El sacristán mujerEl sacristán mujerPedro Calderón de la Barca
El sacristán mujer
Personas
El sacristán mujer
Pedro Calderón de la Barca
SACRISTÁN
FRANCISCA
MARI LÓPEZ
BRÍGIDA
JOSEFA
[BORJA]
[MÚSICOS]
(Sale el SACRISTÁN tras BRÍGIDA, DAMA.)
BRÍGIDA:
Sacristán estantigua, ¿qué me quieres?
Coco de las mujeres,
fosero de los más amigos,
tarasca universal de los bodigos,
tumba de honras, apura vinajeras,
responde, ¿qué me quieres?
SACRISTÁN:
Que me quieras.
Brígida, albarda mía, pues me matas,
pon en aquestos labios tus dos patas,
que serán olorosos ramilletes
si los tienes acaso con juanetes.
que rabio per besallos,
por ver si las deidades tienen callos.
Y pues de enmaridar te da modorra,
maridito me fecit, mi cachorra.
BRÍGIDA:
El que por verme moza, bella y rica,
para ser su esposica
quiera echarme la garra,
ha de tañer en arpa y en guitarra,
danzar, zapatear, cantar un tono,
ser poeta in utroque y dar un como.
SACRISTÁN:
Vaya a Alcorcón y se le harán de barro.
BRÍGIDA:
Respondéis a propósito, Don Jarro (Dentro, FRANCISCA.)
FRANCISCA:
¡Ah de casa, abran aquí!
(Dentro.)
BORJA:
¡Ah de casa, ábranos presto!
JOSEFA:
¡Ábranos ya! ¿Qué se tarda?
TODOS:
¡Ábranos, ábranos luego!
BRÍGIDA:
¿Qué es esto?
SACRISTÁN:
Algunos mocitos
que quieren después de abiertos
pretender plaza de seises
en la iglesia de Toledo.
BRÍGIDA:
¿Quién llama?
FRANCISCA:
Tres pretendientes
de tu alegre casamiento.
BORJA:
Tres dignos opositores.
JOSEFA:
Y tres valientes sujetos,
que soy el mismo Jusquín
en la música.
BORJA:
Y yo Orfeo en el arpa.
FRANCISCA:
Y yo en el aire
bailo, brinco y zapateo.
SACRISTÁN:
Pues según eso yo soy
el mismo Apolo en los versos:
cásaste con todos cuatro.
BRÍGIDA:
Oye, señor mascafrenos,
quien me hubiere de llevar
ha de tener por sí mesmo
todas esas gracias juntas
sin ayuda.
(Aparece entre ellos MARI LÓPEZ, vestida de SACRISTÁN.)
MARI LÓPEZ:
Ese sum ego,
ego sum, Brígida mía,
ego sum, dulcis requiebrum,
generalis Licenciatus
in dancis, in zapateus,
in arporuni que ticatum,
in canticis et in versus.
Date mihi, michi manum blanca.
SACRISTÁN:
Sacristanum, quedum, quedum,
totis faciamus alardum
de graciarum.
MARI LÓPEZ:
Sum contentus.
SACRISTÁN:
¿Quién me llevará ventaja?
MARI LÓPEZ:
Ego cum bonete meo.
SACRISTÁN:
Sois un sucio.
MARI LÓPEZ:
Tu mentitis. (Tíranse los bonetes.)
JOSEFA:
¡Ténganse digo! ¿Qué es esto?
FRANCISCA:
Con el mentís le agravió.
SACRISTÁN:
No ha estado el agravio en eso,
el mentís es papasal.
JOSEFA:
Pues ¿en qué ha estado?
SACRISTÁN:
En el meo.
BRÍGIDA:
Déjense deso, y ahora
den muestras de sus ingenios.
Vusted haga un villancico
a San Cristóbal.
MARI LÓPEZ:
Lo acepto.
BRÍGIDA:
Y a San Francisco vusted.
SACRISTÁN:
Oigan un romance vuelto
de Apacible Basilisco.
MARI LÓPEZ:
Venenoso es el concepto.
SACRISTÁN:
Apacible Basilisco,
mátame siempre mirando
y si no puede ser siempre,
mátame de cuando en cuando,
que si orando
el Demonio te tentó,
¿qué culpa te tengo yo?
Échale la culpa a él
que ligero se desagua
según vuelan por el agua
tres galeotas de Argel,
TODOS:
Linda cosa.
MARI LÓPEZ:
Mala cosa.
Suelto el mío, estenme atentos:
Cristóbal Santo, una duda
me tiene con grande asombro,
viéndoos con el Mundo al hombro
en pensarlo un hombre duda.
Aquesta mi duda es:
decid, santo tremebundo,
si traéis al hombro el Mundo
¿a dónde ponéis los pies?
¿Cómo el río pasaréis?
Y responde Cristóbal
con gran donaire,
la calcita caída,
la pierna al aire.
TODOS:
Vítor, vítor.
SACRISTÁN:
Cola, cola.
MARI LÓPEZ:
Tú eres cola y colaverunt,
la colada y la colambre.
SACRISTÁN:
Chispa con bragas, callemos.
JOSEFA:
Oigan de arte mayor (Representa como ciego.)
otra que hice yo a lo mesmo:
el Santo Cristóbal estaba a la puerta
de la ribera del mar caudaloso,
para pasar cierto niño gracioso,
con su bastón y capilla cubierta... (Toca MARÍA la bocina.)
No hay aquí ningún indio,
que yo soy cristiano viejo.
MARI LÓPEZ:
Lo viejo veo no más,
vaya vusted prosiguiendo.
