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El complejo de ratón/Para ser torero....

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Para ser torero....


Cuando vamos al médico, no le pedimos sus calificaciones, sino únicamente nos fiamos de apariencias tales como el edificio, el tamaño del consultorio, la decoración, los diplomas colgados en la pared, el título y la recomendación de nuestra comadre. Si la enfermedad es grave, el médico debe cobrar caro, por que si cobra poco, no es el médico adecuado.


Por cierto, el consultorio se lo regaló su papá, la decoración es de su esposa, los diplomas son de convenciones y de seminarios a los que asistió solo de "lejecitos", y así, como si fuera gente seria y responsable, nos examina muy callado y nos deja ver su Rolex (nos tranquiliza pensar que si le va bien es por que es bueno); ya con el tiempo uno se da cuenta de que son dos hechos totalmente distintos.

Si usted hizo un gesto de incredulidad al leer lo anterior, pregúntele por su compañero el chaparrito, era el más aplicado, sabía de todo, pero no parecía médico, nunca atendió fuera del Seguro Social y los pacientes siempre preguntaban por un doctor cuando lo veían. No basta ser un buen doctor, hay que parecerlo.