Enciclopedia Chilena/Partidos políticos/Liberal, Partido

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Liberal, Partido
Artículo de la Enciclopedia Chilena

Este artículo es parte de la Enciclopedia Chilena, un proyecto realizado por la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile entre 1948 y 1971.
Código identificatorio: ECH-2840/3
Título: Liberal, Partido
Categoría: Partidos políticos


PARTIDO LIBERAL[editar]

Historia[editar]

El antecedente histórico remoto del Partido Liberal chileno lo encontramos en el grupo político denominado "Pipiolo", que se formó a la caída del gobierno de O'Higgins.

Es decir desde años anteriores habían estado llegando al país influencias derivadas de corrientes ideológicas europeas, especialmente derivadas de la Revolución Francesa. Los principios de libertad, igualdad y fraternidad causaron una enorme impresión en quienes recién salían del Régimen Colonial y que aún despues de él no habían tenido la plenitud de los derechos ciudadanos. Tales principios y sus derivaciones políticas y sociales, como la terminación de las castas sociales que existían de hecho; y el establecimiento de un régimen democrático integral, fueron penetrando en la conciencia de los ciudadanos y propagándose rápidamente.

Por razones de lógica y por la naturaleza del régimen imperante, las ideas libertarias y democráticas encontraron especial acogida en los elementos modestos de la sociedad, en la juventud exaltada, en grupos de escasa representación, en gente pobre. Así nació el grupo político que fué llamado "Pipiolo" o Liberal.

En contra de los pipiolos se levantó por esos mismos años el grupo llamado "Pelucón" (Véase), que propiciaba el mantenimiento de las tradiciones, del orden y de la organización social.

Los dirigentes de la tendencia pipiola desarrollaron en Chile desde los primeros años intensa actividad, a veces bulliciosa y desordenada, para obtener la implantación de sus ideas y, consecuentemente, un sistema ampliamente democrático y liberal. El nombre de "pipiolos" fué dado despectivamente, tanto por la modesta condición de los integrantes de este grupo, como por su actividad desordenada.

A la caída de O'Higgins asumió el mando de la República, como Director Supremo, el general don Ramón Freire. No tenía Freire ideas muy definidas de gobierno; pero, tanto por el sentimiento liberal que lo animaba como por su falta de vinculación con otros grupos, se consideró que encarnaba en el gobierno las tendencias pipiolas. En confirmación de este presupuesto, freire trató de imponer algunos principios de avanzado liberalismo para aquella época, tales como la abolición de la pena de azotes, la abolición de la esclavitud y la supresión de la Región de Honor creada por O'Higgins. Debido a diversas causas, solo pudo obtenerse la abolición total de la esclavitud.

Durante el gobierno de Freire se dictó también la Constitución Política de 1823; pero el mismo Freire, a poco de haberse dictado, ordenó su suspensión por medio de un golpe de Estado, asumiendo la totalidad del poder. Desde este momento empieza lo que se ha llamado la "era de los pipiolos", en la cual imperó la anarquía política y se sucedieron gobierno y motines militares. Desde este momento tomó también mayor cuerpo la oposición de los "pelucones", que preconizaban el orden y la tranquilidad pública.

Producida la renuncia de Freire en 1826, fué tarea fácil para el grupo pipiolo llegar al gobierno, pues durante los años recién pasados había logrado organizarse y cohesionarse en cierto modo; y contaba, además, ahora, con elementos de más valía. El gobierno correspondió, así, al general don Francisco Antonio Pinto, general de la Independencia como Freire, y que estaba imbuído de decididas ideas liberales.

Una de las primeras medidas del general Francisco Antonio Pinto fué la convocación en 1828 de un Congreso Constituyente, para que dictara una nueva Constitución política que diera a la República su base institucional. A estas elecciones concurrieron los dos bandos políticos existentes en esa fecha, o sea, Pipiolos y Pelucones. Una apreciable mayoría favoreció a los pipiolos, con lo cual el Congreso Constituyente tuvo desde un principio un marcado tinte liberal.

