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Enciclopedia Chilena/Folclore/Brindis, El

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Brindis, El
Artículo de la Enciclopedia Chilena

Este artículo es parte de la Enciclopedia Chilena, un proyecto realizado por la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile entre 1948 y 1971.
Código identificatorio: ECH-544/78
Título: Brindis, El
Categoría: Folclore


Brindis, El.

Folk. Especie poética.

La simplificación fonética propia del habla vulgar, ha impuesto el predominio del uso de la forma brindo, voz con la cual se denomina a una breve y festiva composición poética, que contiene el verbo brindar con referencia directa o indirecta a determinados seres o cosas.

Los cultores de la poesía folklórica lo recitan de manera chispeante y sorpresiva durante reuniones de esparcimiento de cualquier índole, o en simples encuentros de dos o más amigos, estimulados por las bebidas alcohólicas ingeridas, haciendo despliegue del acostumbrado movimiento de levantar el vaso. Cuando el repertorio de los brindadores es extenso, se suscitan verdaderas competencias en el arte de echar brinde, que sólo finalizan cuando el conocedor de un mayor número de versiones logra silenciar a sus contrincantes, mediando muchas veces la facilidad circunstancial de versificación.

Por regla general, su estructura métrica consta sólo de una décima espinela, lo que hace más plausibles aún la jocosidad y el poder de condensación que singularizan al brinde, sujeto a tan pequeño marco. Sin embargo, dicha estrofa única puede, excepcionalmente, aumentarse a dos, o, con mayor frecuencia, reducirse a una cuarteta.

Sus temas son heterogéneos, pero, sin lugar a dudas, predominan los de alabanza o petición amatoria, los patrióticos, y los concernientes a oficios, siendo estos últimos, los más abundantes y representativos de la modalidad poética en cuestión.

Dos ejemplos servirán para ilustrar estas consideraciones elementales:

Brindo por esta chiquilla
porque es tan linda y tan bella,
reluciente como estrella
al lado de todas estas niñas.
Al ver esta maravilla
es de quedarse asombrado;
un joven se le ha acercado,
hablándole a la orejita:
¡Qué le parece mi hijita!
¿cuándo estaremos casados?


Brindo, dijo un panadero,
por el horno y la batea,
porque tengo de tarea
trabajar el año entero.
Antes que raye el lucero
estoy pensando en el licro,
y lo hago por la calor,
se lo aseguro con tino,
cuando tomo un trago de vino
saco el pan como una flor.

El cultivo del brinde puede comprobarse en todo el territorio nacional, acentuándose notablemente en la zona comprendida entre las provincias de Coquimbo y Linares, ambas inclusive, donde la poesía folklórica de carácter jocoso alcanza su mayor expansión e intensidad, activada, en el caso particular que nos ocupa, por la existencia de los mejores y más extensos viñedos del país.

En lo que respecta a sus posibilidades aplicativas, es un magnífico auxiliar en los estudios escolares de métrica, por cuanto su naturaleza sencilla, instructiva y alegre, no sólo contribuye a ejemplificar la construcción de la décima, sino que puede extenderse a ejercicios versificadores que vinculen la asignatura de Castellano con las de Historia, Geografía, Ciencias Naturales, sobre la base de su flexible temática. Por otra parte, su proyección gráfica sería de gran provecho para la publicidad turística, que podría marcar pintorescas diferencias regionales y profesionales.

El justo reconocimiento que se ha conferido a la importancia cultural de la poesía folklórica en los últimos años, mediante publicaciones, conferencias, encuentros locales de sus cultores, asegura la divulgación y mantenimiento del brinde, infaltable complemento costumbrista de los altos exponentes del canto a lo poeta.

Sus antecedentes históricos no aparecen claramente delineados. En cuanto a su existencia en el país, la revisión de documentos y las huellas de la tradición oral demuestran que, a partir de la segunda mitad del siglo pasado, se hace notorio el uso del brinde, singularizado formal, temática y funcionalmente como se le conoce en nuestros días, destacándose como una modalidad distintiva de nuestro folklore, diferente de las hispanoamericanas con propósitos semejantes. La hipótesis de sus orígenes remotos lo presenta como una prolongación de los cantos de oficios, y de las peticiones y agradecimientos juglarescos relativos al vino, propios de la España medieval, depurados en la lírica cortesana renacentista, y simplificados definitivamente a raíz de la formación de las nacionalidades del Nuevo Mundo.



Bibliografía

Carrizo, Juan Alfonso. "Antecedentes hispanomedievales de la poesía tradicional argentina". Publicaciones de Estudios Hispánicos. Imp. Patagonia, Buenos Aires, 1945. Cap. Temas medoevales.


Lenz, Rodolfo. "Sobre la poesía popular impresa de Santiago de Chile". Imp. Universo. Santiago, 1919. Cap. III.


Uribe E., Juan. "Joaquín Cantillana, el rey del brindis" Revista En Viaje N°150, año XXIX, diciembre de 1962.


Dannemann, Manuel. "Expresiones técnicas de los poetas folklóricos milipillanos".