El destino
Apariencia
Del grueso tronco del mejor madero, suele arbitrariamente el artesano, hacer que salga de su docta mano el asiento que ocupa un zapatero: Toma otras veces este mismo obrero una porción del leño más villano, y forma con instinto soberano el busto de una diosa o un guerrero. El destino también inicuamente al artífice imita en sus deslices, haciendo venturoso al delincuente; y aquellos que debieran ser felices por sus nobles virtudes, inclemente los deja miserables e infelices.