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El sepulcro

De Wikisource, la biblioteca libre.
Cantos de la tarde (1860)
El sepulcro

de Clemente Zenea


El sepulcro

He descubierto un camino
tan tortuoso como estrecho,
que obstruyen yerbas en mayo
y hojas secas en invierno.

Conduce al lugar querido
do está un sepulcro modesto,
y así lo anuncian dos sauces
que a su entrada mece el viento.

A través de un bosquecillo
suelen mirarse de lejos
la losa de mármol blanco,
la cruz de tosco madero.

¡Cuántos al pasar se paran
en estos tristes senderos,
y acongojados suspiran
el epitafio leyendo!

Y eso que ya con las lluvias
va borrándose el letrero,
y es preciso ser curioso
para poder comprenderlo!

Muchas veces se conoce
que algunos aquí estuvieron,
por las huellas que se advierten
sobre el húmedo terreno.

Y también así lo indican
las que por la tarde encuentro
margaritas inodoras,
pálidas flores de muerto.

Visitante de estos sitios
meditando a solas vengo,
y evoco la santa sombra
de mi amada de otros tiempos.

Sus dulces protestas oigo,
sus ojos azules veo,
y en el delirio de un baile
entre mis brazos la siento.

Me parece contemplarla,
y agradecido recuerdo
que fue mi primera amiga
cuando vi sol extranjero!

Nueva-York, 1854.