Discurso de Jesús Reyes Heroles en la Convención de Chilpancingo del Partido Revolucionario Institucional
1974 Discurso en la Convención de Chilpancingo. Jesús Reyes Heroles.
Chilpancingo, Gro., junio 23 de 1974
Texto del Mensaje del presidente del Comité Ejecutivo Nacional de nuestro Partido, pronunciado en la Convención que se reunió en la ciudad de Chilpancingo, Gro. el 23 de junio de 1974.
Nada tienen que ver con la política el aventurerismo y el terrorismo.
LAS FUERZAS mayoritarias de nuestro partido manifestaron su voluntad de que Rubén Figueroa fuese su candidato a gobernador del Estado de Guerrero. El Partido Revolucionario Institucional acata la decisión de sus miembros y Rubén Figueroa es nuestro candidato. El Comité Ejecutivo Nacional, de acuerdo con las circunstancias y de conformidad con sus Estatutos, determinará el día y la hora de la respectiva protesta.
No podemos ni debemos soslayar el hecho de que nuestro candidato no haya podido asistir a esta Convención: una acción de buena fe por parte de Rubén Figueroa y un conjunto de acciones de mala fe por parte de sus secuestradores es la explicación.
Rubén Figueroa cree en la negociación: cree que el razonar con el adversario puede llevar a soluciones. Conociendo esta disposición de ánimo, esta actitud espiritual, Lucio Cabañas ha cometido un acto de felonía, procediendo con deslealtad y suciamente, revelando desnuda mala fe. Es discutible lo acertado o equivocado de la conducta de Rubén Figueroa al aceptar una propuesta para negociar; pero es indiscutible su buena fe y su noble intención. Cayó en la trampa pensando en Guerrero. En contraste con ello, es evidente la traición y mala fe de sus secuestradores.
VIOLENCIA MINORITARIA, A ESPALDAS DEL PUEBLO
¿Cuál es la base para que un pequeño grupo intente impedir que los integrantes de un partido mayoritario quieran convertir en realidad lo que es su voluntad? No hay base alguna. Se pretende impedir que el pueblo resuelva votando, para lograr que la violencia supla su voluntad.
Únicamente los partidarios de que unos cuantos dominen y los contrarios a que el pueblo decida; únicamente los que se sienten poseedores de la verdad; únicamente los que desprecian a un pueblo e imbuidos de mesianismo sobrestiman sus personas, pueden incurrir en tal despropósito, pueden sentirse limpios después de cometer actos sucios, pueden sentirse puros después de abrirse de la impureza, pueden sentirse revolucionarios después de negar normas elementales de la acción revolucionaria.
El terrorismo es la violencia minoritaria situada a espaldas del pueblo, que niega la capacidad de decisión de las mayorías. Es, en el fondo, intentar, con su poder desorganizador, cuando lo tiene, imponerse a las mayorías, para que unos pocos resuelvan por los muchos. El terrorismo es siempre maquinación, odio a la ley, miedo al diálogo, es siempre irracionalismo y pánico ante el análisis de los problemas y el examen de los hombres.
En todo terrorista hay impotencia política e incapacidad organizadora; en todo terrorista existe el deseo de hacer una revolución solitaria, sin que le importe el consentimiento de las mayorías; en todo terrorista hay un maniático creyente en su absoluto, que intenta fieramente imponerlo a sus semejantes; en todo terrorista se da un envanecido, que considera que él y sólo él siempre tiene la razón y considera que los que piensan distinto a él están con la sinrazón. Por eso han sido llamados alquimistas de la revolución", por su estrechez mental, por su ineficacia política, por despreciar lo que el hombre común piensa.
Nosotros creemos en la posibilidad del avance revolucionario por la vía legal e institucional, modificando las leyes con las leyes, transformando las instituciones dentro de las mismas instituciones. Aspiramos al cambio que elimine la explotación del hombre por el hombre, pero nos apartamos rigurosamente de los esquematismos mecánicos. Si no hubiera otro medio para la transformación que la violencia, lo entenderíamos; mas cuando existen muchos otros medios para el cambio, para alcanzar una sociedad igualitaria en la justicia y en la libertad, vemos la violencia como instrumento anti-revolucionario.
GOLPISMO Y TERRORISMO: DOS CARAS DE LA VIOLENCIA
Entendemos la vía violenta contra un Fulgencio Batista; no la comprendernos contra un Salvador Allende. En un caso, se ejercía un poder violento sobre el pueblo; en el otro, el pueblo mandaba y podía rectificar o ratificar su mandato.
El golpismo y el terrorismo son dos caras de la violencia con instrumentos similares y con propósitos análogos: decidir por el pueblo y aun en contra del pueblo.
Importar teorías, simplificarlas y hacerlas analfabetas es sencillo; sin embargo, es traicionar las ideas en que se dice creer, es rebajar el pensamiento, aherrojar las ideas y desconfiar de las libertades espirituales.
