Discursos oficiales de Salvador Allende/1973/Conferencia de prensa
CONFERENCIA DE PRENSA DEL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA
COMPAÑERO SALVADOR ALLENDE GOSSENS.
de la presidencia de la república
Quiero reiterarles al saludo y darles una excusa por mi retraso de algunos minutos. Estaba conversando con los estudiantes o mejor dicho con la Comunidad Universitaria Sede Oriente de la Universidad de Chile, en la sala principal de la Unctad donde, generosamente se decía que iba a dar una clase magistral.
Fui a conversar fundamentalmente con los estudiantes y después recorrí, en segundos, una muestra que forma parte del Museo de la Solidaridad y que esencialmente está formado por grabados que han llegado recientemente y que testimonian, una vez más, la solidaridad de los creadores y de los artistas con el pueblo de Chile.
En este mismo momento, además de la exposición que les recomiendo, vayan a ver en el sótano del Edificio Gabriela Mistral El Museo de Arte Moderno que forma parte de otra remesa de cuadros y grabados que llegaron recientemente, los que se suman a los que llegaron el año pasado.
Quiero decirles, además, que se está habilitando el edificio que existía en el Parque O'Higgins y que será destinado, de aquí en adelante, al Museo de la Solidaridad. Lo único que tememos es que no alcancen a caber en ese edificio todas las obras que hemos recibido, que incrementan el patrimonio cultural de Chile y que refleja, una vez más, el afecto que mucho más allá de este continente tienen los creadores y artistas por el pueblo chileno y su lucha.
Deseo al mismo tiempo decirles que yo le había pedido al Ministro Secretario General de Gobierno, Aníbal Palma, que él conversara con Uds. Sin embargo al salir camino del Edificio. UNCTAD vi "El Mercurio", cuyos titulares son de este jaez (muestra el diario) y también miré los titulares de las Ultimas Noticias que son similares a los de "El Mercurio" en cuanto a su contenido tenebroso e intencionado y por cierto....... que esto comienza con "La Segunda" de ayer. (Muestra el diario).
Frente a la magnitud de las publicaciones, frente además a lo que seguramente los corresponsales extranjeros han transmitido, le he pedido disculpas al compañero Aníbal Palma y he preferido conversar yo con ustedes.
Como siempre, una vez que termine la exposición que les haré, estoy llano a aceptar cuanta pregunta estimen conveniente.
Quiero señalar que están aquí, además del Subsecretario del Ministerio de Vías y Obras -que estaba presente en la conversación que tuve con los obreros- los compañeros dirigentes de los obreros del Ministerio, el compañero Alberto Galvez, Presidente de ellos y el Presidente de los obreros eventuales, los cuales han planteado fundamentalmente la reivindicación que ustedes conocen, que preside el compañero Germán Villagra. Además está el compañero José Muñoz, que es el Secretario de Organización de la Agrupación de los Obreros del Ministerio. Pues bien, integran el panel, el compañero Politoff, abogado del Ministerio del Interior y Frida Modak, además de Aníbal Palma.
¿Qué ocurrió hace precisamente 48 horas?
Cuando venía de Tomás Moro, donde había tenido una reunión en la mañana con algunos Ministros, fui informado que la calle Morandé -en el sector que podíamos decir alcanza toda La Moneda- estaba ocupada, como así también el Ministerio de Vías y Obras.
Pregunté cual era el recorrido y se me dijo que ingresaríamos por Moneda, por la puerta principal. Hice modificar al recorrido para llegar precisamente donde estaba la oa beza de los que ocupaban la calle.
Como siempre, va adelante un automóvil escolta, el que fue detenido por el grupo de gente que estaba allí. Bajé de mi coche y les pedí que se retiraran para que pasaran los autos. Así sucedió, y, de inmediato me dirigí al Ministerio. La puerta principal y la otra puerta que da acceso al Ministerio a los trabajadores que allí laboran y al publico estaban cerradas con cadenas y sendos candados. No había cerca de la puerta ningún trabajador. Divisaba a tres o cuatro metros de una puerta vidriada a algunos trabajadores. Les pedí que me abrieran y me dijeron con gestos que no tenían la llave y alguien me dijo que había una puerta un poco más cerca de la Alameda que de la puerta de Morandé de la Moneda y que era la entrada que permitía el paso de los vehículos y de la gente que trabaja en el Ministerio. Hacia allá me encaminé. Se golpeó fuerte y a través de la mirilla un trabajador me reconoció y dijo "Voy a abrirle compañero Allende". Efectivamente se abrió la puerta. Dijeron "Solo", respondí "No. Yo voy a entrar con quien desee entrar" y sólo pedí que me acompañaran el Comandante Sanchez, Edecán de Servicio en ese instante y dos compañeros que venían en los autos, que son de la seguridad. No entró nadie más. De inmediato me encontré con un grupo de quince o veinte trabajadores y llegamos frente a la escalera donde había unos veinte o treinta que habían bajado rápidamente al saber seguramente que yo estaba allí.