La Constitución de 1828, aprobada por este Congreso y que fuera redactada por don José Joaquín de Mora, literato español, fué una Constitución netamente liberal, que propendía a la implantación absoluta del liberalismo en la organización del Estado. Establecía la separación de los poderes públicos, dando preponderancia al Legislativo; creaba las Asambleas Provinciales para el gobierno de las provincias; etc. Mantenía, sin embargo, la religión católica como religión oficial del Estado.

En 1829, de acuerdo con la nueva Constitución, se realizaron elecciones presidenciales. Resultó elegido para el cargo el general don Francisco Antonio Pinto, lo que significó un abierto triunfo del Partido Pipiolo o Liberal. Pero en lo referente al cargo de Vice Presidente, ninguno de los candidatos obtuvo mayoría absoluta, correspondiendo las tres primeras mayorías relativas a los señores Joaquín Prieto, Francisco Ruiz Tagle y Joaquín Vicuña, conservadores los dos primeros y liberal el último. Correspondió al Congreso elegir al Vice Presidente; y este Cuerpo legislativo, de tendencia liberal, prescindiendo de quienes habían obtenido las dos primeras mayorías, designó a don Joaquín Vicuña, que había obtenido la tercera; pero que era liberal.

Los conservadores consideraron que aquello entrañaba una violación constitucional y se levantaron en armas. El general don Joaquín Prieto avanzó con sus tropas sobre la Capital y después de varias alternativas, entre las que se libraron las batallas de Ochagavía y de Lircay, esta última el 17 de Abril de 1830, logró establecer definitivamente en el gobierno al bando de los Pelucones. Así terminó el gobierno de los pipiolos y el primer ensayo liberal en la República.

El verdadero Partido Liberal, más o menos con los caracteres con que ha llegado hasta hoy, logró formarse durante el Gobierno de don Manuel Bulnes (1841-1851), sin que pueda señalarse una fecha precisa para su nacimiento.

Por aquellos años venía desde Europa una influencia cada vez más considerable en favor de las ideas liberales. La noticias de la Revolución de 1848, que había instaurado en Francia el régimen republicano y hecho nacer un nuevo Partido llamado "Demócrata" o "Radical", con principios liberales y obreros, causaron en Chile enorme impresión. Paralelamente, se recibieron aquí los primeros ejemplares de la obra de Lamartine "Historia de los Girondinos", que fué leída con fruición, especialmente por la juventud; y arribaron desde Argentina fuertes corrientes de perseguidos políticos que contribuyeron a la propagación de las nuevas ideas.

Dentro del país se formó una generación de gombres estudiosos, de avanzadas ideas liberales, tales como Ventura Marín, José Victorino Lastarria y otros, que publicaron obras de carácter político y filosófico, en las cuales propiciaban las mismas ideas. Los expresados acontecimientos hicieron nacer en Chile el nuevo y verdadero Partido Liberal. No se trataba ahora de aquellos grupos amorfos y desordenados que constituyeron los antiguos Pipiolos, sino de un núcleo de más calidad, en el cual participaban elementos de mayor calidad, intelectuales y juventud entusiasta.

El director intelectual del naciente Partido, que contribuyó eficazmente a la propación de sus ideas fué don Victorino Lastarria; y junto a él, hubo importantes núcleos intelectuales y juveniles que cumplieron igual labor.

Por la misma época se fundaron los "Clubs de la Reforma", en los cuales se afinaron los principales postulados del nuevo Partido, que fueron los siguientes: 1.- Supresión de los estados de sitio y facultades extraordinarias. 2.- Dictación de una nueva Constitución política. 3.- Abolición de la reelección del Presidente de la República. 4.- Descentralización Administrativa. 5.- Poder judicial elegido por el pueblo. 6.- Responsabilidad de los Ministros de Estado. 7.- Ampliación del derecho de sufragio. 8.- Libertad de imprenta. 9.- Abolición de los fueros.

El Presidente de la República, a la sazón don Manuel Bulnes, representaba las ideas conservadoras. Naturalmente en su gobierno, como en los círculos adictos a él, los nuevos principios y el nuevo Partido provocaron preocupación y hasta alarma.

En 1846, el Presidente Bulnes nombró Ministro del Interior a don Manuel Camilo Vial, que pertenecía a un grupo pelucón llamado "Filopolita". Este grupo, que dentro del peluconismo tenía caracteres disidentes, se había opuesto en tiempos de Portales a las persecuciones políticas y a la influencia del clero que se iba perfilando cada vez con más marcados caracteres.

