En estos prados fértiles y sotos
Apariencia
- Soneto XXIV
En estos prados fértiles y sotos de los deleites de la edad primera, sentada en espantosa bestia fiera, Babilonia me dio su mortal lotos. Y mis sentidos, de aquel bien remotos, que la inmortalidad del alma espera, durmieron mi florida primavera de la razón, los memoriales rotos. No sólo del veneno la bebida sueño solicitó, mas de mí tuvo la mejor parte en bestia convertida. Circe con sus encantos me detuvo, hasta que con tu luz salió mi vida de la costumbre, en que cautiva estuvo.