El pasajero
Apariencia
¡Tengo rota la vida! En el combate de tantos años ya mi aliento cede, y al orgulloso pensamiento abate la idea de la muerte, que lo obsede. Quisiera entrar en mí, vivir conmigo, poder hacer la cruz sobre mi frente, y sin saber de amigo ni enemigo, apartado, vivir devotamente. ¿Dónde la verde quiebra de la altura con rebaños y músicos pastores? ¿Dónde gozar de la visión tan pura que hace hermanas las almas y las flores? ¿Dónde cavar en paz la sepultura y hacer místico pan con mis dolores?