El Ministro Vial encarnó en el gobierno de Bulnes una política "sui generis", que tendía especialmente a contrarrestar la figura de don Manuel Montt, que estaba tomando ribetes de candidato presidencial. El naciente Partido Liberal, y en especial la juventud, se manifestó bien pronto adicto al Ministro Vial y se creó entre ellos un tácito vínculo de ayuda mútua.

En las elecciones de Congreso realizadas en 1849, numerosas personas de ideas liberales, contra lo que hubiera sido de esperar, resultaron elegidas porque contaron con el amparo del Ministro del Interior. Esta cir cunstancia le enagenó al Ministro Vial la afección del Partido Conservador y bien pronto hubo de abandonar el Ministerio, siendo reemplazado por don José Joaquín Pérez, el 12 de Junio de 1849.

La salida de don Manuel Camilo Vial del Ministerio produjo un movimiento a su favor. Junto a él se agruparon sus amigos y partidarios personales para organizar una fuerte oposición parlamentaria en contra del Gobierno. Pronto se le unieron también los elementos liberales, tanto los antiguos pipiolos de 1828 y 1820, como los doctrinarios recién generados, ya que unos y otros se encontraban en actitud opositora al Gobierno. En esta forma, con esta primera inyección pelucona, adquirió el Partido Liberal sus contornos definitivos.

Es interesante, a esta altura del proceso histórico liberal chileno, analizar los elementos que constituyeron al nuevo Partido, sin cuyo conocimiento es difícil comprender la trayectoria que habría de seguir en el futuro. Tres fueron los elementos que lo integraron:

  1. El grupo "Pipiolo" de 1828 y 1829, que había sido desplazado del Gobierno después de la batalla de Lircay y cuyos caracteres ya hemos señalado.
  2. El grupo intelectual doctrinario, dirigido por José Victorino Lastarria, que propiciaba una fundamental modificación en el régimen político.
  3. El grupo Pelucón, encabezado por don Manuel Camilo Vial, formado por personas acomodadas y de rango social, cuyas ideas tenían muchos puntos divergentes con el resto del Partido Liberal.

El Partido Liberal, así constituído, encabezó una fuerte oposición al Gobierno de Bulnes. No fué raro, por eso, y dados los hábitos políticos de la época, que se desarrollara una dura persecución en su contra.

Los Conservadores, especialmente con el propósito de detener el avance de las nuevas ideas y del nuevo Partido, proclamaron la candidatura presidencial de don Manuel Montt, cuyas sobresalientes cualidades personales lo habían destacado ya en la política nacional. Los elementos liberales y la Sociedad La Igualdad, que había formado Francisco Bilbao, rechazaron abiertamente esta candidatura y organizaron tumultuosos actos públicos de protesta. Poco después estalló un movimiento revolucionario en San Felipe; y bien pronto, como era de esperar, se produjo la represión oficial. Fué disuelta la Sociedad "La Igualdad"; se clausuraron los diarios de oposición; y fueron desterrados los principales líderes liberales, como José Victorino Lastarria y Federico Errázuriz. En 1851, finalmente, estalló un movimiento revolucionario de mayor importancia, encabezado por el coro­nel don Pedro Urriola, que encarnaba las ideas liberales. El motín fué sofocado y en él perdió la vida el coronel Urriola.

Para oponerse a la candidatura presidencial de don Manuel Montt, se levantó la candidatura del Intendente de Concepción, general don José María Cruz. No era el general Cruz un liberal; y sus relaciones familia­res (era primo del Presidente Bulnes) y el medio ambiente en que vivía, ha­cían más bien de él un Pelucón muy semejante al candidato Montt. Sin embargo, los liberales de Santiago, considerando que aquella candidatura sig­nificaba, la única esperanza de detener a Montt, acordaron apoyarla. Resultó elegido por gran mayoría don Manuel Montt; pero, cuando recién se instalaba Montt como Presidente de la República, los partidarios del general Cruz se alzaron en armas. La batalla de Loncomilla, librada el 8 de Diciembre de 1851, entre ambas fuerzas contendientes, puso término a esta rebelión.

