de un nuevo marco legal comprendido en la Constitución. Por eso, se propone que la Federación, los estados y los municipios, estén obligados a coordinarse en todos los aspectos básicos de la seguridad pública. Ello significa que los estados, los municipios y el Gobierno Federal habrían de articular sus programas y acciones para la prevención y el combate de los delitos. Ello significa también que deberán disponer e intercambiar información sobre delincuentes. Ello significa que aprovecharían mejor sus recursos humanos y materiales para lograr mayor eficiencia en la seguridad pública. De aprobarse la reforma, por mandato constitucional, todos los cuerpos policiales del país estarían obligados a emprender una transformación profunda y efectiva para coordinar mejor el combate a la delincuencia. La reforma que ahora envío al Honorable Congreso es un paso de gran importancia en el perfeccionamiento de nuestra democracia. Al fortalecer al Poder Judicial se garantiza un mejor equilibrio entre los Poderes y se asegura que el propio Poder Judicial cuide la plena vigencia y el cabal cumplimiento de la Constitución. Señoras y señores:

Como Presidente de la República estoy decidido a encabezar el fortalecimiento de nuestro Estado de Derecho y la consolidación de México como un país de leyes.

La iniciativa de reforma constitucional que hoy envío al Congreso es el primer paso para tener bases más sólidas que permitan perfeccionar las leyes y mejorar las instituciones. Se trata apenas del inicio de un largo proceso que demandará esfuerzo, disciplina, firmeza y perseverancia. Se trata del comienzo de soluciones que tomarán tiempo y exigirán el concurso de todos.

Por eso es que con todo respeto en esta exposición de motivos de esta iniciativa invito al Honorable Congreso a examinar, enriquecer, perfeccionar y, en su caso, aprobar esta iniciativa.

Trabajaremos todos para lograr un Poder Judicial más independiente y mejor capacitado para cumplir sus tareas. Trabajaremos para que las instituciones encargadas de la impartición de justicia puedan cumplir la responsabilidad que la nación les ha encomendado. Ello contribuirá a vigorizar nuestra democracia, pues contaremos con un mejor equilibrio entre los Poderes; ello permitirá fincar la seguridad pública que todos anhelamos en el apego a la Constitución y a las leyes; ello garantizará una justicia imparcial, expedita y accesible para todos los mexicanos.

Muchas gracias. Buenas noches.