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El honroso atrevimiento/Acto I

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El honroso atrevimiento
de Tirso de Molina
Acto I

Acto I

Sale LISAURO, como en su casa;
HONORATO, viejo;
DIODORO y VERINO, desenvainadas las espadas.


  

LISAURO

Cogido nos habéis de sobresalto,
y del son que venís tanto me pesa
cuanto me hallo de socorro falto.


HONORATO

El peligro, Lisauro, nos da priesa;
siguiéndome vendrán desde Rialto 5
mis enemigos, que tendrán la presa
por cierta, y su venganza por sin duda,
si no nos dais para huir ayuda.


LISAURO

Acostados están todos en casa,
y no os será seguro el despertallos, 10
ni mientras el furor que tenéis pasa
de Venecia os podrán sacar caballos,
porque en ella la tierra es tan escasa
cuanto pródigo el mar por excusallos;
que es tan casero y manso aquí que fragua, 15
cual veis, en vez de piedras, calles de agua.
Mas ¿qué ocasión la ha dado a que el consejo
de vuestras canas no haya reprimido
vuestro enojo, Honorato?

HONORATO

Es en el viejo
la ira más cruel, cuando, atrevido 20
el mozo a su respeto, que de espejo
le ha de servir, se arroja: hame ofendido
un mozo mercader; pero ¿qué importa
ser hielo la vejez si el hielo corta?
Averiguando cuentas Feliciano 25
conmigo, porque aquesta Señoría
en Marte y en Mercurio cortesano
funda la dicha de su monarquía,
quiso, tras un mentís, alzar la mano;
pero la mía, aunque caduca y fría, 30
sacó la daga que en su pecho necio
vengó su atrevimiento y mi desprecio.
Acudieron sus deudos y parientes,
y tomando por suya aquesta ofensa,
sacaron armas, convocaron gentes, 35
y la que vino fue, Lisardo, inmensa;
mas Verino y Diodoro que, obedientes,
dieron a mi valor nueva defensa
y a su amor filial fama debida,
vida me dieron, si les di la vida. 40
Sacáronme en los brazos, y saltando
en una de las góndolas compuestas
que, en vez de coches, olas van surcando
por calles de agua a su humedad opuestas,
a pesar de los deudos que gritando 45
hacían sus injurias manifiestas,
doblando esquinas, con la noche escura
nos trajo a vuestra casa mi ventura.
Considera cuán cierta está mi muerte
si no me da favor vuestra nobleza.

LISAURO

Aunque el Senado de la misma suerte
castiga a quien ayuda la flaqueza
del que huye su rigor; por ser tan fuerte
la ocasión y importaros la presteza,
por lo menos la vida, noble viejo, 55
obras os quiero dar, palabras dejo.
En mi góndola entrad los tres conmigo,
que, con la oscuridad, de marineros
vestidos, llegaremos a Rovigo,
seguro asilo de sucesos fieros; 60
en ella os dejaré, Honorato amigo,
crédito en mercaderes y dineros,
que la Justicia ya os tendrá embargada
vuestra copiosa hacienda, bien ganada.


HONORATO

No es bien que tal valor, Lisauro, ofenda 65
con agradecimientos que, prolijos,
del lisonjero suelen ser la hacienda,
pagando en viento beneficios fijos;
si permite la ley que un padre venda
en la necesidad sus mismos hijos, 70
éstos mis hijos son, servíos con ellos,
aunque no es presentároslos vendellos.


VERINO

En el cielo, Lisauro amigo, espero
que ocasión me dará en que satisfaga
la merced que al silencio dejar quiero. 75


DIODORO

Si Aristóteles dijo que no hay paga
que iguale al beneficio que es primero,
pues por más que un amigo después haga,
siempre se queda en pie el haberle dado
tu amigo el beneficio adelantado, 80
mal podremos pagar; mas quien ofrece
lo que tiene, Lisauro, libre queda.

LISAURO

Tiempo habrá, amigo, aunque veis florece
mi dicha, en que cobrar de los tres pueda
esta amistad que vuestra fe merece; 85
y quiera Dios no sea en la moneda
misma que os doy.


HONORATO

Las almas obligamos.


LISAURO

Segura es la hipoteca; vamos.


TODOS

Vamos.

(Vanse.)

Salen FILIBERTO, como justicia;
LELIO y otros.