Los elementos liberales, actuando en un principio solos, mantuvieron una actitud opositora en contra del Gobierno de Montt. Acontecimientos posteriores dieron a esta oposición un nuevo carácter. Hacia 1856, diversos incidentes de caracter religioso, y especialmente el llamado "conflicto del sacristán", hicieron que un apreciable número de pelucones abandona­ra el gobierno de Montt y constituyera, en la oposición, el nuevo Partido Conservador, con base religiosa, mientras los pelucones que quedaron jun­to al Gobierno constituyeron el Partido Nacional (Véase "Partido Conservador" y "Partido Nacional".)

Entre el Partido Liberal y el nuevo Partido Conservador se produjo un notable acercamiento, no obstante sus divergencias doctrinarias y juntos hicieron la oposición al Gobierno de Montt. Terminaron por concertar un pacto y formar la "Unión Liberal Conservadora". (Véase)

La Fusión Liberal Conservadora acentuó la oposición al Gobierno, cuyos caracteres y pormenores son materia de la historia de dicha combinación. (Véase "Fusión Liberal Conservadora").

El 18 de Setiembre de 1861, asumió el Gobierno, en reemplazo de Montt, don José Joaquín Pérez. Su candidatura había sido levantada por el Partido Nacional; pero contó con el apoyo de Conservadores y Liberales.

El Partido Nacional, no satisfecho con la posición política del Presidente Pérez, se fué poco a poco apartando de él, hasta que se produjo un rompimiento total. El Presidente organizó entonces un Gabinete con liberales y conservadores. El propio don José Victorino Lastarria, primero, y luego don Domingo Santa María, representaron al Partido Liberal en este Gabinete.

Con este cambio ministerial (Julio de 1862), el Partido Liberal daba un paso importante hacia su llegada al Gobierno en esta segunda etapa de su historia.

Durante el gobierno de la Fusión Liberal Conservadora en la Presidencia de Pérez, se obtuvo la implantación de algunos de los postulados del liberalismo. Así, en 1865 se dictó una ley explicatoria de la Constitución Política, estableciéndose que los no católicos podían realizar las ceremonias de su culto privadamente y fundar escuelas particulares. Además, fué derogada la ley de responsabilidad civil, dictada para reprimir rebeliones populares; y se estableció la prohibición de reelegir al Presidente de la República para el período inmediato.

Para las elecciones presidenciales de 1871, liberales y conservadores levantaron primero la candidatura de don Manuel Antonio Tocornal; pero, a causa de su fallecimiento proclamaron a don Federico Errázuriz Zañartu, quien resultó elegido y asumió el mando el 18 de Setiembre de aquel año.

Don Federico Errázuriz gobernó en un principio con la Fusión, o sea, con Liberales y Conservadores; pero bien pronto empezaron a advertirse dentro del gobierno rozamientos y divergencias doctrinarias entre ambos Partidos. Principal causa de esta situación fueron las llamadas "cuestiones teológicas" y el problema educacional. (Véase "Fusión Liberal Conservadora")

En definitiva, en 1873, el Partido Conservador hubo de abandonar el Gobierno; y el Presidente Errázuriz organizó un nuevo Gabinete totalmente liberal.

Desde esta fecha se inicia el gobierno del Partido Liberal y el período de la historia chilena, que ha sido llamado "República Liberal".

Durante el gobierno de Errázuriz Zañartu, que había sido desde los primeros tiempos un exaltado liberal, se trató, como era de esperarlo, de dar cumplimiento a los postulados liberales de la época; pero sólo en parte logró conseguirse aquello. Se dictó el Código Penal y la Ley Orgánica de Tribunales, que pusieron término al "fuero eclesiástico"; se abrió en los cementerios católicos una sección especial para los disidentes, pero sin llegarse al cementerio laico; se limitaron las atribuciones del Ejecutivo y se ampliaron las del Congreso; se establecieron incompatibilidades parlamentarias; se aseguró la representación de las minorías, estableciéndose el sistema de "voto acumulativo".

Cuando se acercaba la expiración del Gobierno de don Federico Errázuriz, los liberales realizaron una Convención para designar candidato presidencial. Aquella Convención tuvo caracteres de amplitud extraordinarios, que no habían sido conocidos hasta entonces. Dos candidatos se diseñaron en ellas: don Miguel Luis Amunátegui y don Aníbal Pinto. Este último fué en definitiva proclamado candidato del Partido Liberal.

