El cura
Apariencia
Es el Cura... Lo han visto las crestas silenciarías, luchando de rodillas con todos los reveses, salvar en pleno invierno los riesgos montañeses o trasponer de noche las rutas solitarias. De su mano propicia, que hace crecer las mieses, saltan como sortijas gracias involuntarias; y en su asno taumaturgo de indulgencias plenarias, hasta el umbral del cielo lleva a sus feligreses... El pase del hisopo al zueco y la guadaña; él ordeña la pródiga ubre de su montaña para encender con oros el pobre altar de pino; de sus sermones fluyen suspiros de albahaca; el único pecado que tiene es un sobrino... Y su piedad humilde lame como una vaca.