El caballero de Olmedo/Acto III
Acto III
Suenen atabales y entren con lacayos y | |
rejones DON RODRIGO y DON FERNANDO.
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RODRIGO | Poca dicha. |
FERNANDO | Malas suertes. |
RODRIGO | ¡Qué pesar! |
FERNANDO | ¡Qué se ha de hacer! |
RODRIGO | Brazo, ya no puede ser que en servir a Inés aciertes. |
FERNANDO | Corrido estoy. |
RODRIGO | Yo, turbado. |
FERNANDO | Volvamos a porfiar. |
RODRIGO | Es imposible acertar un hombre tan desdichado. |
FERNANDO | No ha errado el hombre ninguna. |
RODRIGO | Que la ha de errar os prometo. |
FERNANDO | Un hombre favorecido, Rodrigo, todo lo acierta. |
RODRIGO | Abriole el amor la puerta, y a mí, Fernando, el olvido. |
FERNANDO | Vos tenéis justos enojos. Él es galán caballero, |
RODRIGO | La patria me desatina; mucho parece mujer |
FERNANDO | De siempre ingrata culpada: son ejemplos Roma y Grecia. |
VOZ 1 | ¡Brava suerte! |
VOZ 2 | ¡Con qué gala quebró el rejón! |
FERNANDO | ¿Qué aguardamos? Tomemos caballos. |
RODRIGO | Vamos. |
VOZ 1 | Nadie en el mundo le iguala. |
FERNANDO | ¿Oyes esa voz? |
RODRIGO | No puedo sufrirlo. |
FERNANDO | Aún no lo encareces. |
VOZ 1 | ¡Vítor setecientas veces el Caballero de Olmedo! |
RODRIGO | ¿Qué suerte quieres que aguarde, Fernando, con estas voces? |
FERNANDO | Es vulgo, ¿no le conoces? |
VOZ 1 | ¡Dios te guarde, Dios te guarde! |
RODRIGO | ¿Qué más dijeran al Rey? Mas bien hacen: digan, rueguen |
FERNANDO | Fue siempre bárbara ley seguir aplauso vulgar |
RODRIGO | Él viene a mudar caballo. |
FERNANDO | Hoy tiene la fortuna en su lugar. |
Salen TELLO, con rejón y librea, y DON ALONSO. | |
TELLO | ¡Valientes suertes, por Dios! |
ALONSO | Dame, Tello, el alazán. |
TELLO | Todos el lauro nos dan. |
ALONSO | ¿A los dos, Tello? |
TELLO | A los dos; que tú a caballo, y yo a pie, |
ALONSO | ¡Qué bravo, Tello, has andado! |
TELLO | Seis toros desjarreté, como si sus piernas fueran |
FERNANDO | Volvamos, Rodrigo, a entrar, que por dicha nos esperan, |
RODRIGO | A vos, don Fernando, sí; a mí no, si no es que a mí |
Vanse los dos. |
TELLO | Aquéllos te están mirando. |
ALONSO | Ya los he visto envidiosos de mis dichas, y aun celosos |
TELLO | ¡Bravos favores te ha hecho con la risa!: que la risa |
ALONSO | ¡Ay, Inés mía! ¡Si quisiese la fortuna |
TELLO | Sí harás, como la ocasión deste don Rodrigo pase; |
ALONSO | Fabia se ha quedado en casa; mientras una vuelta doy |
TELLO | Bien dices; duerman con gusto, pues es forzosa ocasión |
ALONSO | Yo entro.