En contra de la candidatura oficial del Partido Liberal, se levantó la candidatura de don Benjamín Vicuña Mackenna, liberal también, pero que organizó una colectividad disidente que se llamó "Partido Liberal Democrático." (Véase) Luego de una campaña electoral que tuvo caracteres desconocidos, por la movilidad y caracter popular que le dió Vicuña Mackenna, triunfó don Aníbal Pinto, quien asumió la Presidencia el 18 de Setiembre de 1876.

El gobierno de Pinto se inició con clara tendencia liberal, lo que quedó de manifiesto al designar Ministro del Interior en su primer Gabinete a don José Victorino Lastarria, uno de los primeros luchadores y maestro del liberalismo.

Por estos años empiezan a producirse en el seno del Partido Liberal divergencias internas, que con los años habrían de constituir un mal endémico de esta colectividad. Ya hemos visto que en las postrimerías del Gobierno de Errázuriz, Vicuña Mackenna organizó el Partido Liberal Democrático, que continuó existiendo por algún tiempo durante el gobierno de Pinto. Durante este último gobierno se formó una nueva fracción, integrada por los hermanos Amunátegui y otros intelectuales, que estuvieron en desacuerdo con la política del Gobierno. Hubo, así, frecuentes disensiones internas, crísis ministeriales, etc. El sector liberal que per maneció junto al Gobierno, según costumbre que ahora se inició, fué llamado "Partido Liberal", por antonomasia. Las otras fracciones fueron desde entonces consideradas como disidentes.

En 1881, el Partido Liberal levantó la candidatura presidencial de don Domingo Santa María, que contó con el apoyo de radicales y nacionales. Los conservadores habían levantado la candidatura del general don Manuel Baquedano; pero fué retirada de la lucha. Santa María resultó, así, elegido Presidente de la República y asumió sus funciones el 18 de Setiembre de 1881.

Durante el Gobierno de Santa María se produjeron graves incidentes de caracter religioso, que pusieron en abierta pugna a liberales y conservadores. Se encontraba vacante la Sede Arzobispal por fallecimiento del Arzobispo Valdivieso; y el Gobierno, usando de las facultades que le concedía el régimen de Patronato, propuso para el cargo a don Francisco de Paula Taforó, sacerdote que era considerado de ideas liberales. La curia de Santiago y el Partido Conservador rechazaron esta proposición y pidieron la intervención de la Santa Sede. Fué así como llegó a Chile, en calidad de Delegado Apostólico, Monseñor Celestino del Frate, quien, luego de diversas informaciones, se pronunció desfavorablemente sobre el nombramiento de Taforó y así lo informó a la Santa Sede. El Gobierno de Santa María, considerándose agraviado, obligó a salir del país al Delegado Apostólico, cancelándole sus Pasaportes. Al mismo tiempo, rompió relaciones con la Santa Sede. (Véase "Partido Conservador")

Acaso como represalia por esta situación, el Gobierno de Santa María solicitó al Congreso Nacional el despacho de las leyes de caracter teológico que eran resistidas abiertamente por el clero y por el Partido Conservador. El Congreso, que había sido elegido en 1882 y en el cual ningún conservador había sido elegido, despachó rapidamente las reformas; y así nacieron, el cementerio laico, el matrimonio civil y el registro civil. La organización social chilena, hasta este momento de caracter religioso, adquiría, pues, caracter laico. No fué posible establecer la separación de la Iglesia y el Estado, porque no hubo acuerdo entre los liberales acerca de la situación en que se dejaría a la Iglesia, una vez independizada del Estado.

Naturalmente, todas estas reformas se aprobaron en un ambiente de gran agitación pública y atacadas duramente por el Partido Conservador y por el clero. (Véase "Partido Conservador"). La aplicación de la ley sobre cementerios dio también ocasión a graves incidentes y disturbios.