Y empezó un diálogo un poco vivo, especialmente con el Compañero Villagra que no es necesario repetir y también con el Compañero Gálvez que está aquí presente. Durante unos diez minutos o un cuarto de hora, yo desde el primer momento les dije que había ido a reprochar la toma, a decirles que la estimaba injustificada, que ese no era el camino para plantear una reivindicación y les di diversas razones. Los compañeros hicieron presente que era un problema que se arrastraba bastante tiempo, que ellos creían tener la razón y que habían hecho un estudio desde el punto de vista económico.
Yo les manifesté que era imposible que pudiéramos resolver su problema en esas condiciones y que yo les podía, como compañero, que abandonaran esa actitud, que abrieran las puertas del Ministerio y que conversaríamos después que esto ocurriera. El compañero Gálvez entonces me pidió que subiéramos hasta el Gabinete del Ministerio para puntualizar algunas cosas. Subí y entré a esa sala exclusivamente con el Comandante Sánchez, Edecán de servicio, y entraron controlando la entrada, cerca de cuarenta dirigentes; tanto de los obreros de la Agrupación del Ministerio como los dirigentes de los que se llaman obreros eventuales. Como estábamos más cómodos y como algunos trabajadores me habían hecho referencias políticas ya en el primer piso, allí en la entrada de los vehículos donde estuvimos conversando, como les he contado, estimé conveniente hacer referencia a algunas de las observaciones o planteamientos de orden político que habían hecho los trabajadores. Y empecé por decirles muy claramente que debía entenderse lo que era este proceso revolucionario, que desde luego no era una revolución; que se hacía por cauces totalmente distintos a los que han seguido otros países que han llegado al Socialismo, que han conquistado con las armas el Gobierno y el poder. Les hice presente que este era el Gobierno de los Trabajadores y que los cambios que el país estaba viviendo los hacíamos en pluralismo, democracia y libertad. Y les agregué que ellos tenían que entender que el problema del Ministerio de Obras Publicas y las reivindicaciones económicas que ellos presentaban no estaban ni podían estar desligadas del proceso global de la economía chilena. Les dije que vivíamos horas muy duras y muy difíciles; que había una inflación que podía transformarse en un espiral explosivo, incontrolable, si no existía de parte de los trabajadores la decisión de contribuir con generosidad a evitar que este flagelo desquiciara totalmente la economía del... país, permitiera a los sectores interesados en crear situaciones extralegales; en suma, provocar la posibilidad de una caída del Gobierno.
Y les destaqué entonces, respondiendo a un ejemplo que ellos habían puesto, y fue el propio Compañero Villagra cuando conversamos en el sótano, que no se pague la deuda externa y con ello hay recursos.
Les dije, con el respeto que tengo hacia los compañeros trabajadores con quienes dialogo, que me parecía esto un grave error, que debían entenderlo; que no pagar la deuda externa significaba colocar a Chile en la imposibilidad de tener créditos, de poder hacer importaciones. Nosotros necesitamos importar desde alimentos, hasta repuestos, insumos, materias primas.
Todos los países renegocian sus deudas, pero que declarar nosotros la moratoria, el cese de los pagos, era una medida impotable que pudiera tomar un gobernante, fuera de un Gobierno popular o revolucionario. Y se lo expliqué al compañero, a los compañeros, a los 40 que estaban allí.
A propósito de eso, entonces, argumenté sobre las dificultades que tiene un Gobierno como el nuestro, que tiene que hacer el proceso de cambios dentro de la democracia burguesa, y puse acento en lo que significaba el bajo o ningún, costo social de nuestro proceso revolucionario. Y les dije, como acostumbro a decirle a los trabajadores, "Para este Gobierno, la principal oposición está en el Congreso. Más fácil sería que no hubiera Congreso entonces. Pero este Gobierno no puede hacerlo, no puede cerrar el Congreso. Primero, porque constitucionalmente es un poder del Estado, y segundo, porque nos llevaría a un guerra civil".