En comunicados, en palabras de estos delincuentes se expresan giros, en apariencia revolucionarios. Simplifican mecánicamente los complejos fenómenos de una sociedad, esquematizan en grado extremo, empleando una jerga —que no terminología o lenguaje— marxista. Y a este respecto recuerdo una anécdota: cuéntase que hallándose Marx en Francia, le preguntaron qué ideas sustentaría si fuera francés, y que él aludiendo a lo mal que sus teorías habían sido comprendidas por alguno en ese país, repuso; "No lo sé; pero seguramente "no sería marxista". Si Marx leyera las paparruchas y viera el elementarismo de estos delincuentes comunes, diría: Frente a ellos, yo soy antimarxista.
El gobierno defiende internacionalmente los precios de nuestros productos naturales, entre otros el café; crea instrumentos para mejorar los precios y las condiciones de venta y distribución del café y la copra; en Guerrero esto es ostensible. El Gobierno construye carreteras para comunicar a los, guerrerenses y realiza obras sociales para elevar su nivel de vida. El Gobierno, frente a la inflación que padecemos, para defenderlos ingresos de las clases de menores percepciones, amplía tiendas de la Conasupo, en esta entidad. Quienes retraídos en sí mismos, separados de la sociedad, critican todas estas medidas; e intentan oponerse a ellas, tienen un nombre: saboteadores.
Guerrero es afectado por numerosos problemas. No los negamos; pero intentamos resolverlos, no exacerbarlos. Son más de aquellos que pueden inventariar e incluso inventar los demagogos recluidos en su impotencia. Los caminos para resolver estos múltiples problemas se han emprendido. Todos ellos se cifran una gran necesidad: la que tienen; los guerrerenses de una auténtico desarrollo económico, desarrollo para los más y no para los menos: explotación racional de sus recursos naturales y protección, justicia y libertad para sus hombres. Un desarrollo integral que liquide el aislamiento económico, político, social y cultural de las cinco regiones de Guerrero, que acabe con el archipiélago social, económico y político que por hoy constituye esta entidad, un desarrollo que haría que prevalecieran por igual, el derecho a la libertad el derecho a la justicia.
El desarrollo que abarca a una sociedad entera no es un momento, sino todo un proceso. No hay desarrollo instantáneo ni milagroso. Por su propia naturaleza, por su propio significado, el desarrollo integral es un proceso; encaminado a que mejoren sus condiciones de vida las mayorías, a que tengan acceso a la cultura, al empleo remunerativo y a la decisión política, mediante el derecho al consentimiento o al disentimiento. Ningún régimen había contribuido tanto a crear la infraestructura del desarrollo de Guerrero como el del Presidente Echeverría.
NUESTROS AUTÉNTICOS GUERRILLEROS. DE HIDALGO A ZAPATA, SIEMPRE: TUVIERON AL PUEBLO
Sabotear el desarrollo en Guerrero es encubrirlo o disfrazar bajos propósitos en-pseudoideologías trasnochadas. Hace unos cuantos años se habló del "foquismo”, que consistía en sustraer territorios y habitantes al gobierno de un Estado, confiando no en la fuerza de las armas, sino en el poder de convencimiento sobre los grupos sociales, sobre la población sustraída a la administración pública. En el "foquismo" se fundaba la acción de la guerrilla. La guerrilla, cuando de verdad lo es, se caracteriza por la eficacia de su acción política. Y yo me pregunto: ¿pueden realizar acción política quienes aislados carecen de todo contacto con el pueblo? Evidentemente que no. Además, me pregunto; sí en nuestro país se puede pensar lo que se quiera y expresar lo que se piensa, y a través de la expresión del pensamiento, a través de la palabra, atraer, convencer, y sumar ¿qué necesidad hay de "foquismo"? Únicamente la impotencia ideológica, la incapacidad política, la ineptitud mental y ocultos o manifiestos afanes de latrocinio explican el minúsculo y falso “foquismo”. Entre paréntesis, los autores del "foquismo” hoy loa han abandonado y exclusivamente unos cuantos despistados se estacionaron en é, como si fuera una idea fija.
Vivimos en un régimen que hace del diálogo su esencia, que ve en el diálogo la esencia de la convivencia pacífica de los mexicanos; el diálogo, sí, pero respetando la ley común-...y respetando el ejercicio de la voluntad popular. De otra manera el diálogo es monólogo imperativo dictado de bandoleros. No hay diálogo cuando una minoría insignificante pretende erigirse en poder violento, sin respetos a bienes ni personas, sintiéndose poseedora de la razón y ostentándose por encima de la voluntad del pueblo; cuando una ridícula minoría persigue una concepción despiadada de una razón de Estado sin Estado ni racionalidad.
¿Un ejército del pueblo sin el pueblo? ¿Un ejército de los pobres formado por unos cuantos que tratan de sustituir su inacción política con protección al trafico de drogas, con secuestros, rescates y crímenes? No puede haber lucha popular sin raíz popular; no puede haber lucha del pueblo sin el pueblo. Nuestros auténticos guerrilleros, de Hidalgo a Zapata, siempre tuvieron al pueblo.