  

FILIBERTO

No quede en toda la casa
pieza que dejes sin ver. 90
 
(Entran algunos dentro.)

LELIO

Visto los han esconder
en ella.


FILIBERTO

(Aparte.)
  
El amor me abrasa
de Fulgencia, esposa bella
de Lisauro, y ha buscado
mi amor con andar vendado 95
esta ocasión para vella.


LELIO

(Aparte.)
  
Los amores de Fulgencia
me traen tan fuera de mí,
que esta ocasión busqué aquí
para gozar su presencia. 100


FILIBERTO

Lelio: ¿a qué has venido acá?


LELIO

¿Qué haces aquí, Filiberto?


FILIBERTO

Yo he sido amigo del muerto,
y su venganza me da
ocasión para prender 105
al autor de esta crueldad.

LELIO

Y yo debo a su amistad
tanto, que me obliga a hacer
las diligencias debidas
a su venganza.


FILIBERTO

¿Qué oficio 110
de justicia tan propicio
del muerto te hace que pidas
su venganza?


LELIO

¿Pues tú tienes
cargo de prender
o soltar, que a reprender 115
de aqueste modo me vienes?


FILIBERTO

El Dux de Venecia es
mi padre.


LELIO

Yo soy tu hermano.


FILIBERTO

Yo el mayor.


LELIO

Y yo el que gano
fama de más interés 120
en Venecia; mas ¿qué importa
el ser mayor o menor?
¿Es mayorazgo el amor
que ha de heredarse? Reporta
tus ímpetus, no me den 125
ocasión que sin prudencia...


FILIBERTO

Yo vengo a ver a Fulgencia.


LELIO

Yo vengo a vella también.


FILIBERTO

¿Sabes que es mujer casada?


LELIO

Pues ¿eres tú su marido?

FILIBERTO

No; pero si aquí he venido
es porque sea respetada,
si está su marido ausente,
de la Justicia atrevida
que en busca del homicida 135
suele tratar libremente
y aun sin respeto a cualquiera
que se le opone, y volver
por una noble mujer
que fácilmente se altera 140
es forzosa obligación
de quien nobleza profesa.


LELIO

¿Que sola la causa es ésa?


FILIBERTO

Temo que la confusión
de ver de noche en su casa 145
la Justicia ha de inquietalla,
y así vengo a sosegalla,
no porque su amor me abrasa.
Por más sospechas que cobres
sólo defendella intenta 150
mi nobleza.


LELIO

Pues ¿qué cuenta
tienes, Judas, con los pobres?
Como jamás has tenido
en aquesta casa entrada
solamente dedicada 155
al honor de su marido;
como dádivas desprecia
y papeles no recibe,
aunque satisfecha vive
de que es el Dux de Venecia 160
tu padre y sabe el poder
de tu libertad liviana;
como ni en calle y ventana
ni en puerta la puedes ver,
por más trazas que imaginas, 165
pues, cuando en casa no está
la góndola donde va
lleva echadas las cortinas,
¿qué perseveras tu entrada
en esta casa?

FILIBERTO

Pintado 170
te has a ti mismo, que has dado
a malicia tan fundada
principio, siendo su autor,
porque si yo vine aquí
es por defender de ti 175
su reputación y honor;
que eres mi hermano, y no es justo
que sufra que a tal mujer
mi hermano intente ofender.


LELIO

Eres un santo; yo gusto 180
de verte tan reformado
que a mí me reformas ya;
pero si el honor te da
aquella dama cuidado,
salgamos los dos de aquí 185
y quedaré satisfecho,
porque lo mismo sospecho
que tú sospechas de mí.
La Justicia hará su oficio
quedando sin detrimento 190
Fulgencia.


FILIBERTO

Yo soy contento.


LELIO

Vete, pues, que eso codicio.


FILIBERTO

No te quedes tú aquí, pues.


LELIO

¿Yo quedarme? Ya me voy.
 
(Aparte.)
  
Luego vuelvo.


FILIBERTO

(Aparte.)
 
Luego soy 195
aquí.


LELIO

¿Vaste?


FILIBERTO

¿No lo ves?
 
(Vanse.)

Salen CANDADO, medio desnudo,
con un candil y dos Alguaciles.

  

ALGUACIL 2.º

Llevadle preso si niega
dónde tienen escondido
al homicida atrevido.


