En los ecos del órgano o en el rumor del viento
I
En los ecos del órgano o en el rumor del viento,
En el fulgor de un astro o en la gota de lluvia,
Te adivinaba en todo y en todo te buscaba,
Sin encontrarte nunca.
Quizás después te ha hallado, te ha hallado y te ha perdido
Otra vez, de la vida en la batalla ruda,
Ya que sigue buscándote y te adivina en todo,
Sin encontrarte nunca.
Pero sabe que existes y no eres vano sueño,
Hermosura sin nombre, pero perfecta y única;
Por eso vive triste, porque te busca siempre,
Sin encontrarte nunca.
II
Yo no sé lo que busco eternamente
En la tierra, en el aire y en el cielo;
Yo no sé lo que busco, pero es algo
Que perdí no sé cuándo y que no encuentro,
Aun cuando sueñe que invisible habita
En todo cuanto toco y cuanto veo.
Felicidad, no he volver a hallarte
En la tierra, en el aire ni en el cielo,
¡Aun cuando sé que existes
Y no eres vano sueño!