El labrador y la cigüeña (Samaniego)
Apariencia
Un Labrador miraba Con duelo su sembrado, Porque gansos y grullas De su trigo solían hacer pasto. Armó sin más tardanza Diestramente sus lazos, Y cayeron en ellos La Cigüeña, las grullas y los gansos. «Señor rústico, dijo La Cigüeña temblando, Quíteme las prisiones, Pues no merezco pena de culpados; La diosa Ceres sabe Que, lejos de hacer daño, Limpio de sabandijas, De culebras y víboras los campos.» «Nada me satisface, Respondió el hombre airado: Te hallé con delincuentes, Con ellos morirás entre mis manos.» La inocente Cigüeña Tuvo el fin desgraciado, Que pueden prometerse Los buenos que se juntan con los malos.