CANDADO

Señores, en la bodega 200
pienso que está. ¿Quién me trajo
a sufrir tantos enojos?


ALGUACIL

¿Vístele?


CANDADO

Por estos ojos.


ALGUACIL 2.º

¿Qué talla tiene?


CANDADO

Altibajo,
aunque luengo de estatura, 205
bermejo, barbiponiente,
dos verrugas en un diente,
mulato en la catadura.


ALGUACIL 1.º

¡Villano! ¿Disparatáis?


CANDADO

¿He de hablar verdad?


ALGUACIL 1.º

¿Pues no? 210


CANDADO

Señores, mal haya yo
si sé por quién pescudáis.
Si alguna mujer buscáis
que en mercancía se vende
y como lechuza o duende 215
huye, ¿qué me pescudáis?
No gasto esa fruta yo;
otros pisen ese lodo,
que yo estoy del mismo modo
que mi madre me parió, 220
tan virgen como una miel,
que si en tienda, sin habella,
venden carne de doncella,
yo soy carne de doncel.
Y con esto adiós, que tengo 225
un sueño que reposar.


ALGUACIL 2.º

No hay aquí disimular;
llevadle preso.


CANDADO

No vengo
en eso; ¿por qué pecados?


ALGUACIL 1.º

¡Vaya!


CANDADO

Señor alguacil, 230
¿mas que si soplo el candil
que quedan descandilados?

Sale FULGENCIA. Dichos.



FULGENCIA

¿Qué alboroto es éste, cielos?
¿Lisauro, esposo, señor,
vos ausente y mi temor 235
formando tristes recelos?
¿Qué gente es ésta? ¡Ay de mí!


CANDADO

La Josticia es que codicia
her de nosotros josticia.


FULGENCIA

¡Cielos! ¿La Justicia aquí? 240
A Lisauro ha sucedido
algún infeliz suceso.
¿Es muerto Lisauro? ¿Es preso?


ALGUACIL 2.º

Decid, ¿dónde está escondido
el homicida, señora, 245
pues le tenéis encubierto?


FULGENCIA

A alguno Lisauro ha muerto.
¡Ay de mí!


ALGUACIL 1.º

Bien finge y llora.
¡Linda cosa!

Sale FILIBERTO. Dichos.


FILIBERTO

Si a Fulgencia 250
adoro, y si la ocasión
favorece mi opinión,
¿cómo estoy sin su presencia?
¿Cómo vivo si es que muero,
sin ella estando y sin mí? 255
A mi hermano eché de aquí;
Fulgencia es ésta. ¿Qué espero?


FULGENCIA

¡Ay ilustre Filiberto!
¿De noche en mi casa vos
sin mi bien, siendo los dos 260
tan amigos? Él ha muerto
a algún oculto enemigo
envidioso del valor
de Lisauro, mi señor.
Poco ha que estaba conmigo 265
con menos sosiego y gusto
del que su amor me promete;
pero ¿a quién hay que no inquiete
la injuria de un pecho injusto?


FILIBERTO

Señora...

FULGENCIA

Si os hizo Dios 270
hijo del Dux de Venecia,
y suele la adversidad
ser la prueba de la amistad
que más al amigo precia
cuanto le ve en más aprieto, 275
échase ahora de ver
lo mucho que puede hacer
un amigo tan discreto,
que un padre tan poderoso
tiene; ¿qué le pediréis 280
al Dux que dél no alcancéis
por vuestro amigo y mi esposo?


FILIBERTO

(Aparte.)
  
Basta; que piensa Fulgencia
que es Lisauro el matador
que buscan; astuto amor, 285
hoy por vuestra diligencia
mi esperanza ha de alcanzar
el fin de su gusto extraño,
porque con un sabio engaño
a Fulgencia he de gozar. 290

(Alto.)
  
¡Hola! Andad con Dios, que aquí,
cuando el homicida esté,
conmigo le llevaré
preso.


ALGUACIL 2.º

Sea, señor, así.


FILIBERTO

Es noble y no es bien le lleve, 295
Fabio, otro menos que yo.


ALGUACIL 1.º

Comisión el Dux nos dio;
vos haréis lo que se debe
a la Justicia y mandato
de vuestro padre, y así 300
nos vamos.

(Vanse los dos.)

Dichos, menos los Alguaciles.