Es así que puse el ejemplo concreto y categórico para que los compañeros entendieron que aunque el Congreso adoptara la más enconada actitud opositora........ y le negara a este Gobierno todo el despacho de las leyes, aunque siguiera despachando las leyes sin financiamiento como ha ocurrido, aunque no haya despachado el Ministerio de la Familia ni el Ministerio del Mar que rechazó, que no haya despachado el proyecto sobre delito económico, herramienta fundamental en esta etapa en que hay un capital especulativo que ha sustituido al capital inversionista de ayer, tendríamos que seguir nosotros sencillamente, dentro de la Constitución contemplando la existencia de un poder del Estado.
Les dije, por ejemplo, "Todos los días se deforman los hechos en las publicaciones, en la prensa, en la radio. "El Mercurio", y lo nombré, es el adelantado en estas actitudes.
¿Pero yo podría decirles a los trabajadores, que en número de 100.000, por ejemplo se reúnen en la Plaza de la Constitución, que fueran a destruir "El Mercurio"? Jamás. Porque ese diario, como todos los diarios, tiene el respaldo de la ley chilena. Por lo tanto, mi obligación es decirles a Uds. que nuestro camino es este camino. El camino de un proceso revolucionario con características distintas a los que ha habido en otros países, Cuba, por ejemplo, Argelia, Vietnam, República Popular China, etc. Eso tienen que entenderlo, les decía a los compañeros. Y agregué más todavía. Frente a la injuria, la calumnia, nos hemos querellado varias veces, pero no hemos obtenido la sanción por la vía judicial y por lo tanto yo ya he resuelto no querellarnos más. Esto fue lo que dije a los trabajadores, y los insté finalmente a que abandonaron su actitud y les dije categóricamente:
"Compañeros, si Uds., no dejan que entren los empleados, los técnicos, los que laboran en este Ministerio, yo no conversaré con Uds., esta tarde. Además, les dije: "Yo salgo por la puerta principal de este ministerio, y Uds., me abren esa puerta, traen las llaves y abren los candados y si no los abren yo haré cortar las cadenas, pero salgo por esa puerta, como corresponde salir al Presidente de la República y a un compañero que vienen a conversar con Uds., como he venido yo."
Y salí por la puerta principal. Yo no perdi la calma cuando perdieron tres o cuatro minutos en buscar las llaves. Una vez que abandone el ministerios, estando ya en la vereda, me di cuenta que dos o tres compañeros que habían estado conmigo esperando las llaves quisieron cerrar la puerta. Me volví y les dije: "Esto no es posible. Esto Uds., no lo pueden hacer, porque Uds., son dirigentes responsables, y hemos llegado a un acuerdo: Que se abran las puertas del ministerio, entran los que aquí trabajan, se normaliza la situación del Ministerio y esta tarde yo los recibo en la Moneda, pero desde este mismo minuto Uds., estudien con el Ministro que es lo que representa la petición económica de Uds., porque yo me temo que no hayan hecho los cálculos y además el Ministro no los conoce.
Me dirigí expresamente el compañero Gálvez y al compañero Villagran y los dos le dijeron al resto de los trabajadores que fueran a reunirse en el casino. Entonces se abrieron las puertas del ministerio: ellos se reunieron en el casino y yo me vine a La Moneda. En la tarde, de acuerdo a lo que yo había dicho, recibí a 30 o 40 de los compañeros, que al igual que en el Ministerio, además de ser dirigentes, -hay unos de la Agrupación y otros de los llamados trabajadores eventuales- tienen militancia política distintas y yo no me referí ninguna vez a la militancia política de nadie. Dije que para mí eran compañeros trabajadores, fueran o no fueran de la Unidad Popular.
En la tarde -yo ya había hecho estudiar la demanda de los trabajadores- se les hizo ver con el Ministro y se les dijo: "compañeros, la cifra de esta demanda es muy seria. Vamos a plantear este problema exclusivamente en los niveles administrativos, y una vez que lleguemos a una solución, yo mismo vendré a decirles al resto de sus compañeros cuál es, y ahí si que vamos a conversar sobre algunos aspectos políticos que Uds., me han planteado, y que yo estimo errados. Acto seguido saqué dos volantes, uno de un denominado Partido Comunista "Bandera Roja", que tengo entendido que es un sub, sub, sub, mini-partido, y otro volante mucho más chico que decía F.T.R. - M.O.P., o sea Ministerio de Obras Públicos. Leí la parte pertinente del panfleto del Partido Comunista Bandera Roja, en el que me interesaba destacar de inmediato lo que se decía allí, "que la toma permitiría que un tribunal juzgará a algunos burócratas, estuvieran o no estuvieran presente". "Que debían dejar el Ministerio".
