El sueño engañoso
Apariencia
Al tiempo que los hombres y animales en hondo sueño yacen sepultados, soñé ante mí los pueblos ver postrados alzarme rey de todos los mortales. Rendí el cetro a las plantas celestiales de Alcinda, y mis suspiros inflamados benignamente fueron escuchados; me envidiaron los dioses inmortales. Huyó lejos el sueño, mas no huyeron las memorias con él de mi ventura, la triste imagen de mi bien fingido. El mando y el poder desparecieron. ¡Oh de un desventurado suerte dura! Amor quedó, mas lo demás es ido.