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Cuadrilátero
Artículo de la Enciclopedia Chilena
Este artículo es parte de la Enciclopedia Chilena, un proyecto realizado por la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile entre 1948 y 1971.
Código identificatorio: ECH-2838/27
Título: Cuadrilátero
Categoría: Partidos políticos
CUADRILATERO[editar]Historia[editar]Se conoce por "Cuadrilátero" a la combinación política formada en 1889, durante el Gobierno del Presidente Balmaceda, entre los Partidos Nacional, Radical, Liberal Doctrinario y Liberal Mocetón. Aunque de corta duración, desempeñó en su época un importante rol político y tuvo significación histórica. Para comprender debidamente la verdadera naturaleza de esta combinación, es menester dar una somera idea de los Partidos Políticos que actuaban durante el Gobierno de Balmaceda. Existían en esos años las siguientes colectividades, si bien no todas tenían los verdaderos caracteres de Partidos: a) Liberales de Gobierno, que formaban el núcleo más numeroso del Congreso y que habían sido el principal apoyo de los Ministerios desde la Presidencia de don José Joaquín Pérez. Eran sus dirigentes, entre otros, Demetrio Lastarria, Aníbal Zañartu, Pedro Lucio Cuadra, Ramón Barros Luco, Julio Zegers. b) Liberales doctrinarios, llamados también sueltos o disidentes, que preconizaban un liberalismo avanzado y cuyos principales personeros eran los hermanos Augusto y Eduardo Matte, Miguel Luis Amunátegui, Vicente Reyes, etc. c) Radical, de principios políticos avanzados. d) Conservador, fracción del antiguo Partido Pelucón, que se había separado de él durante el Gobierno de don Manuel Montt. d) Nacional o Montt Varista, dirigido por don José Besa y por don Pedro Montt, que constituía la otra fracción del Partido Pelucón, que había permanecido adicta a don Manuel Montt. e) Liberales mocetones, adictos al Partido Nacional. Hasta Octubre de 1889 estaba en funciones el Gabinete presidido por don Demetrio Lastarria e integrado por liberales de gobierno, liberales doctrinarios y un radical. A esta altura, los liberales de Gobierno, queriendo mejorar la base política, recurrieron a los nacionales, pidiendo su cooperación. Este hecho fué causante de una grave desconfianza de los grupos políticos, que lo atribuyeron a inestabilidad del Presidente Balmaceda. Se cuenta que el jefe del Partido Nacional dijo a Eduardo Matte, liberal doctrinario: "El Presidente se va a deshacer de Uds., como se deshizo de nosotros. Acaba de pedirnos nuestra cooperación. ¿No le parece que ha llegado el momento de poner término a este juego?. Poco después, el Ministerio Lastarria presentó su renuncia. La desconfianza y el recelo de los partidos opositores los llevó a unirse para realizar una acción común. El 11 de Octubre de 1889, se reunieron los representantes de las Partidos Liberal Doctrinario, Liberal Mocetón, Radical y Nacional y acordaron formar para este efecto una combinación, de acuerdo con el acta siguiente: "Reunidos en esta fecha los representantes de los diversos grupos liberales que suscriben, a saber: Por el grupo liberal que ha constituido la mayoría en el Congreso, los señores Adolfo Valderrama, Rafael Casanova, Mariano Sánchez Fontecila, Ramón Luis Irarrázabal, Ignacio Perez Montt y José Miguel Valdés Carrera; Por el grupo Liberal y Nacional de Oposición, los señores José Besa, Jovino Novoa, Aníbal Zañartu e Isidoro Errázuriz; Por el grupo Radical, los señores Enrique Mac Iver y R. Trumbull; Por el grupo liberal independiente, el señor Eulogio Altamirano. Y después de conferenciar sobre la conveniencia y necesidad de hacer desaparecer las disidencias que mantienen apartadas las unas y las otras sus respectivas agrupaciones, con daño del país y de la administración pública y con menoscabo de los intereses del Liberalismo, convinieron unánimemente en declarar en virtud de sus poderes, su voluntad de llevar a efecto la unión de todas las fracciones del Partido Liberal y restablecer entre estas el acuerdo que es indispensable para proseguir en el Congreso el desarrollo del programa que les es común." Esta nueva combinación política de cuatro partidos fué llamada Cuadrilátero. El nombre le fué dado por el Presidente Balmaceda burlescamente; pero pasó a la opinión pública y a la historia. Su contenido doctrinario, publicamente manifestado, se reducía a tres principios: libertad de sufragio, autonomía de los