JOSEFA:
Era la hora...
MARI LÓPEZ:
De tercia llegada
JOSEFA:
Esa es oración de ciego.
MARI LÓPEZ:
Quien sólo niega...
JOSEFA:
¡Por Cristo
que te ponga!...
MARI LÓPEZ:
En un madero.
BRÍGIDA:
Hagan sus habilidades,
y atajen tantos rodeos.
BORJA:
Envídole con mi arpa
un tanto.
MARI LÓPEZ:
Quiero, y mi resto.
BORJA:
Si los sones que hacéis en el arpa
queréis que se luzcan haciendo labor,
procurad con las manos tocarlos
escarapelados, pues son en arpón. (Toca el arpa.)
MARI LÓPEZ:
¿Quién este donaire,
galán, inventó?
Aunque otros lo hacen,
quizá me era yo.
FRANCISCA:
Bullendo me están los pies
con el son, Brindis, mancebo.
MARI LÓPEZ:
¿Quién no ha de hacer la razón (Zapatean los dos.)
en bebiendo el compañero?
TODOS:
Vítor el Dómine, vítor.
SACRISTÁN:
¿Hay tal desgobernamiento?
Lagartija almidonada,
¿agora sales con eso?
¿No digo yo que es demonio?
BRÍGIDA:
Tomen vustedes sujetos,
vusted los ojos, vusted
la nariz, el compañero
la boca, vusted las manos,
vusted todos cuatro intentos,
y todos cinco me llenen
esta cabeza de versos
y plegue a Dios que me harten.
BORJA:
A Dios, y aventura empiezo,
ojos...
MARI LÓPEZ:
Ojos que sin ser aojados
aclaran a ojos cerrados
el ojeo de un desdén,
aquestos ojos me den
en todos mis jabonados.
FRANCISCA:
Nariz...
MARI LÓPEZ:
Nariz de blanco perfil
que haces afrenta al marfil,
hoy en tu limpieza toco
que eres exenta de moco
como moco de candil.
JOSEFA:
Boca...
MARI LÓPEZ:
Boca que en verte me arrobo,
¿cómo al discreto y al bobo
clara te permites ver,
si en queriéndote coger
te vuelves boca de lobo?
SACRISTÁN:
Manos...
MARI LÓPEZ:
Manos, mal despacho espero,
pues en lo blanco y grosero
sois con un trato infiel,
para unos de papel
para otros de mortero.
SACRISTÁN:
No nos deja resollar,
¡vive Cristo que le temo!
MARI LÓPEZ:
Esto ha sido por vustedes
que agora va mi soneto:
Boca más sazonada que el arroz
y más recta que un juez, blanca nariz,
manos más blancas que la regaliz,
y ojos más segadores que una hoz,
manos que, como patas, pegan coz,
ojos que echan de rayos un cahíz,
boca que está de zape y dice miz,
y nariz que la sirve de albornoz,
nariz con el catarro pertinaz,
ojos que miran sesgos cualque vez
y boca que repudia el alcuzcuz.
Si las manos me dais en sana paz
como a una mona de Tetuán o Fez,
las morderé un poquito y haré el buz.
TODOS:
¡Revítor mil veces! Suya
es la moza sin remedio.
SACRISTÁN:
¿Hay tal cólera de coplas
como ha echado de su cuerpo?
tarabilla con sotana,
¿cuándo escupes?
MARI LÓPEZ:
Cuando quiero.
SACRISTÁN:
¿Y cuándo quieres?
MARI LÓPEZ:
Ahora. (Escúpele.)
SACRISTÁN:
Esto es agravio, per Deum,
pues no te lo dan y escúpeslo,
duende, capón, pollo, clueco.
BRÍGIDA:
Él ha de ser mi marido,
que es general y discreto.
SACRISTÁN:
General o Provincial
yo le pongo impedimento.
BRÍGIDA:
¿Y cuál es?
SACRISTÁN:
Que no ha cumplido
con las leyes del concierto,
pues no nos ha dado el como.
MARI LÓPEZ:
Este le tengo tremendo.
SACRISTÁN:
Aún peor está que estaba,
con cien palos me contento.
MARI LÓPEZ:
Es el como...
SACRISTÁN:
Dilo ya,
apriesa.
MARI LÓPEZ:
Pues, ea, direlo
SACRISTÁN:
¡Dilo ya con treinta diablos!
MARI LÓPEZ:
Que soy mujer.
BRÍGIDA:
Según eso
yo sola soy la del como.
SACRISTÁN:
Vive Cristo verdadero,
que lo quise yo decir
en mirándole tan suelto.
Brígida, en sede vacante
eres mía de derecho.
BRÍGIDA:
Vaya, que a falta de pan
buenas son tortas.
FRANCISCA:
Bailemos
solemnizando la burla
deste sacristán supuesto.
MÚSICOS:
Afuera, que sale el baile
(Cantan.)
el sacristán Pedro Tierno
el bonete en la cabeza (No saquen bonetes.)
y en los hombres el pescuezo.
Juzgándole ya marido
todos le tienen por muerto,
mas desta suerte le dicen
viendo que ha salido güero.
SACRISTÁN:
El marido y la mujer
una misma cosa es.
JOSEFA:
La doncella y el infanzón
para en uno son.
MARI LÓPEZ:
Con la sal de mis donaires
y el picón que dando estoy,
Brígida y los convidados
tendrán lindo salpicón.
Descubriose la maraña,
que llegada a conclusión,
boda de dos llaves huecas
no la he visto nunca yo.