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Vase DON ALONSO. |
TELLO | Guárdete el cielo. Pues puedo hablar sin recelo, |
Sale FABIA. | |
FABIA | ¡Jesús, Tello! ¿Aquí te hallo? ¡Qué buen modo de servir |
TELLO | No alteres lo venerable, pues eres |
FABIA | ¿Cómo ha andado? |
TELLO | Bien ha andado, porque yo le acompañé. |
FABIA | ¡Extremado fanfarrón! |
TELLO | Pregúntalo al Rey, verás cuál de los dos hizo más; |
FABIA | ¡Bravo favor! |
TELLO | Más quisiera los tuyos. |
FABIA | ¡Oh, quién te viera! |
TELLO | Esa hermosura bastaba para que yo fuera Orlando. |
FABIA | Y ¿cuántas tejas quebró? |
TELLO | Eso al dueño, que no a mí. Dile, Fabia, a tu señora, |
FABIA | ¿Yo favor? |
TELLO | Paga mi amor. |
FABIA | ¿Que yo tus hazañas causo? Basta, que no lo sabía. |
TELLO | Tus ojos. |
FABIA | Pues darete sus antojos. |
TELLO | Por caballo, Fabia mía, quedo confirmado ya. |
FABIA | Propio favor de lacayo. |
TELLO | Más castaño soy que bayo. |
FABIA | Mira cómo andas allá, que esto de ne nos inducas |
TELLO | Lo atacado y el cuidado volverán por mi decoro. |
FABIA | Para un desgarro de un toro, ¿qué importa estar atacado? |
TELLO | Que no tengo a toros miedo. |
FABIA | Los de Medina hacen riza, porque tienen ojeriza |
TELLO | Como ésos ha derribado, Fabia, este brazo español. |
FABIA | ¡Más que te ha de dar el sol adonde nunca te ha dado! |
VOZ 1 | Cayó don Rodrigo. |
ALONSO | ¡Afuera! |
VOZ 2 | ¡Qué gallardo, qué animoso |
don Alonso le socorre! | |
VOZ 1 | Ya se apea don Alonso. |
VOZ 2 | ¡Qué valientes cuchilladas! |
VOZ 1 | Hizo pedazos el toro.
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Salgan los dos y DON ALONSO teniéndole. |
ALONSO | Aquí tengo yo caballo; que los vuestros van furiosos |
RODRIGO | Con vos le cobro. La caída ha sido grande. |
ALONSO | Pues no será bien que al coso volváis; aquí habrá criados |
Vase, y sale DON FERNANDO. | |
FERNANDO | ¿Qué es esto? ¡Rodrigo, y solo! ¿Cómo estáis? |
RODRIGO | Mala caída, mal suceso, malo todo; |
FERNANDO | ¡Que sucediese a los ojos del Rey y que viese Inés |
RODRIGO | Estoy loco. No hay hombre tan desdichado, |
FERNANDO | Él sabrá ponerse en cobro. |
RODRIGO | Mal conocéis a los celos. |
FERNANDO | ¿Quién sabe que no son monstruos? Mas lo que ha de importar mucho |
Salen el REY, el CONDESTABLE y criados.
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REY | Tarde acabaron las fiestas; pero ellas han sido tales, |
CONDESTABLE | Dije a Medina que aprestas para mañana partir; |
REY | Cuando venga, pienso que será mejor. |
CONDESTABLE | Haga este gusto a Medina Vuestra Alteza. |
REY | Por vos, sea, aunque el Infante desea |
CONDESTABLE | Galán y bizarro ha estado el caballero de Olmedo. |
REY | ¡Buenas suertes, Condestable! |
CONDESTABLE | No sé en él cuál es mayor, la ventura o el valor, |
REY | Cualquiera cosa hace bien. |
CONDESTABLE | Con razón le favorece Vuestra Alteza. |
REY | Él lo merece y que vos le honréis también. |
Vanse, y salen DON ALONSO y TELLO, de noche. | |
TELLO | Mucho habemos esperado, ya no puedes caminar. |
ALONSO | Deseo, Tello, escusar a mis padres el cuidado: |
TELLO | Si hablas a Inés, ¿qué importa, señor, que estés |
ALONSO | No hará, que el alma me avisará |
TELLO | Parece que hablan en ellas, y que es, en la voz, Leonor. |
ALONSO | Y lo dice el resplandor que da el sol a las estrellas. |
LEONOR, en la reja. | |
LEONOR | ¿Es don Alonso? |
ALONSO | Yo soy. |
LEONOR | Luego mi hermana saldrá, porque con mi padre está |
ALONSO | Entra, Tello. |
TELLO | Si después cerraren y no saliere, |
LONSO | ¿Cuándo, Leonor, podré entrar con tal libertad aquí? |
LEONOR | Pienso que ha de ser muy presto, porque mi padre de suerte |
Sale DOÑA INÉS a la reja. | |
INÉS | ¿Con quién hablas? |
LEONOR | Con Rodrigo. |
INÉS | Mientes, que mi dueño es. |
ALONSO | Que soy esclavo de Inés al cielo doy por testigo. |
INÉS | No sois sino mi señor. |
LEONOR | Ahora bien quiéroos dejar, que es necedad estorbar, |
INÉS | ¿Cómo estáis? |
ALONSO | Como sin vida. Por vivir os vengo a ver. |
INÉS | Bien había menester la pena desta partida, |
ALONSO | Mis padres son la causa. |
INÉS | Tenéis razón; mas dejadme que lo sienta. |
ALONSO | Yo lo siento, y voy a Olmedo, dejando el alma en Medina: |
INÉS | Pena me has dado y temor con tus miedos y recelos; |
ALONSO | Ni tú que han sido estas imaginaciones |
LEONOR | sale a la reja. |
INÉS | Leonor vuelve. ¿Hay algo? |
LEONOR | Sí. |
ALONSO | ¿Es partirme? |
LEONOR | Claro está. Mi padre se acuesta ya |
INÉS | Vete, Alonso, vete. Adiós. No te quejes, fuerza es. |
ALONSO | ¿Cuándo querrá Dios, Inés, que estemos juntos los dos? |
Al entrar, una SOMBRA con una máscara negra y sombrero, y | |
puesta la mano en el puño de la espada, se le ponga delante.
