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Enciclopedia Chilena/Folclore/Indio que gana plata, El, Mito

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El Indio que gana plata
Artículo de la Enciclopedia Chilena

Este artículo es parte de la Enciclopedia Chilena, un proyecto realizado por la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile entre 1948 y 1971.
Código identificatorio: ECH-2902/13
Título: El Indio que gana plata
Categoría: Folclore


Indio que gana plata, El.

Mito.

En su colección de "Cuentos Populares Araucanos y Chilenos" publicados por S. de Saunière (en la Rev. Chil. de Hist. y Geogr., N°25, Santiago, 1917), reproduce un mito que le relató Eudocia Catricheo, de Loncoche.

Un indígena pobre salió en busca de trabajo, a fin de poder contraer matrimonio con una hermosa mujer. Tenía ésta un padre rico.

Después de mucho caminar, llegó a la ruca de un hombre rico. Le solicitó trabajo, que le fué dado.

Su primera misión consistió en matar un animal que se estaba comiendo todas las ovejas; nadie lo había podido encontrar. Recibiría una buena recompensa.

Se fué al lugar donde estaban las ovejas y trepó sobre un coihue, en cuyo ramaje se escondió. Esperó todo el día y no vió nada. Finalmente, regresó, avisando que todo se encontraba en estado normal en el rebaño. Pero cuando regresó, encontró muchas ovejas muertas. Puesto esto en conocimiento del rico, expresó que no le pagaría nada, por tonto.

Entónces el indio propuso volver al rebaño disfrazado de oveja, lo que hizo. Se acostó entre los animales, haciéndose el dormido.

Vió al rato que salía del agua una serpiente de gran tamaño, con cabeza de gato y lengua muy afilada y que tenía una uña en su punta, llamada Lampalahua (V.). Se acercó al indiecito, arrastrando su pesado cuerpo, y se le acercó con el propósito de clavarle su uña en el cuello. Pero cuando estaba bastante cerca, el indio estiró el brazo, la cogió por la lengua y le arrancó la uña.

La serpiente dava vuetas y saltaba, pero el indio la tenía firmemente asida de la lengua, hasta que murió. Se la llevó entónces al rico, a quien pidió que le pagara ahora.

Pero aquel se resistió:

-¡Y quieres todavía plata, por tan poco trabajo!- exclamó.

Pero finalmente accedió a remunerarlo si le mataba también a un Zorro-Pillan que estaba robando todas las gallinas.

-Bueno -le contestó el indio-, te lo mataré, pero me darás suficiente plata para comprar una niña bonita.

-Te la daré si lo matas,- le contestó el rico.

El indiecito se untó el cuerpo con sebo y revolcó en las plumas de las aves, metiéndose en seguida en el gallinero.

Cuando llegó la noche, se introdujo en el gallinero una zorra que tenía una cabeza de ternera y una cola muy larga y pesada, llamada Ngürüvilu (V.)

Quiso acercarse al indio para llevárselo, pero éste dio un saltó y se tomó firmemente de la cola del animal. Quiso éste huir, para lanzarse al agua, pero sólo lo logró con el indiecito a cuestas, quien no dejó de sus manos la cola. Fué debido a éste que el animal no tenía mucha fuerza.

El Ngürüvilu nadó a través del agua y llegó a la otra orilla, pero llevaba siempre al indio a cuestas, quien no soltaba la cola. Quiso el animal trepar sobre una roca, pero el indio le siguió.

Llegaron así a una cueva, y cuando estuvieron dentro, el indio le cortó la cola a la zorra, y ésta murió en un rincón de la caverna.

El indio encontró en ella todas las gallinas del rico, y también avestruces.

Regresó entónces a la ruca del rico, con la cola de la zorra en la mano, y recibió el pago convenido, lo que le permitió comprarse la niña bonita.


El relato precedente tiene una acción pobre y secundaria: un indio pretende a una mujer hermosa, pero tiene que procurarse el dinero necesario para comprarla, lo que consigue. El único mérito que revela al respecto, es el extraordinario valor que demuestra al enfrentarse con dos seres fabulosos. No los teme en lo más mínimo y los domina. Sin duda, le indujo a ello su gran amor por la joven pretendida.

Tanto esta acción, como los dos seres mitológicos que vence, el Lampalahua y el Ngürüvilu (véanse) pertenecen a la mitología araucana.

El culebrón clava la uña en su víctima, mientras que la lengua destila el veneno: siempre éste se encuentra en la lengua. Tanto el Lampalahua como el Ngürüvilu están narrados exactamente conforme a la tradición. El nombre del último indica claramente su forma, pues proviene de ngurü (zorro) y vilu (culebra). La narradora insiste mucho en que el indiecito tenía firme la cola del animal, sin indicar la causa. En la mitología popular chilena aparece el Ngürüvilu provisto de una agudísima uña en ella: eso explica su actitud.

Lo curioso es que el rico lo califique como un Zorro-Pillán, debiendo entenderse en este caso por pillán un fantasma.

La narradora no conocía los nombres indígenas de estos dos animales fabulosos.