Partidos y Gobierno parlamentario. Cuando el Presidente Balmaceda quiso organizar su Ministerio, se encontró, pues, frente a esta poderosa combinación, que contaba en el Congreso con formidable mayoría. Le fué preciso considerarla, seriamente. El "Cuadrilátero", consciente de su fuerza y de acuerdo con su base programática, hizo fuertes exigencias al Presidente de la República para organizar el Gabinete, llegando hasta pedir el Ministerio del Interior para la combinación y pretendiendo aun indicar nombres de personas. Estas pretensiones del Cuadrilátero fueron consideradas por los círculos oficiales y por los no adictos a él, como un ataque directo a las prerrogativas presidenciales y al régimen político imperante. "Se propusieron, dice Julio Bañados Espinosa, ahogar al Presidente de la República entre los cuatro grupos anteriores, como sorprendido calzador entre los anillos de formidable serpiente". Se clavaba, pues, la primera lanza del parlamentarismo y entraba en discusión la naturaleza presidencial o parlamentaria de la Constitución Política vigente entonces (la de 1833). El mismo Bañados Espinosa agrega: "Nuestra Constitución concede al Presidente de la República la facultad de designar a sus Ministros. Sin pronunciarme aún sobre la letra y el espíritu de la Carta él 33, y, aceptando en hipótesis que esté basada sobre el sistema parlamentario, siempre sería indiscutible el derecho del Presidente para designar el jefe del Ministerio. Esta prerrogativa se respeta a la Reina Victoria en Inglaterra, al Rey Leopoldo en Bélgica, a la Reina Cristina, en España, a Sadi Carnot en Francia.." El Presidente Balmaceda, ante las dificultades producidas, se manifestó irrevocablemente dispuesto a no ceder y a organizar un Gabinete exclusivamente con los liberales adictos a su Gobierno. Aún se cree que llegó a pensar en llamar a los Conservadores. Más adelante, y luego de largas discusiones, pudo concertarse un acuerdo sobre la base de que el Ministro del Interior o Jefe del Gabinete sería designado libremente por el Presidente y que los partidos del Cuadrilátero tendrían cuatro carteras. Incluso llegó el Presidente hasta aceptar que el Cuadrilátero indicara los nombres de sus Ministros, mediante la presentación de listas. Pudo así organizarse el 23 de Octubre, el siguiente Ministerio: Interior, Ramón Donoso Vergara, Liberal de Gobierno; Relaciones Exteriores, Juan Castellón, Radical; Justicia, Isidoro Errázuriz, liberal mocetón; Hacienda, Pedro Montt, Nacional; Guerra y Marina, Ismael Valdés, liberal doctrinario; y Obras Públicas, Ramón Barros Luco, Liberal de Gobierno. No cabe duda que la organización del Cuadrilátero y su entrada al Gobierno, constituye el primer paso serio hacia el establecimiento del régimen parlamentario que habría de imperar ampliamente después de la caída del Presidente Balmaceda. Los integrantes del Cuadrilátero atribuyeron a la nueva combinación una importancia trascendental e hicieron alarde ello y de sus fuerza. "Los Gobiernos y Partidos Políticos, decía don Eulogio Altamirano, sin excepción alguna, han cometido en el pasado tantos errores, han inferido a la libertad tantas y tan crueles heridas¡.....y agregaba: "Ciego será el que no vea que acaba de operarse una revolución inmensa entre nosotros". El senador Aníbal Zañartu, decía, por su parte: "Acaba de escribirse de una manera indeleble esta página de nuestra historia política, que podrá llamarse autonomía de los partidos, gobierno parlamentario y sufragio libre. Sin embargo, el Presidente de la República, los liberales de Gobierno y el Partido Conservador no pensaban en igual forma y llegaban hasta mofarse el Cuadrilátero y de sus propósitos. "El actual Gabinete, decía el diputado conservador Barriaga, no es otra cosa que una, junta de vigilancia instalada en la Moneda para, velar de día y de noche en torno, de Su Excelencia el Presidente de la República, temiendo acaso, que entre las sombras de la escalera, o por el ojo de una llave o quizás por el resquicio de alguna puerta, se deslice en el momento menos pensado la misteriosa figura de algún candidato que va a conferenciar secretamente con el dueño de casa". En Noviembre de 1899 se produjeron algunos cambios en el Ministerio; pero sin alterar su fisonomía. Esto dio motivo para que se produjera una grave escición en el Partido Liberal de Gobierno, pues un grupo de él estimó que el nuevo Ministro del Interior era un agente de