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ALONSO | ¿Qué es esto? ¿Quién va? De oírme no hace caso. ¿Quién es? Hable. |
SOMBRA | Don Alonso. |
ALONSO | ¿Cómo? |
SOMBRA | Don Alonso. |
ALONSO | No es posible. Mas otro será, que yo |
Vase. |
Salen DON RODRIGO, DON FERNANDO, MENDO y LAÍN.
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RODRIGO | Hoy tendrán fin mis celos y su vida. |
FERNANDO | Finalmente, ¿venís determinado? |
RODRIGO | No habrá consejo que su muerte impida, después que la palabra me han quebrado. |
FERNANDO | Por la misma razón yo no tratara de más venganza. |
RODRIGO | ¡Vive Dios, Fernando, que fuera de los dos bajeza clara! |
FERNANDO | No la hay mayor que despreciar amando. |
RODRIGO | Si vos podéis, yo no. |
MENDO | Señor, repara en que vienen los ecos avisando |
RODRIGO | Si viene acompañado, miedo tiene. |
FERNANDO | No lo creas, que es mozo temerario. |
RODRIGO | Todo hombre con silencio esté escondido. Tú, Mendo, el arcabuz, si es necesario, |
FERNANDO | ¡Qué inconstante es el bien, qué loco y vario! Hoy a vista de un rey salió lucido, |
ALONSO | Lo que jamás he temido, que es algún recelo o miedo, |
Canten desde lejos en el vestuario, y | |
véngase acercando la voz, como que camina.
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VOZ | Que de noche le mataron al caballero, |
ALONSO | ¡Cielos! ¿Qué estoy escuchando? Si es que avisos vuestros son, |
LA VOZ | Sombras le avisaron que no saliese, |
ALONSO | ¡Hola, buen hombre, el que canta! |
LABRADOR | ¿Quién me llama? |
ALONSO | Un hombre soy |
que va perdido. | |
LABRADOR | Ya voy. Sale un LABRADOR. |
ALONSO | (Todo me espanta.) ¿Dónde vas? |
LABRADOR | A mi labor. |
ALONSO | ¿Quién esa canción te ha dado, que tristemente has cantado? |
LABRADOR | Allá en Medina, señor. |
ALONSO | A mí me suelen llamar el Caballero de Olmedo, |
LABRADOR | No puedo deciros deste cantar |
ALONSO | En mi nobleza, fuera ese temor bajeza. |
LABRADOR | Muy necio valor tenéis. Volved, volved a Medina. |
ALONSO | Ven tú conmigo. |
LABRADOR | No puedo. |
ALONSO | ¡Qué de sombras finge el miedo! ¡Qué de engaños imagina! |
Salgan DON RODRIGO y DON FERNANDO y su gente. | |
RODRIGO | ¿Quién va? |
ALONSO | Un hombre. ¿No me ven? |
FERNANDO | Deténgase. |
ALONSO | Caballeros, si acaso necesidad |
RODRIGO | Quítese las armas luego. |
ALONSO | ¿Para qué? |
RODRIGO | Para rendillas. |
ALONSO | ¿Saben quién soy? |
FERNANDO | El de Olmedo, el matador de los toros, |
ALONSO | Si fuérades a lo menos nobles vosotros, allá, |
RODRIGO | Yo vengo a matar, no vengo a desafíos, que, entonces, |
Disparen dentro. | |
ALONSO | Traidores sois; pero sin armas de fuego |
FERNANDO | ¡Bien lo has hecho, Mendo! |
ALONSO | ¡Qué poco crédito di a los avisos del cielo! |
Sale TELLO.