  

FILIBERTO.

Yo quedo aquí;
idos vos, porque el recato
y secreto es de importancia.


FULGENCIA

Candado, vete.


CANDADO

(Aparte.)
 
Por Dios
que me despiden los dos; 305
no os arriendo la ganancia,
Lisauro.
 
(Alto.)
  
Dejaros quiero
el candil aquí colgado.


FULGENCIA

Anda, necio. ¡Qué pesado
eres siempre y qué grosero! 310


CANDADO

Temo algunas travesuras
que ofendan a mi señor,
que, como es ciego el amor,
hace sus cosas a escuras.
Y el dimoño es tan sotil 315
que, cuando luz os dejara,
aun sospecho que quedara
la honra a moco de candil,
cuanto más en tentación.


FULGENCIA

Necias sospechas produces. 320


CANDADO

Plegue a Dios no hagáis dos luces
como candil de mesón.
Mas ya a amanecer comienza,
y con luz, aunque haya amor,
no haréis nada, que el honor 325
con luz está a la vergüenza.
(Vase.)

FULGENCIA y FILIBERTO.

  

FULGENCIA

Solos habemos quedado,
que el deseo de saber
de Lisauro pudo hacer
mi honor menos recatado 330
que acostumbra, Filiberto.
Decid: ¿qué desgracia ha sido
la que el cielo ha permitido
por mi mal? ¿A quién ha muerto
mi esposo? Que pierdo el seso. 335


FILIBERTO

(Aparte.)
  
¿Qué haré yo, pobre de mí,
que ha tanto que le perdí?


FULGENCIA

No dilatéis el suceso.


FILIBERTO

No haré. ¿Quién duda, señora,
que sabréis qué es afición, 340
pues su tirana pasión
os sale a la cara agora?
Llamaron sol al amor
por ser tan universal
que no hay planta ni animal 345
que no goce su favor.
Y si es su eficacia tanta
que hasta las plantas rindió,
¿qué milagro que ame yo,
pues soy hombre y no soy planta? 350
Ama el hombre su trasunto,
que tengo amor os confieso.


FULGENCIA

Pues ¿qué tiene que ver eso,
señor, con lo que os pregunto?

FILIBERTO

Importa a la libertad 355
de Lisauro apetecida
que ame yo, porque su vida
pende de mi voluntad.
No está Lisauro hasta agora
muerto, preso y ofendido, 360
que le ha guardado y servido
quien os tiene amor, señora.
¿Veis lo mucho que importó
el amor que en vuestro amparo
y de Lisauro os declaro? 365
Que vive él porque amo yo.


FULGENCIA

Porque le amáis, es verdad,
que mi esposo tendrá vida,
que es un alma repartida
en dos cuerpos la amistad. 370
Y repartida en los dos,
no es mucho que procuréis
que él viva, que quedaréis,
si él muere, sin alma vos.


FILIBERTO

Como vos queráis, bien cierto 375
es que Lisauro tendrá
la vida que a riesgo está,
porque a un ciudadano ha muerto.
Yo os amo, Fulgencia mía;
ningún imposible os pido, 380
y el premio que os he ofrecido
imposibles merecía.
El Dux de Venecia es
mi padre, yo vuestro amante;
el peligro está delante 385
y delante el interés.
Dad gusto a mi amor violento,
pues con él aseguráis
vuestro esposo, y nos dejáis
a él con vida, a mí contento. 390
Lisauro...

FULGENCIA

Al discurso necio
poned fin, vil mercader.
¿Yo el honor en tal vil precio?
Allí en las tiendas falidas,
de las famas que ofendéis, 395
vuestros gustos compraréis,
que venden honras a vidas;
que aquí, donde no llegó
el precio de esas deshonras,
con vidas se compran honras, 400
mas vidas con honras no.
Y adiós, que ese torpe intento
me ofende y causa temor,
porque es espejo el honor
y le mancha hasta el aliento. 405


FILIBERTO

Si no bastan cortesías
para quien no las entiende,
amor es rey y no ofende.


FULGENCIA

Un rey no hace tiranías.


FILIBERTO

Dadme esos brazos por fuerza, 410
que el amor es guerra ya,
y cuando no se la da
puede rendir una fuerza.


FULGENCIA

Suelta las manos, villano.


FILIBERTO

Ten de mis males clemencia. 415

Sale LELIO. Dichos.


