Doña Lambra con fantasía...
Apariencia
Doña Lambra, con fantasía, grandes tablados armara. Allí salió un caballero de los de Córdoba la llana, caballero en un caballo y en la su mano una vara; arremete su caballo, al tablado la tirara, diciendo:—Amad, señoras, cada cual como es amada, que más vale un caballero de los de Córdoba la llana, más vale que cuatro ni cinco de los de la flor de Lara. Doña Lambra, que lo oyera, de ello mucho se holgara: ¡Oh, maldita sea la dama que su cuerpo te negaba!, que si yo casada no fuera el mío yo te entregara. Allí habló doña Sancha, esta respuesta le daba: —Calléis, Alambra, calléis, no digáis tales palabras, que si lo saben mis hijos habrá grandes barragadas. —Callad vos, que a vos os cumple, que tenéis por qué callar, que paristeis siete hijos como puerca en cenagal. Oído lo ha un caballero, que es ayo de los infantes. Llorado de los sus ojos con gran angustia y pesar, se fue para los palacios do los infantes estaban; unos juegan a los dados, otros las tablas jugaban, sino fuera Gonzalillo, que arrimado se estaba; cuando le vio llorar una pregunta le daba ... comenzole a preguntar: —¿Qué es aquesto, el ayo mío, quién vos quisiera enojar? Quien a vos os hizo enojo cúmplele de se guardar. Metiéranse en una sala, todo se lo fue a contar. Manda ensillar su caballo, empiézase de armar. Después que estuvo armado apriesa fue a cabalgar; sálese de los palacios y vase para la plaza. En llegando a los tablados pedido había una vara; arremetió su caballo, al tablado la tiraba, diciendo:—Amad, lindas damas, cada cual como es amada, que más vale un caballero de los de la flor (de) Lara, que veinte ni treinta hombres de los de Córdoba la llana.