Hubo un grupo de liberales que no aceptaron los procedimientos del Gobierno. Consideraron que Santa María gobernaba con arrestos omnímodos, en abierta pugna con los principios liberales; y que no era aceptable el espíritu sectario con que había emprendido las reformas teológicas. Este grupo, que era encabezado por José Victorino Lastarria, profesaba un puro liberalismo, y fué el antecedente del "Partido Liberal Doctrinario" del futuro (Véase). Fueron llamado en aquella época "liberales sueltos", denominación que hizo decir a Lastarria: "Sería preferible que se nos llamara mosqueteros o franco tiradores, antes que sueltos".

El Gobierno de Santa María llegó, así, a su término, en medio de gran agitación. Para elegir a su sucesor, el Partido Liberal (sector de Gobierno) y una fracción radical, proclamaron la candidatura de don José Manuel Balmaceda. Los liberales sueltos, los radicales opositores y los nacionales, proclamaron don José Francisco Vergara, radical; pero como no se contó con el apoyo conservador, esta candidatura fué retirada. En esta forma, resultó elegido Presidente de la República don José Manuel Balmaceda, quien asumió el mando el día 18 de Setiembre de 1886.

El Presidente Balmaceda habría de ser el último Presidente de esta etapa llamada "República Liberal". Su gobierno habría de ser intensamente agitado; y durante él, el Partido Liberal, dividido en varias fracciones, habría de tener una trayectoria confusa y agitada.

Para comprender debidamente la actuación del Partido Liberal durante el gobierno de Balmaceda, es menester analizar las distintas fracciones en que estuvo dividio durante él. Tales fracciones fueron las siguientes:

1.- Liberales de Gobierno, que formaban el "Partido Liberal" por antonomasia. Habían sido el apoyo del Gobierno desde la época del Presidente don José Joaquín Pérez y constituían el sector más numeroso del Congreso, pudiendo por sí solos formar mayoría. Sus principales dirigentes eran Demetrio Lastarria (hijo de don José Victorino), Aníbal Zañartu, Julio Zegers, Ramón Barros Luco, Pedro Lucio Cuadra, etc. Los principios doctrinarios de este grupo eran de carácter moderado y hasta cierto punto pasivos.

2.- Liberales disidentes, llamados también independientes, sueltos o "Doctrinarlos". Era este un grupo más pequeño. Había apoyado, formando parte del Partido Liberal único, a Federico Errázuriz, a Anibal Pinto y a Domingo Santa María; pero se habían separado del gobierno de éste, según hemos visto, por no aceptar su política. Formaban parte de este grupo don Eulogio Altamarino, don Vicente Reyz, don José Antonio Gandarillas, don Augusto y don Eduardo Matte, don Miguel Luis Amunátegui, don Diego Barros Arana, etc.

3.- Liberales mocetones o nacionalizados. Estaban encabezados por don Isidoro Errázuriz y seguían la política del Partido Nacional o montt-varista, de donde les venía su denominación.

Fué especial preocupación del Presidente Balmaceda procurar la unión de los grupos liberales, entre los cuales se incluía también a radicales y nacionales, bajo la denominación común de "Partidos Liberales". Su sueño era "reconciliar la familia liberal" y trató de hacerlo realidad desde un principio. Intentó todas las combinaciones imaginables para unir a los liberales en su torno, llamando a colaborar con él a todas las fracciones, una tras otra; pero sólo consiguió ahondar las diferencias y hacer más difiil la unión. Poco a poco se fueron alejando de él los elementos del Partido y llegó un momento en que sólo contó con un pequeño grupo que habría de servir de base para que después de sus días se organizara el "Partido Liberal Democrático" o "Balmacedista".

Organizó un primer Gabinete con tres liberales y dos nacionales; un segundo, el 30 de Noviembre de 1886, también con tres liberales y dos nacionales; un tercero, en Junio de 1887, tenía dos liberales de gobierno, dos liberales disidentes y dos nacionales. Con este último Gabinete, llamado de "Reconciliación", parecía realizarse el sueño del Presidente; pero tuvo corta duración. El 12 de Abril del mismo año organizó un cuarto Gabinete, formado exclusivamente por liberales de gobierno. El 2 de Noviembre organizó un quinto, con la misma naturaleza; el 11 de Junio de 1889, organizó un nuevo Gabinete, en el que figuraban tres liberales de gobierno, dos liberales disidentes y un radical. El 28 de Octubre del mismo año juraba otro Gabinete con dos liberados de gobierno, un liberal disidente, un liberal nacionalizado, un radical y un nacional. El 7 de Noviembre, otro con dos liberales de gobierno, y con la misma combinación del anterior. El 21 de Enero de 1890, quedó organizado un Gabinete exclusivamente con liberales de gobierno. El 11 de Agosto del mismo año se organizó el Ministerio Prats, con cinco liberales y un conservador; el 15 de Octubre uno exclusivamente liberal.