LELIO

Todo es muerte sin Fulgencia;
mas con ella está mi hermano.
Suelta, atrevido, la mano
o soltaré a la ira el freno
que tu torpe amor condeno, 420
pues en aquesta ocasión
te hallo, como el ladrón,
la mano en tesoro ajeno.
Suelta, que no es lazo igual
el que tu amor manifiesta, 425
porque en mano tan honesta
la tuya parece mal.
Si amor con lazo inmortal
nudo de almas puede hacer,
Alejandro sabré ser 430
que, contra el tuyo importuno,
mostraré que todo es uno
el desatar y el romper.


FILIBERTO

Cansado predicador,
¿qué es lo que buscáis aquí 435
que me reprendes a mí
siendo mi hermano menor?
Tienes envidia a mi amor
y cúlpasle; pero en vano,
que hoy tengo que ser tirano 440
de quien sin seso apeteces.


LELIO

Venturoso Adán mil veces,
porque nunca tuvo hermano,
y a no tener reverencia
a la fama y el honor 445
que, contra tu torpe amor,
honra, villano, a Fulgencia,
efectos de mi impaciencia
vierais presto.


FILIBERTO

Este lugar
no es decente para dar 450
a tus injurias castigo;
mas sígueme.


LELIO

Ya te sigo.


FULGENCIA

¡Que esto he venido a escuchar!

 
(Vanse los dos.)

Sale LISAURO. FULGENCIA.


LISAURO

¿Qué es esto? ¿Qué turbación
siento en mi casa? Salido 455
han dos personas. ¿Quién son?


FULGENCIA

¡Ay mi bien! ¿Vienes herido?
¡Que será en mi corazón!


LISAURO

¿Yo herido, esposa querida?
¿Por qué y cómo?


FULGENCIA

No encubráis 460
lo que me tiene afligida.
¿Cómo venís? ¿Cómo estáis?
Ya sé que dejáis sin vida
a un hombre, y así, mi bien,
escondeos y no demos 465
lugar y venganza a quien
entre dudosos extremos
ofende al honor también.


LISAURO

¿Que me esconda yo? ¿Por qué?


FULGENCIA

Todo lo que ha sucedido 470
he sabido.


LISAURO

Mi bien, ¿qué?


FULGENCIA

Un hombre habéis muerto.


LISAURO

¿Yo?
¡Jesús!

FULGENCIA

No sé si os dé fe,
pues, por no darme disgusto,
disimuláis y encubrís 475
más de lo que fuera justo.
Poco os debo.


LISAURO

¿Qué decís,
que jamás con tanto gusto
ni tan libre de temor
he estado? Salí a librar 480
a un amigo, que el favor
no le ha el noble de negar.


FULGENCIA

¿Eso es cierto?


LISAURO

Sí, mi amor.


FULGENCIA

Pues hanme contado a mí
lo contrario.


LISAURO

Pues, bien mío, 485
si fuera verdad, decid,
yo que de vos me confío,
¿negaríalo?


FULGENCIA

Estuvo aquí
quien con engaños, señor,
ha intentado derribar 490
los muros de vuestro honor.


LISAURO

¿Cómo?

FULGENCIA

Ya fuera el callar
hacer traición a mi amor.
Lisauro, señor, esposo,
veneciano ilustre y fuerte 495
a quien dio el piadoso cielo
mayor valor que a otros bienes:
no temas, serena el rostro
si de estos incendios temes
la pérdida del honor 500
que eterno mi amor conserve;
veinte años ha que soy tuya,
aunque me parecen breves,
que amor recíproco gasta
el tiempo pródigamente. 505
Testigo eres, bien mío,
del favor y las mercedes
que yo en tu pecho recibo,
que todo este amor me debes.
Bien sabes que en tantos años 510
no se ha ofrecido accidente
que nuestro constante amor
le divida ni le altere.
Nació entre sus tiernos brazos,
como de su casta fuente, 515
Efigencia, nuestra hija,
que guarde Dios como puede.


LISAURO

No dilates, más, señora,
lo que sabes me conviene;
que alargas más las sospechas 520
que con discursos suspendes.