la candidatura presidencial de don Enrique Salvador Sanfuentes, que prohijaba Balmaceda. Para el Cuadrilátero este hecho tuvo considerable importancia ya que, lógicamente, el grupo liberal disidente tuvo que tender hacia él. La permanencia del Cuadrilátero en el Gobierno llegó solamente hasta Enero, de 1890. En esa fecha, cuando se trató de elegir Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, el Cuadrilátero y el grupo liberal disidente negaron sus votos al segundo Vice Presidente, que era el único representante que tenían en la Mesa los liberales de Gobierno. Considerado este hecha como un desaire, provocó la renuncia del Ministro José Miguel Valdés Carrera. El Presidente Balmaceda vió en la renuncia de Valdés Carrera la ocación propicia para deshacerse del Cuadrilátero. Era indudable que aquella combinación era muy poco grata para sus sentimientos personales y para sus principios doctrinarios ya que había significado una clara tendencia hacia la limitación de sus atribuciones constitucionales. De muchos sectores se miraba al Presidente como un prisionero del Cuadrilátero; y el Presidente, a su ves, refiriéndole a él, decía que "había producido la anarquía en el Gobierno". Así, pues, aprovechó el Presidente aquella ocasión para indicar a los Ministros restantes que la crisis ministerial debía necesariamente ser total. Los Ministros renunciaron de mal talante y dejaron constancia por escrito de su extrañeza por esta situación, ya que contaban con mayoría en el Congreso. El nuevo Ministerio (Enero de 1890) fué encabezado por don Adolfo Ibañez y formaban parte de él don Juan Mackenna, don Luis Rodríguez Velasco, don Pedro Nolasco Gandarillas. (todos liberales de Gobierno); y el general don José Velasquez. Posteriormente, Balmaceda calificó a este Gabinete, como un Gabinete de combate "contra las miras del Cuadrilátero, dirigido por el monttvarismo, y sustentado por el dinero de Edwards". Alejado del Gobierno el Cuadrilátero se coaligó con el sector liberal que se había separado del Gobierno y junto con él se embarcó en violenta oposición, cuyo principal punto de ataque era la candidatura presidencial de don Enrique Salvador Sanfuentes, afecta a los círculos oficiales. El Cuadrilátero y los liberales disidentes fueron llamados "partidos coaligados" y, aún, "Coalición", aun cuando no hubo entre ellos pacto alguno sino una circunstancial y efímera unión de hecho. Dos puntos los unían: la necesidad de que el Presidente gobernara de acuerdo con el Congreso y la celebración de una Convención que designara candidato, presidencial. El 20 de Enero los grupos coaligados lanzaron un manifiesto en el que denunciaba el propósito del Gobierno de imponer a la Nación un Presidente prácticamente designada por el actual Presidente de la República. Agregaban, fundándose en la mayoría parlamentaria que ellos constituían, que aquello significaba un ataque "contra un poder soberano, el primero de todos: el poder legislativo". La vitalidad del Cuadrilátero considerado como combinación política fué decreciendo poco a poco. Sus partidos integrantes, unidos a los liberales disidentes, continuó en una oposición violenta y preocupado de la futura Convención presidencial, que prohijaba la candidatura de don Agustín Edwards, para oponerla a la candidatura oficial. La actitud opositora se acrecentó cuando en Mayo de 1890 fué designado Ministro del Interior don Enrique Salvador Sanfuentes. En Agosto de ese mismo año se produjo una pasajera reconciliación entre el Presidente de la República y los grupos opositores, organizándose el Ministerio que encabezaba don Belisario Prats y en cual formaban parte representantes del Cuadrilátero, y un Conservador, aparte de liberales de gobierno; pero ya en esta época se hablaba de esta combinación política como del "antiguo Cuadrilátero"; y, aun cuando mantenía mayoría en el Congreso, el Presidente Balmaceda decía que carecía "de eco verdadero en la opinión ", lo cual creía poder demostrar con "su falta de fuerzas eficaces en las listas de mayores contribuyentes". El Ministerio Prats sólo logró mantenerse por algunos meses y luego se reanudó la violenta situación anterior. Los acontecimientos políticos que siguieron, hasta el derrocamiento del Presidente Balmaceda por la Revolución de 1891, pusieron termino de hecho a la existencia de esta Combinación política.
Bibliografía[editar]
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