Yo les dije: "Compañeros, les leo esto porque es una irresponsabilidad, una torpeza y una provocación, y mientras yo sea Presidente de Chile JAMAS eso ocurrirá". Y les agregué entonces: "Después que lleguemos a un arreglo administrativo, si es que llegamos, y les diré cuál ha sido el arreglo, también les voy a decir por qué.
Después de eso voy a conversar políticamente porque me interesa esclarecer algunas cosas. Creo que muchos de Uds., están equivocados sobre el alcance de este proceso y los caminos que tiene que seguir obligadamente, en pluralismo, democracia y libertad". Y así me separé de los trabajadores. Pero en la tarde de ese mismo día se publicó en "La Segunda", en la primera página, con estos titulares, una aseveración increíble: "LLAMADO DE SU EXCELENCIA PARA DESTRUIR A "EL MERCURIO" Y AL CONGRESO DE LA REPUBLICA DE CHILE". ¿Esta afirmación está basada en que? -en la aseveración, sin firma, que se atribuye a un sector de trabajadores demócratacristianos. Pero claro, con la cobarde sagacidad reclaman un desmentido inmediato, con lo cuál demuestran que tienen conciencia de que lo que están diciendo no tiene ninguna base. Yo no me iba a precipitar para desmentir desesperadamente un infundio de tal jaez, una aseveración tan al margen de la verdad, y una información, considerada desde el punto de vista político, tan intencionadamente peligrosa. Que conste que no quiero utilizar adjetivos, que la actitud de este empresa merecería utilizara, que ha sido reafirmada con lo publicado en la primera página de El Mercurio de hoy día, y que viene todavía con la insistencia de Las Ultimas Noticias, diciendo que "HA PROVOCADO ESCANDOLO NACIONAL" lo que yo he aseverado. Y por cierto tengo aquí lo que se ha transcrito por algunas agencias informativas; esto ya ha circulado rápida y presurosamente por el mundo; claro que también cautamente, los que hicieron esto dijeron: "Se diría, que habría dicho, se dice que el Presidente habría afirmado tal cosa". El "habría" que sale de acá se transforma, seguramente allá, en "El Presidente dijo", Lo que es peor, me temo que más de alguno después de lo que diga aquí no va a tener la entereza ni la ética profesional periodística para decir "cometimos un error", "esto no tiene base alguna".
Espero que les sirva de lección a los que honestamente deben merecer el nombre de periodistas para que se informen sobre bases auténticamente sólidas para poder juzgar al Presidente de un país, en una actitud que está en contradicción con lo que es su vida y con la responsabilidad que tienen. Por que si hay algo de lo cual tengo plena conciencia, es que al margen de todo sentimiento de ultraizquierda, seudoizquierdista, revolucionario, seudorevolucionario, he precisado el camino de Chile, y he sido yo, el que afianzado en la lealtad a las Fuerzas Armadas, Carabineros e Investigaciones, en su concepción democrática y en la responsabilidad de los trabajadores, evité en Octubre del año pasado, el enfrentamiento y posiblemente una guerra civil.
Y ha sido mi actitud, al organizar un Gabinete integrado por las Fuerzas Armadas, los partidos populares y representantes de la Central Unica de Trabajadores, el que hizo posible que en este país desembocara en un proceso electoral con garantías para todos el 4 de marzo. Cuando en una reunión con los periodistas y corresponsales extranjeros se me preguntó si iba a haber o no elecciones, sostuve enfáticamente, ENFÁTICAMENTE, que elecciones habría en este país. Y las elecciones se realizaron, y los resultados los conocen todos Uds.
Fuera de dos o tres horas de inquietud de algún candidato ante la derrota, sobretodo en senatoria de Santiago y allá en la circunscripción de Cautín, Malleco y Bio-Bio, nadie, NADIE, ningún partido ha hecho un reclamo. Fueron desahogos de dos horas el mismo día domingo. Pero ya el lunes se habían convencido de la realidad. Que el Gobierno había cumplido su palabra y no en vano estaba el Ministro del Interior, el Comandante en Jefe del Ejército, General Prats.