FULGENCIA

Esta vida y esta gloria
ha mudado en pena y muerte
Filiberto, hijo del Dux,
a quien por amigo tienes. 525
Pasea con blandos pasos
la calle, que los consiente
mirando con tiernos ojos,
no a mí, sino a mis paredes.
Cuando lo vine a saber, 530
temí que el descuido fuese
de mi casa la ocasión
para el amor que pretende;
que yo siempre imaginaba
que, cuando el amor se atreve, 535
era por darle ocasión
las poco cuerdas mujeres.
Di luego en cerrar ventanas
y establecí nuestras leyes
de honestidad y recato 540
que grandes peligros vencen.
Mas él, galán y atrevido,
buscó la ocasión presente
de visitar hoy mi casa;
la Justicia y los jueces 545
entró en ella y descubrió,
con las palabras que suele
un poderoso atrevido,
su libre amor fácilmente.


LISAURO

¿Pretende ese caballero 550
a mi hija, a quien ofenden,
como a doncella tan noble,
las palabras y papeles?
¿Quiso sacar de mi casa
esa prenda de mis bienes, 555
el mayor y más guardado,
para su dichosa suerte?

FULGENCIA

No, señor; porque no fuera
ese amoroso accidente,
si ella puede ser su esposa, 560
digno de llamarse aleve.
A mí me quiere ofender,
mi amor dice que pretende,
mis memorias le enamoran
y mi rigor le entristece. 565
Díjome, porque desea
con sus cautelas vencerme,
que a una persona muy noble
diste en palacio la muerte.
Ofreciome su favor, 570
conocido muchas veces
que por precio de justicia
algunas honras se venden.
De lo que le respondí,
mis ojos que están presentes 575
fueron honrosos testigos,
como suelen serlo siempre.
Esta, señor, es la causa
de que mi temor procede,
y la turbación que el rostro 580
con sus colores ofrece.

LISAURO

Mucha más gloria recibe
quien vence a sus enemigos
que quien sin temerlos vive;
que ellos sirven de testigos 585
con que su valor se escribe.
Y así de vuestra victoria
me resulta mayor gloria
que de las paces pudiera,
que entonces no se tuviera 590
de vuestro valor memoria.
De algún modo a Filiberto
le quedo en obligación,
pues al mundo ha descubierto
con su vana pretensión 595
el valor que en vos advierto;
y así, mi esposa querida,
no le he de quitar la vida
por el honor que os ofrece,
que la virtud resplandece 600
al paso que es perseguida.

(Aparte.)
  
Esto digo, aunque en mí siento
el justo enojo y pasión
de su loco atrevimiento,
que él por sí ya dio ocasión 605
a mi agravio sentimiento.


FULGENCIA

Mira, mi bien, que sospecho
que pones duda en mi fe,
y cuando estás satisfecho,
dudas, acaso, si fue 610
de tanto valor mi pecho.

LISAURO

Eso fuera ya dudar
de la luz que el sol ofrece,
de la inmensidad del mar
y del amor que merece 615
tu amor, mi bien, ensalzar.
Yo estoy ahora ocupado
en un negocio.


FULGENCIA

A morir
si te vas me has condenado;
que nunca suele venir 620
seguro quien sale airado.


LISAURO

Luego, ¿no te fías de mí?


FULGENCIA

De mis desdichas no fío.
¿Vas airado?


LISAURO

Ya perdí
todo el enojo.


FULGENCIA

Bien mío; 625
¿has de volver presto?


LISAURO

Sí.


FULGENCIA

Y qué, ¿no reñirás?


LISAURO

No.


FULGENCIA

Júralo.


LISAURO

Por tu hermosura.


FULGENCIA

¡Nunca te dijera yo
mi desdicha!


LISAURO

Está segura. 630


FULGENCIA

No lo queda quien amó.

(Vanse.)

Salen LELIO y FILIBERTO.


FILIBERTO

Porque la obligación miro y respeto
que a mi padre y señor el Dux se debe,
no he puesto ya mi cólera en efeto
con la venganza que a furor me mueve. 635


LELIO

Siempre el considerado y el discreto,
cuando por ser cobarde no se atreve,
sabe excusar mejor su cobardía
pavonando el temor con cortesía.


FILIBERTO

Eres menor que yo, y así no he hecho 640
estima de tu necio enojo y ira;
pero si alteras más el quieto pecho,
por ti, rapaz, y por tu vida mira.


