El gorrión y la liebre
Apariencia
Un maldito Gorrión así decía A una Liebre que una Águila oprimía: «No eres tú tan ligera, Que si el perro te sigue en la carrera, Lo acarician y alaban como al cabo Acerque sus narices a tu rabo? Pues empieza a correr, ¿qué te detiene?» De este modo la insulta, cuando viene El diestro Gavilán y la arrebata. El preso chilla, el prendedor lo mata; Y la Liebre exclamó: «Bien merecido. ¿Quién te mandó insultar al afligido, Y a más, a más meterte a consejero, No sabiendo mirar por ti primero?»