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TELLO | Pena me dieron estos hombres que a caballo |
ALONSO | ¡Dios mío, piedad! ¡Yo muero! Vos sabéis que fue mi amor |
TELLO | De lastimosas quejas siento tristes ecos. |
ALONSO | ¿Quién es? |
TELLO | ¡Ay, Dios! ¿Por qué dudo lo que veo? |
ALONSO | Seas bien venido, Tello. |
TELLO | ¿Cómo, señor, si he tardado? ¿Cómo, si a mirarte llego |
ALONSO | Tello, Tello, ya no es tiempo más que de tratar del alma. |
TELLO | ¡Qué buenas nuevas les llevo de las fiestas de Medina! |
Salen DON PEDRO, DOÑA INÉS, DOÑA | |
LEONOR, FABIA y ANA. | |
INÉS | ¿Tantas mercedes ha hecho? |
PEDRO | Hoy mostró con su real mano, heroica y liberal, |
LEONOR | ¿Previene ya su partida? |
PEDRO | Sí, Leonor, por el Infante, que aguarda al Rey en Toledo. |
LEONOR | Con razón estás contento. |
PEDRO | Alcaide de Burgos soy. Besad la mano a Su Alteza. |
INÉS | ¡Ha de haber ausencia, Fabia! |
FABIA | Más la fortuna te agravia. |
INÉS | No en vano tanta tristeza he tenido desde ayer. |
FABIA | Yo pienso que mayor daño te espera, si no me engaño, |
INÉS | ¿Qué mayor mal que la ausencia, pues es mayor que morir? |
PEDRO | Ya, Inés, ¿qué mayores bienes pudiera yo desear, |
INÉS | Pues tu obediencia no es parte que mi propósito tuerza. |
PEDRO | Yo no la sé. |
LEONOR | Pues yo por ti la diré, Inés, como no te ofendas. |
PEDRO | Mi amor se queja de tu rigor, |
LEONOR | Tiene inclinación Inés a un caballero, después |
PEDRO | Pues si él tiene calidad y tú le tienes amor, |
LEONOR | Es don Alonso Manrique. |
PEDRO | Albricias hubiera dado. ¿El de Olmedo? |
LEONOR | Sí, señor. |
PEDRO | Es hombre de gran valor, y desde agora me agrado |
INÉS | Señor, Leonor se adelanta; que la inclinación no es tanta |
PEDRO | Yo no quiero examinarte, sino estar con mucho gusto |
INÉS | Beso mil veces tus pies. Loca de contento estoy, |
FABIA | El parabién te doy, (si no es pésame después). |
LEONOR | El Rey. |
PEDRO | Llegad a besar su mano. |
INÉS | ¡Qué alegre llego! |
Salen el REY, el CONDESTABLE y gente, | |
y DON RODRIGO y DON FERNANDO. | |
PEDRO | Dé Vuestra Alteza los pies, por la merced que me ha hecho |
REY | Tengo bastante satisfación |
PEDRO | Por lo menos lo deseo. |
REY | ¿Sois casadas? |
INÉS | No, señor. |
REY | ¿Vuestro nombre? |
INÉS | Inés. |
REY | ¿Y el vuestro? |
LEONOR | Leonor. |
CONDESTABLE | Don Pedro merece tener dos gallardos yernos, |
REY | ¿Quién son? |
RODRIGO | Yo, señor, pretendo, con vuestra licencia, a Inés. |
FERNANDO | Y yo a su hermana le ofrezco la mano y la voluntad. |
REY | En gallardos caballeros emplearéis vuestras dos hijas, |
PEDRO | Señor, no puedo dar a Inés a don Rodrigo, |
REY | Yo os prometo que la primera encomienda |
RODRIGO | ¡Extraño suceso! |
FERNANDO | Ten prudencia. |
REY | ...porque es hombre de grandes merecimientos. |
Sale TELLO. | |
TELLO | Dejadme entrar. |
REY | ¿Quién da voces? |
CONDESTABLE | Con la guarda un escudero que quiere hablarte. |
REY | Dejadle. |
CONDESTABLE | Viene llorando y pidiendo justicia. |
REY | Hacerla es mi oficio. Eso significa el cetro. |
TELLO | Invictísimo don Juan, que del castellano reino, |
REY | ¡Extraño caso! |
INÉS | ¡Ay de mí! |
PEDRO | Guarda lágrimas y extremos, Inés, para nuestra casa. |
INÉS | Lo que de burlas te dije, señor, de veras te ruego. |
REY | Dime, pues pudiste conocerlos, |
TELLO | Presentes están, Señor: don Rodrigo es el primero, |
CONDESTABLE | El delito es manifiesto, su turbación lo confiesa. |
RODRIGO | Señor, escucha... |
REY | Prendedlos, y en un teatro mañana |