Pero las instrucciones las de el Presidente de la República. Porque debo decir una vez más que el responsable de la marcha administrativa y política de este país soy yo. Los Ministros de Estado son Secretarios del Presidente de la República por expresión categórica de la Constitución. Y por muy competente, por más recia personalidad que tenga un Ministro, yo soy de aquellos Presidentes que miro con satisfacción cuando se destaca un Ministro, repito, siempre el responsable soy yo.
Y cuando sectores de izquierda, aún dentro de la Unidad Popular, y sectores de los llamados de ultra izquierda, días antes de la elección, sin los antecedentes necesarios, calificaron de mala manera el llamado Proyecto Millas, yo, frente a los trabajadores del Cordón Cerrillos, y en la televisión, dije que no había ningún Proyecto Millas, que no podría haber nunca un Proyecto Palma, un Proyecto Flores, un Proyecto Millas, un Proyecto Prats en esa época.
Si era una iniciativa que llevaba mi firma, eso era una iniciativa del Gobierno, del Presidente, y en el caso concreto del Proyecto enviado al Congreso, yo asumía la responsabilidad, porque yo había sido partidario de que se redactara este proyecto y también todos los ministros del sector económico. Pero volviendo a este caso, ¿por qué distraigo la preocupación de Uds.,? ¿Cómo es posible que se llegue en un país a aseverar hechos de la gravedad que entrañaría que un Presidente le dijera a los trabajadores: "vayan a asaltar "El Mercurio", asalten el Congreso"? ¿Tienen tanto desprecio por la opinión pública? - Creen que los chilenos son tarados mentales, o el propósito de ellos no es otro que el de contribuir con un hecho falso a acentuar el clima que vienen desatando desde hace tiempo y que culminó en octubre del año pasado, que arteramente algunos pretenden reeditar con nuevas modalidades, para llevarnos a otro paro, creyendo que en esta ocasión el Gobierno no va a controlar las actividades nacionales? - Acaso no hemos visto que en la propia campaña hubo candidatos que decían que no se trataba de la renovación del Congreso, sino que debía cambiar el Gobierno?
¿Acaso no sabemos que ilusos creyeron que iban a sacar dos tercios para destituirme constitucionalmente, cosa que nunca analicé porque sabía que era imposible que lo obtuvieran? Pero me permitió señalar ante la conciencia del país lo que pretendían. Esto ha continuado. Este país en su concepción democrática que llega al democrática, y en su concepción del derecho de información que tolera que empresas industriales, comerciales y periodísticas como esta, cuyo Presidente ha cometido una estafa internacional a través del Banco que se liquidó con un Decreto que la Contraloría tuvo que aceptar ¡Como serían de claros los hechos! Cuyo Presidente está en el extranjero - me imagino que no como turista - porque para turista ya lleva mucho tiempo, tanto tiempo como nosotros estamos aquí, lo implica la conciencia que tiene. De estar presente sería abocado a defenderse ante los Tribunales chilenos. Yo podría, durante minutos y minutos, señalar qué calidad moral tienen que tener periodistas que son capaces de hacer ésto, y que por último están a las órdenes de un delincuente internacional como el señor Edwards. Me veo en la obligación de usar este término, porque yo creo que estamos llegando al borde de un abismo en el que no puede ni debe precipitarse Chile. Menos mal que de vez en cuando se levantan voces como la de Fernando Castillo, que reflejan una actitud moral que se viene con su calidad de Rector de una Universidad, como también me merece respeto y consideración el llamado de los Obispos y la actitud del Cardenal de la Iglesia Chilena, señor Raúl Silva Henríquez. Y he contribuido, y no tengo por qué estar diciendo cuándo y cómo, y me he esforzado por hacer que los periódicos y las radios en los cuáles el Gobierno indirectamente pudiera tener influencia, encararan los problemas en su contenido, mas allá del ataque a las personas, en función de las ideas y de los principios. Y cuando hablé frente a la Asamblea Sindical Mundial para señalar lo que había hecho la ITT, coludida en los asesinos del General Schneider, directa o indirectamente, no usé por cierto, la referencia del Washington Post, sino que hice mención a las declaraciones juradas de los funcionarios del Gobierno Americano, de la CIA, de la ITT, a hombres de alta jerarquía, inclusive un ex Embajador de Chile, y no hice ninguna referencia personal a ninguno de los Políticos de oposición, sino que la referencia nacía, Y NO LOS NOMBRABA, de las declaraciones juradas, para hacer conciencia ante Chile entero de la realidad de las denuncias que yo fundamentalmente he hecho, primero en la Tercera UNCTAD, después a través del Ministro de Relaciones Exteriores ante la Organización de Estados Americanos, a través del propio compañero Anibal Palma, cuando era Subsecretario de Relaciones, usando la más importante Tribuna del mundo, como es la tribuna de las Naciones Unidas, y por último diciendo que yo les daba tanta jerarquía y significación como a esa tribuna que usaba cual era la de los trabajadores organizados, que estaban aquí en Santiago, en la Conferencia Sindical Mundial. Creo que era mi obligación, mi deber de chileno, y cuando también se deformaron mis palabras, hice una aclaración, y se demoraron dos días para tratar de refutar mi declaración.