La historia es implacable en sus juicios. Ningún mexicano olvida su deuda con Vicente Guerrero, al igual que no olvida la traición de Picaluga. La historia es implacable: enaltece a Zapata y condena la felonía que con él se cometió. ¿Se puede invocar un credo revolucionario cuando se comete felonía?
FRENTE A LA INTRANSIGENCIA INVOCAMOS EL DERECHO
Estamos en contra del endurecimiento; estarnos en contra de quienes lo provocan, sea cual sea el emblema bajo el cual quieran ampararse; estamos en contra de quienes acogidos a cualquier signo, con la confusión, abren un camino hacia el endurecimiento.
La intransigencia es condenable, tanto cuando la ejerce el que tiene, como cuando con ella se intenta incitar a los que no tienen. La intransigencia que conduce a violencia es tan mala como la intransigencia que incita a un paro ilegal. -Una y otra consciente o inconscientemente, exacerban los ánimos y objetivamente nos llevan a la contienda, buscando un México bárbaro; una y otra nos podrían arrastrar a ser fácil pasto de la intervención extranjera; una y otra nos volverían al punto cero, a empezar todo de nuevo.
Frente a la intransigencia y a la violencia de unos y otros invocamos el derecho. Custodiemos el derecho para que el derecho nos custodie. Pedimos que el Estado mexicano no se aparte del derecho, que siga subordinado a la ley, pues estamos seguros de que el costo de apartase del derecho no alcalizaría a ser cubierto ni aún por varias generaciones mexicanas. El caos se entronizaría, el desorden privaría, la quiebra del país se impondría y, el retroceso imperaría. No hay mejor amigo de un gobierno que el derecho, el orden jurídico que lo alimenta y sostiene. No hay mejor amigo de una sociedad que el derecho; las que de él se apartan retornan a lo primario. Un gobierno que se aleja de las-normas jurídicas que lo rigen, se pierde y pierde a la sociedad. Un gobierno que no aplica las normas jurídicas que lo gobiernan carece de sustento y va a la deriva. Un gobierno que no aplica el orden jurídico de que proviene y en que se funda está perdido. Un gobierno que se separa de la legalidad expone su legitimidad.
El Presidente Echeverría ha dicho: "No aceptamos que se confunda la delincuencia con la política. La violación de la Ley ha de combatirse con los procedimientos previstos por nuestro sistema normativo”. Apoyamos este principio, que debe ser criterio básico en los momentos en que: vivimos. El poder del Estado es poder sujeto al derecho. Si no fuera así, el poder del Estado no se distinguiría del poder de bandoleros o de monopolios. El Estado no puede transigir con el derecho que lo rige; negociar con delincuentes sería negar el derecho y prescindir de la voluntad popular, reducir al Gobierno a un mero instrumento oportunista sometido a los vaivenes de la delincuencia. No hay derecho sin convivencia y no hay convivencia sin derecho. Mantener el imperio de la ley es mantener las posibilidades revolucionarias de México.
NO DEBE INSPIRARNOS LA CONTRAVIOLENCIA
Tenernos fe en la auténtica insurgencia juvenil: la que precipita la intervención de los jóvenes en los problemas colectivos, la que incita a la acción política permanente, la que, sin rigidez de ninguna especie, quiere, sirviendo a su colectividad, servirse a sí misma. La insurgencia juvenil amenaza a intereses ajenos a los que nosotros representamos y contribuye al progreso político que ambicionarnos; pero la verdadera insurgencia de la juventud se da en las aulas, en la política, en la actuación cotidiana, pensando en todo momento en todo momento en construir y no en -destruir, en mejorar y depurar, y no caer en el estéril negativismo.
La indignación que el secuestro de nuestro candidato Rubén Figueroa nos produce no debe ofuscarnos; la contraviolencia no debe inspirarnos. Somos un partido político con medios de acción políticos. El aventurerismo nada, tiene que ver con la política.
Nuestra actitud debe ser, a pesar de todo, optimista. Con optimismo les hablarnos a los jóvenes para que hoy nos ayuden a construir un mejor mañana. Con optimismo les hablamos a los guerrerenses para que desaparezcan, mediante el desarrollo integral, los muchos Guerreros, y se logre uno solo en la libertad, la justicia y el modesto bienestar para todos.
Para avanzar no necesitamos de ninguna violencia; pero ninguna violencia podrá retrasar o detener nuestro avance. La verdadera fuerza la tenemos nosotros. Creemos en el poder de las ideas; creemos en el poder der derecho; creemos en el poder de los sentimientos y la moral; creemos en el poder de los legítimos intereses; creemos en él poder de las libertades; creemos en el poder del pueblo, creemos en el poder de la política y no en la política del poder.
Fuente: Revista La República. Órgano del Partido Revolucionario Institucional PRI, pp. 12-15.