LELIO

Yo buscaré ocasión que satisfecho
me deje más que ahora, si retira 645
el ver mi padre enfermo mi venganza,
que si no, yo cumpliera mi esperanza.
(Vase.)

FILIBERTO, solo.


FILIBERTO

Descomedido amor, infame cuenta
de mi sangre y valor habéis hoy dado,
que mal hicisteis, voluntad exenta, 650
en pretender gozar sabor forzado.
Villano anduve; pero si violenta
su fuego amor, sus penas el cuidado,
¿quién podrá resistir su pena fiera?
Gozarala yo y fuera como fuera. 655

Salen LISAURO, CANDADO,
DIODORO y VERINO.


LISAURO

Yo estimo, amigos, tanta cortesía
como es razón. Adiós, que me conviene
entrar en el palacio y señoría.


CANDADO

Con cosquillas de celos mi amo viene.


VERINO

La merced de mi padre es propia mía, 660
pues es mi sangre quien la estima y tiene
el fruto de ella.


DIODORO

Ya partió a Ferrara,
que a fugitivos de Venecia ampara.


LISAURO

Hoy acudí al peligro y al recelo
de vuestro padre, y plega a Dios que sea 665
muy próspero el suceso, y le dé el cielo
lo que su casa y mi afición desea.
Adiós, amigos.


VERINO

Tu amistad y celo
te prometo pagar siempre que vea
que hay ocasión, pues no faltará alguna 670
a quien sujeto vive a la fortuna.

(Vanse los dos.)

LISAURO, CANDADO
y FILIBERTO, más lejos.


LISAURO

Filiberto está allí, llegar deseo
y no ofenderle, a prevenir mi daño.


FILIBERTO

Paréceme que allí a Lisauro veo
y le he de hablar con amoroso engaño. 675


CANDADO

Ningún suceso venturoso creo
que puede resultarme de este año;
enfrente están los campos, soy cobarde;
mejor es huir temprano que no tarde.

(Vase.)

LISAURO y FILIBERTO.


LISAURO

¿Oh, señor Filiberto?


FILIBERTO

¡Oh señor mío! 680
¿Qué se ha ofrecido en que serviros pueda,
que no me ha de faltar poder y brío,
y el mismo tiempo por testigo os queda?


LISAURO

De vuestra noble discreción confío
que a vuestra edad y mi esperanza exceda, 685
pues con justa razón toda Venecia
como a imagen del Dux os ama y precia.


FILIBERTO

¿Ofrécese dineros, mercancías,
cédulas, cambios, créditos, fianzas?
Porque la industria y las riquezas mías 690
cumplieron siempre honestas esperanzas,
y más a vos, Lisauro, que ha mil días
que pretendo ocasiones y mudanzas
porque pueda ofrecérseos cosa alguna
en que alentar sucesos de fortuna. 695
Si en casos de favor y de justicia,
pretensiones o pleitos se ofreciere
ocasión y lugar, ya os doy noticia
cuánto el Dux, mi señor, estima y quiere.
 
(Aparte.)
  
El veneno mortal de mi malicia 700
le doy en vaso de oro, y si bebiere,
que quizá beberá, y tendrá experiencia,
de lo que puede el interés, Fulgencia.

LISAURO

Quisiera yo, señor, que vuestro intento
no fuera el que yo sé, porque pudiese 705
estimarse ese noble ofrecimiento
y ponerle el valor que mereciese;
pero como adivino el pensamiento,
recelo y temo que su blanco fuese
no el hacerme merced, como es la muestra, 710
sino otra alguna pretensión siniestra.
Y por no atormentar con el secreto
vuestro dudoso pecho y mi memoria
que recelosa y mártir en efeto
ya desea la muerte o la victoria, 715
con confianza que tendréis secreto
como mi honor merece y vuestra gloria,
diré mi pena, mi pasión y enojos
poniendo en tierra los honestos ojos.


FILIBERTO

No sé qué pueda ser el accidente 720
que con tanta retórica y colores
es necesario se publique y cuente,
aunque el último fin fuese de amores.


LISAURO

Aunque se queja un mudo, es elocuente
y transforma en palabras sus dolores; 725
que el hijo del Rey Creso, siendo mudo,
rompió la voz porque callar no pudo.


FILIBERTO

Pensaréis vos, Lisauro, que paseo
por Efigencia, vuestra hija hermosa,
y que me muero de un traidor deseo 730
de gozar su beldad de amor ociosa.