No me preocupé de ello, porque en todo lo que dije, -hablé una hora 40 minutos- juntaron dos frases de párrafos distintos, con la sagacidad mediocre del que no tiene estatura moral para discutir. Por eso, porque creo que este clima debe ser denunciado, es uqe yo, Presidente de la República, estoy frente a Uds., y les digo: bastaría mi palabra, pero aquí están los dirigentes, que por cierto no los he amañado, porque qué insano tendría que ser un hombre que va a censurar a los que se han tomado un Ministerio, para indicarle que se fueran a tomar el Congreso, o que destruyeran un diario. "Que insensato tendría que ser un hombre! -Cómo podía tener autoridad frente a sus compañeros, a los cuales estaba criticando- aquí están los compañeros, con los cuales todavía no hemos llegado a un arreglo. Habrá que depurar mucho las cifras, porque la primera presentación de ellos representa un costo similar a todo el presupuesto del Ministerio de Vías y Obras: Diez mil millones de escudos. Tendría que ser un irresponsable un Ministro o un Presidente, desde luego un Ministro jamás podría hacerlo, la palabra del Gobierno, en casos como este, oyendo al Ministro, la doy yo. Jamás aceptaría, aunque se pararan todos los servicios públicos, una imposición de ese tipo, porque demostraría una irresponsabilidad inconcebible. Yo se lo que es el problema en cadena, lo que desataría desde el punto de vista económico, fuera además de ser increiblemente desmesurada esta petición. Estudiaremos con honestidad lo que es equitativo y justo y así vamos a proceder y diciéndoles siempre a los trabajadores las razones del por qué. Además aquí tengo para afirmar mis palabras, la entrevista que periodistas de distintas radios le hicieran a los propios dirigentes democratacristianos, y a Jorge Ramírez Ramos, dirigente ¿Qué dice frente a las publicaciones? -Que "nosotros como dirigentes nacionales y representantes del sector Demócratacristiano," dentro de la Agrupación Nacional, en ningún caso podemos reconocer ser los portadores de esta información, porque la verdad es que no se ajusta a lo expresado por el Presidente de la República en las conversaciones que mantuvimos en el día de ayer y agrega: "no es efectivo que el Frente Nacional Democratacristiano hubiese hecho tal declaración"- ¿Quién la hizo? Como puede un diario acoger la información apócrifa, sin responsabilidad, para lanzar al país a una duda, de que el Presidente podría estar atentando contra las libertades públicas, contra el derecho a información o contra el Congreso, que es un poder del Estado? Y agregan: "Nosotros no queremos hacernos responsables, porque creemos que es demasiado grave esa declaración, tienen que cuidarse mucho las personas que hacen esa afirmación. Como lo digo, nosotros creemos que no es honesto usar los términos que aparecen en el diario La Segunda, porque no corresponden a la realidad". Lo dice un dirigente Democratacristiano. Agrega: "Por nuestra calidad de dirigentes, por nuestra calidad de Democratacristiano no podemos permitir que se esté............ deformando tanto este tipo de informaciones". Y continúa: "No creemos que sería oportuno aprovechar políticamente un movimiento que realmente ha sido gremial en todos sus aspectos". Y otro dirigente, Moisés Araya, que dice: "En su calidad de Presidente de la República en ningún caso permitiría atropellar la Constitución Política del Estado, los derechos legales que le asisten a los chilenos, de tal manera creo que hacer claridad en esto, porque la forma en que está redactada la información del diario LA SEGUNDA njo tiene relación alguna con la verdad".
No lo digo yo, lo dicen los dirigentes democratacristianos que estaban allí.
