El ánimo solícito y turbado
Apariencia
- Soneto 172
El ánimo solícito y turbado, como se ve en el mar la inquieta boya miraba Albano el campo en que fue Troya de fuego un tiempo y de dolor cercado. Adonde el Ilión se vio fundado, que ya la fama en su grandeza apoya, y estuvo la greciana, hurtada joya, vio la ceniza convertida en prado. Estuvo un rato así, mas dijo luego: ¡Oh campos, ya de fuego, en mis dolores y en vuestro ejemplo mis consuelos fío! Que si en lugar que cupo tanto fuego, ahora veo verde hierba y flores, también podrá tener templanza el mío.