Hemos señalado sólo los Gabinetes de rasgos más salientes, prescindiendo también de cambios parciales; pero, en todo caso, es posible ver en ellos como el Presidente Balmaceda hizo desesperados esfuerzos por unir al Partido Liberal.

En las elecciones parlamentarias de 1888, las fracciones liberales obtuvieron la siguiente representación: Senado: 16 liberales de gobierno; y 4 disidentes. Cámara de Diputados: 76 liberales de gobierno; y 8 disidentes.

Mientras tanto, la opinión política del país se agitaba con el problema de la sucesión presidencial. El Presidente Balmaceda inclinaba sus preferencias por la candidatura de don Enrique Salvador Sanfuentes y, como era natural, encontraba el apoyo de los liberales de gobierno y la oposición de los otros grupos liberales y demás partidos.

Vinieron después los acontecimientos de la Revolución de 1891, que son de sobra conocidos y que escapan a la naturaleza de este este artículo. El Presidente Balmaceda, derrocado por la Revolución, terminó por suicidarse y el Gobierno fué asumido por una Junta de Gobierno, que contó, como también había contado la Revolución, son el apoyo de grupos liberales.

Con la caída del Presidente Balmaceda terminaba el período del Gobierno del Partido Liberal. Presidentes de sus filas habían sido los señores Federico Errázuriz, Aníbal Pinto, Domingo Santa María y José Manuel Balmaceda. En los años venideros, aun cuando muchos liberales serían Presidente de la República, el Partido mismo no volvería a tener la situación de preeminencia que había tenido, pues el régimen parlamentario que se implantará y la diversidad creciente de Partidos Políticos, impedirán hablar nuevamente de "gobierno liberal". Durante su permanencia en el poder realizó esfuerzos, como se ha visto, por implantar muchos de sus postulados; pero, al mismo tiempo, los procedimientos políticos, electorales y religiosos que siguió, no siempre guardaron concordancia con su doctrina. Después de la Revolución de 1891, se implantó en el país el régimen político "Parlamentario", en conformidad actual las mayorías parlamentarias formaban y derribaban gabinetes. Todo Gobierno necesitaba, pues, contar con esta mayoría para poder gobernar. Como la diversidad de Partidos impedía contar con uno solo, lo suficientemente poderoso para formar mayoría con él, fué necesario organizar combinaciones de Partidos. Así nacieron la "Alianza Liberal" y la "Coalición". (Véase).

No hay una norma fija para poder definir estas combinaciones. Sólo la presencia del Partido Conservador era un índice seguro para poder determinarlas, pues donde dicho Partido estaba ubicado, se trataba invariablemente de Coalición; y donde no figuraba, había Alianza Liberal. El Partido Liberal podía formar parte de una o de otra, según las circunstancias; y hubo ocasiones en que se dividió, contando con una fracción en cada una de ellas, como habremos de verlo.

Ningún Partido nació a la vida pública más anarquizado que el Partido Liberal, después de la Revolución de 1891. Un grupo había permanecido fiel al Presidente Balmaceda; y el otro, divido en fracciones, aparecía ahora con diferencias más acentuadas aún.

Los primeros en rehacerse organicamente como Partido, fueron los Balmacedistas. Ya en Junio de 1892 empezaron a levantar bandera y terminaron por constituir el "Partido Liberal Democrático o Balmacedista", que siguió historia separada durante un largo lapso. (Véase)

El resto de los liberales, incluyendo en ellos al Partido Nacional, aquel mismo año empezaron a realizar gestiones para unificarse y para organizarse políticamente como Partido. En los años anteriores, no obstante su poderío político y la precisión de sus doctrinas, puede decirse que los liberales no constituían un Partido organizado, tal como había ocurrido con el Partido Conservador hasta 1878. Habían figurado como "Presidentes", los señores José Antonio Gandarillas (1888), Javier Angel Figueroa y Ramón Barros Luco; pero sus verdaderos jefes habían sido los representantes parlamentarios y sus líderes, quienes, en cada ocasión, fijaban las normas del Partido, sin contar con la influencia poderosa que ejercía el Ejecutivo.