UNA PREGUNTA QUE DICE: "... lo concreto es que usted ha manifestado que la declaración es falsa". ¿Qué dice Jorge Ramírez? "Claro, la verdad es que la declaración no tiene nada que ver con lo expresado por el Presidente". Son dos actitudes diferentes, aquí está la cinta grabada. Sería quitarles el tiempo. Se las puedo dejar. Además, se transmitió por alguna radio. Se les va a entregar la transcripción. Aquí están las fotos de los dirigentes democratacristianos en el momento de ser entrevistados por los periodistas, y por último aquí están dirigentes... que no siendo democratacristianos, algunos son de la Unidad Popular, y otros no son de la Unidad Popular.
El compañero Gálvez ha afirmado rotunda y categóricamente -en esta ocasión está presente- que es inexacto lo que se ha aseverado que yo he dicho. Aquí hay una comunicación de más de veinte dirigentes, testigos presenciales, los que estaban ahí en la sala del Ministerio conmigo, que sostienen lo mismo, que es absolutamente falso, de falsedad absoluta, lo que se expresa en los diarios de EL MERCURIO, empresa comercial, ex bancaria, y periodística. Es la gravedad de estos hechos lo que tengo la obligación de destacar. Es la suprema gravedad de estos hechos. Qué imputación más grave puede hacerse a un Presidente, que ha venido sostenido contra sectores de la izquierda, aún dentro de la Unidad Popular, con decisión cada día más fuerte, cuál es el auténtico camino del proceso chileno.
¿Qué otra intención que provocar un estallido o una guerra civil puede tener esto? ¿Dónde está la ética profesional? ¿Dónde está la responsabilidad de los chilenos?
Hay gente en este país que habla de guerra civil. Yo les he dicho: ¿Hasta dónde puede llegar su demencia? La guerra civil peude o no puede ser la derrota de la Unidad Popular. Seguramente no lo... sería por la fuerza tremenda del pueblo, por la lealtad de las Fuerzas Armadas a la Constitución y la Ley. La guerra civil tendrían que provocarlas aquellos que se salgan de la Constitución y la Ley, porque el Gobierno no lo va a hacer.
Pero una guerra civil, aunque la ganara el Gobierno y la Unidad Popular, sería un drama brutal, un caos económico, una tragedia para Chile desde el punto de vista de su desarrollo y desde el punto de vista humano. Hay que ver lo que significa marcar a generaciones tras generaciones, distanciar a miembros de una misma familia, crear un odio brutal que ni siquiera se apaga con la sangre y la vida.
Esto lo he dicho insistentemente, majaderamente, agregando que no concibo que haya chilenos que en forma desaprensiva, como a veces, se publica en el propio Mercurio, hablen hasta de una posible guerra civil. Mientras esté yo aquí, mientras sea Presidente de Chile, y lo seré hasta el año 76, en que constitucionalmente termina mi Mandato, evitaré, por todos los medios a mi alcance, un enfrentamiento en este país. He llamado y seguiré llamando a la cordura, lo cual no significa transar, ni arreglos al margen del pueblo con los sectores opositores. He dicho que en la oposición hay gente que tiene una conciencia democrática que utiliza los cauces democráticos, aunque muchos de ellos exajeran, como en el caso del Congreso. Pero he agregado que dentro de los repliegues de esta democracia que vivimos hay pro-fascistas, que tienen la trayectoria de una vida, marcados con la iniciación de su existencia como facistas, como es el caso del señor Silva Espejo, nazi confeso, que disparar contra obreros, y yo lo sé porque los combatí a ellos, y caramba que los combatimos en Valparaíso, con muertos de ellos y muertos nuestros.
No nos vienen a enseñar la democracia los traficantes de la democracia, no vienen a hablar del derecho a informar los traficantes de la información. Es bueno que el país lo sepa, y que lo sepan los periodistas.
No creo que sea necesario que lea la carta que envié a La Segunda y a El Mercurio. Tendrán que publicarla de acuerdo a las disposiciones legales. Pero esta vez recurriré a la Justicia, y por eso está aquí el abogado del Ministerio, el compañero Politoff, porque me parece que hay que buscar la posibilidad de que se sancionen por los cauces judiciales a los responsables que están empujando al país a un enfrentamiento. Si tienen la impudicia y el descaro de falsear las palabras del Presidente. de la República de usar declaraciones apócrifas, o sin responsabilidad. ¡Qué no harán con las palabras o con los hechos de modestos trabajadores, de modestas dueñas de casa, de dirigentes sindicales o dirigentes políticos medios!