LISAURO

Ojalá fuera así, que a lo que creo,
aunque me honrara a mí en ser vuestra esposa,
igual es a la vuestra su nobleza,
si bien os aventaja la riqueza. 735
A mi esposa Fulgencia estoy muy cierto
que pretendéis quitar su honor y fama;
aunque no llegaréis al dulce puerto
que llama dueño a quien la estima y ama,
suplícoos cortésmente, Filiberto 740
mate el valor vuestra imposible llama,
y sin negarme la verdad, que es cierta,
jamás paséis aquella honrosa puerta.


FILIBERTO

Cuando yo enamorado pretendiera
de esa señora el amoroso gusto, 745
ningún respeto ni razón hubiera
que atajara mi amor, que en serlo es justo.
No será vuestra esposa la primera
que haya tenido pensamiento injusto
y que en ofensa de su noble esposo 750
haya cumplido algún deseo amoroso.
No hay que poner al mundo ley ninguna,
sino guardar los ojos y el silencio
y estar contento con cualquier fortuna.
Pues yo la vuestra estimo y reverencio, 755
yo no pienso escuchar quien me importuna,
ni esos puntos de honor los diferencio,
ni los entiendo, que por buen respeto
les guardo a los casados el secreto.


LISAURO

Esa respuesta es bárbara y liviana, 760
y a no estar en palacio y señoría,
yo castigara la traición tirana
de quien sin honra maltrató la mía.

FILIBERTO

Libre es mi voluntad, y fuerza humana
no la puede torcer, como confía; 765
honraos de que a Fulgencia sirve y precia
el hijo del Dux noble de Venecia.
Si yo quisiere cumpliré mi gusto,
quedéis o no sin ese honor ligero,
aunque mire Fulgencia más disgusto, 770
que contra el oro no hay pechos de acero.
 
(Sacan las espadas.)

LISAURO

Ya, justiciero amor, no será justo
sufrir más este agravio.


FILIBERTO

¡Ay Dios, que muero!


LISAURO

Pasele el pecho, salga por la herida
el alma que a mi honra fue atrevida. 775
Dentro en palacio estoy, delito grave
es el que he cometido; pero admito
la muerte por la honra, que no sabe
quien honras guarda recelar delito.
Venecia se alborota; aquella nave 780
partirse quiere, a nado solicito
alcanzalla y huir, si no me anega.
(Vase.)

Salen LELIO, MARCELO y otros.

LELIO

Seguid al homicida, venecianos,
que al hijo del Dux vuestro tiene muerto;
vuestra ley y estatutos soberanos 785
ha roto, castigad su desconcierto.
¿Será bien que se os vaya de las manos
el que a las suyas deja a Filiberto
la vida cara? ¿Irase sin castigo
quien del Dux y la patria es enemigo? 790
Su hermano soy, mi padre enfermo y viejo,
faltándole el apoyo de su vida,
dará con ella en tierra siendo espejo
de esta ciudad, por él tan bien regida.
Si no os queréis privar de su consejo 795
privad de libertad al homicida.
¡Muera Lisauro y su arrogancia fiera!
Seguidle, que se os va.


TODOS

¡Lisauro muera!


MARCELO

Sosiega, Lelio, el alterado pecho,
que ya Venecia corre a la venganza 800
del que este agravio a su Senado ha hecho,
y muestra que eres fuerte en la mudanza.


LELIO

Tan sosegado estoy y satisfecho,
Marcelo, como cierta la esperanza
que tengo de gozar en el ausencia 805
de Lisauro los brazos de Fulgencia.
De las voces que doy, del sentimiento
que muestro, tan segura el alma queda,
que en ella viste galas de contento
si por de fuera el luto galas veda. 810
¿Nunca has visto llorar por cumplimiento
al hijo gastador que al rico hereda?
Pues yo también, llorando a Filiberto,
gracias ocultas doy al que le ha muerto;
sin competencia, quedará por mía 815
de Fulgencia, Marcelo, la belleza;
los ruegos, amenazas y porfía
derribaran, al fin, su fortaleza,
su hacienda usurpará la Señoría,
y mujer sin marido y con pobreza 820
ya está rendida.


MARCELO

Pensamiento vano.


LELIO

Si la gozo, bien muerto está mi hermano.