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Documentos de la abdicación de Carlos V en su hijo Carlos VI (1845)

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Carta de S.M. el Señor Don Carlos V al Serenísimo Señor Príncipe de Asturias

Mi muy querido hijo: Hallándome resuelto a separarme de los negocios políticos, he determinado renunciar en tí y trasmitirte mis derechos a la corona. En consecuencia, te incluyo el acto de renuncia, que podrás hacer valer cuando juzgues oportuno.

Ruego al Todopoderoso te conceda la dicha de poder restablecer la paz y la unión en nuestra desgraciada patria, haciendo así la felicidad de todos los españoles.

Desde hoy tomo el título de conde de Molina, bajo el cual quiero ser conocido en adelante.

Bourges 18 de mayo de 1845.

Firmado. – Carlos.

Abdicación de S. M.

Cuando a la muerte del rey D. Fernando VII, mi muy querido hermano y señor, la divina Providencia me llamó al trono de España, confiándome el bien de la monarquía y la felicidad de los españoles, lo consideré como un deber sagrado; penetrado de sentimientos de humanidad y confianza en Dios, he consagrado mi existencia entera a cumplir tan difícil y penosa misión.

En España como fuera de ella, al frente de mis fieles súbditos, y hasta en la soledad del cautiverio, la paz de la monarquía ha sido constantemente mi único anhelo y el fin principal de mis desvelos. En todas partes mi corazón paternal ha deseado ardientemente el bien de los españoles. He debido respetar mis derechos, pero no he ambicionado jamás el poder; por lo tanto mi conciencia se halla tranquila.

Después de tantos esfuerzos, tentativas y sufrimientos soportados sin éxito, la voz de esta misma conciencia y los consejos de mis amigos, me hacen conocer que la divina Providencia no me tiene reservado el cumplir el cargo que me había impuesto, y que es llegado el momento de trasmitirlo al que los decretos del altísimo llaman a sucederme.

Renunciando pues como renuncio a los derechos que mi nacimiento y la muerte del rey don Fernando VII, mi augusto hermano y señor, me dieron a la corona de España, trasmitiéndolos a mi hijo primogénito Carlos Luis, príncipe de Asturias, y comunicándolo a la España y a la Europa por los solos medios de que puedo disponer, cumplo un deber que mi conciencia me dicta, y me retiro a vivir libre de toda ocupación política, y pasaré lo que me queda de vida en la tranquilidad doméstica y en la paz de una conciencia pura, rogando a Dios por la felicidad, la gloria y la grandeza de mi amada patria.

Bourges 18 de mayo de 1845.

Firmado. – Carlos.

Contestación del Sermo. Sr. príncipe de Asturias

Mi muy amado padre y señor: He leído con el más profundo respeto la carta con que V. M. me ha honrado en este día y el acto que la acompañaba. Cual hijo obediente y sumiso, mi deber es conformarme con la soberana voluntad de V. M.; así tengo la honra de elevar a sus reales pies el acto de aceptación.

Imitando el buen ejemplo que V. M. me da, tomo desde este día y por el tiempo que crea oportuno el título de conde de Montemolín.

Quiera el cielo, oyendo mis fervientes ruegos, colmar a V. M. de toda suerte de prosperidades, como le pido y pedirá constantemente su más respetuoso hijo.

Bourges 18 de mayo de 1845.

Firmado. – Carlos Luis.

Aceptación

Me he enterado con filial resignación de la determinación que el rey mi augusto padre y señor me ha comunicado en este día, y aceptando como acepto los derechos y deberes que su voluntad me trasmite, asumo una carga que procuraré cumplir con el auxilio divino, con los mismos sentimientos y el mismo celo por el bien de la monarquía y la felicidad de España.

Bourges 18 de mayo de 1845.

Firmado. – Carlos Luis.