Ya el año 1958 en el Senado de la República levanté mi voz con documentos para señalar lo que había sido la política del terror desatada implacablemente en contra del movimiento popular y en contra mía.
El año 1964 se repitió lo mismo... que si ganaba Allende no habría elecciones... Nunca ha habido más elecciones en este país que en el período que soy Presidente: de estudiantes, de dirigentes sindicales, de representantes de empleados y obreros, elecciones municipales, elecciones generales parlamentarias, elecciones complementarias.
Para qué hacernos cargo de los "avisitos" que publicaban señalando que cuando yo fuera Presidente los tanques soviéticos iban a estar rodeando LA MONEDA.
¡Veintisiete día de huelga, veintisiete días de paro, veintisiete días destinados a herir la economía de Chile y a golpear rudamente a la gente modesta de este país! Veintisiete días con la intención de socava el Gobierno legítimo... ¡Y ni un solo muerto! ¡Ni un solo herido grave! ¡Con diecinueve provincias declaradas Zona de Emergencia, cuando fueron sobrepasadas las fuerzas policiales. Con qué prudencia............ se procedió. Con qué sentido superior de lo que es gobernar a través de las convicciones democráticas se procedió. Con qué seguridad de que eramos extraordinariamente fuertes. Y porque eramos fuertes no necesitabamos recurrir a la fuerza, sino a la fuerza de nuestra actitud moral.
Que recuerden otros como frente a las demandas, que recuerden otros como frente a peticiones pequeñas de reivindicaciones económicas, los campos, las calles y las minas de Chile quedaron marcadas con sangre de trabajadores, y pagaron con su vida hombres y mujeres en su anhelo de una existencia distinta. Yo dije hace muchos años, y espero terminar como Presidente diciendo lo mismo: "Mis manos están limpias de sangre y peculado".
Si los he invitado a esta reunión para aceptar las preguntas que Uds., quieran hacerme después, es porque lo estimo de una gravedad extraordinaria, por eso he querido que estén los periodistas nacionales y también los corresponsales extranjeros, para pedirles a ellos, más que eso, para exigirles en nombre de la ética que pienso no van a vulnerar que así como se precipitaron para transmitir "que podría haber hecho", y "quizás sean ciertas", o "talvez dijo el Presidente", - digan rotundamente la verdad de la verdad. Así merecerán el respeto del pueblo y del Gobierno y la calificación de periodistas. La esencia del periodismo está en informarse para poder informar.
Uds., comprenden que si he puesto pasión en lo que afirmo es porque está de por medio nada menos que la posibilidad de un enfrentamiento en este país de continuar el vendabal que internacional y nacionalmente se ha desatado y se sigue desatando contra el Gobierno del pueblo. Estoy a las órdenes de Uds. Si alguien quiere hacer una pregunta, dígala:
- Señor Presidente, del diario Ahora de Montevideo, queremos saber si el Sr. Presidente de la República emprenderá, como lo ha hecho desde que tomó el poder, los caminos del diálogo con los que hoy se levantan contra el Gobierno Constitucional.
S.A.G. Yo nunca me he negado a dialogar con nadie. Por el interés de Chile dialogaré con quien sea menester y necesario; pero un diálogo no para arreglos políticos subalternos, para transar principios y arreglar politiqueramente los problemas que le pertenecen al pueblo.
PERIODISTA: Dada la gravedad y la proyección de lo afirmado en esos diarios, se puede aplicar la ley de seguridad interior del Estado?
S.A.G. Está presente aquí el asesor jurídico del Ministerio. El tiene instrucciones para recurrir a todos los cauces legales y a todas las disposiciones jurídicas vigentes a fin de buscar una sanción de parte de los tribunales para estos delincuentes.
PERIODISTA: Sr. Presidente. Ud en su gira por las Provincias del Sur antes de las elecciones denunció reiteradamente las intenciones de un nuevo paro semejante al de Octubre. ¿Cree Ud. o tiene mayores antecedentes, o se ha acentuado el peligro de una situación semejante?
S.A.G. Es el propósito evidente de los trajines en que andan, pero no va a resultar. Y además no lo vamos a tolerar. Y además los trabajadores base y pilar de este Gobierno nunca aprendieron tanto como en el paro de Octubre. Aprendieron la fuerza que tienen y como usarla serenamente y además saben lo que es ser Gobierno. Otra pregunta ¿No hay más preguntas? Gusto de saludarlos