Dentro de este propósito, en Diciembre de 1891 se formó una "Junta Provisoria", formada por los señores José Besa (Nacional), Diego Barros Arana, Eduardo Matte, José Manuel Infante y Luis Barros Borgoño. Esta Jun ta Provisoria, publicó una "circular", llamando a Convención para el año siguiente, a fin de adoptar un programa y elegir un Directorio General definitivo.

La Convención se realizó en Setiembre de 1892 y ha sido considerada como la "Primera Convención" del Partido. Se llamó en aquella época "Convención de Delegados" y fué presidida por don José Besa.

Acordó que las bases fundamentales de la organización interna del Partido, son: La Convención de Delegados, el Directorio General y las Asambleas Departamentales con sus respectivos Directorios.

En lo que respecta a programa, se hizo exposición de "ciertos principios peculiares de las doctrinas y tendencias del Partido Liberal, bien conocidas por lo demás, y bien caracterizadas en los antecedentes históricos de éste". Se agregaron también puntos concretos de realización más o menos inmediata, entre otros, uno relativo al régimen de gobierno, "Afianzar, decía dicho Programa, y perfeccionar, dentro del estricto cumplimiento de la Constitución y de las leyes nuestro régimen de gobierno representativo parlamentario, fundado en la voluntad nacional manifestada por la mayoría de sus representantes en el Congreso, previas elecciones populares absolutamente libres, exentas de todo vicio de intervención por parte de funcionarios públicos, así políticos como eclesiasticos". Además, acordaba luchar por restringir las facultades de Poderes nacionales o locales, suprimir el Consejo de Estado, corregir vicios del centralismo, reducir los gastos públicos, restablecer la circulación de la moneda metálica, etc. Era novedosa la inclusión en dicho programa de problemas de caracter social; y, así, propiciaba "mejorar la condición de los obreros, creándose y fomentándose instituciones de ahorro y de asistencia".

Fué elegido Presidente del Partido don José Besa y Vice Presidente don Eulogio Altamirano.

Durante el Gobierno de don Jorge Montt, que sucedió a Balmaceda, el Partido Liberal, siguiendo las sinuosidades del régimen parlamentario, participó reiteradamente en el Gabinete, formando combinaciones con conservadores, con radicales, con nacionales. Sólo los balmacedistas no integraron jamás este gobierno.

En Diciembre de 1893, ante rumores de que se rompería la unidad liberal, que aun se mantenía con inclusión de nacionales, el Partido dirigió un manifiesto al país, desmintiendo tales rumores, con las firmas de los señores José Besa, Eulogio Altamirano, Federico Errázuriz, Eugenio Guzmán, Eduardo Matte y Luis Barros Borgoño. Unicamente los liberales democráticos o balmacedistas, se encontraban fuera de esta unidad liberal.

Para las elecciones presidenciales de 1896, el Partido Liberal se dividió nuevamente, separándose también de los nacionales. Mientras el grueso del Partido Liberal, formado por los elementos moderados, junto a nacionales y conservadores, apoyaron la candidatura de don Federico Errázuriz, un grupo de liberales doctrinarios y radicales proclamaron a don Vicente Reyes, junto con el Partido Liberal Democrático.

Desde este momento, el Partido aparecerá frecuentemente dividido en fracciones; pero habrá siempre un sector que constituirá la continuidad del Partido y que será "Partido Liberal", por antonomasia. Este sector, como antaño fué el liberal de gobierno, estará formado por los elementos moderados del Partido, o sea, por aquellos que tienden más a la Coalición que a la Alianza Liberal. Los otros grupos, especialmente aquellos que nunca aceptan una Coalición y forman tienda aparte cada vez que esta combinación se produce, serán considerados como disidentes. Sólo cuando el grueso del Partido forma parte de la Alianza Liberal, este sector integra disciplinadamente sus filas.

Durante el Gobierno de don Federico Errázuriz, hicieron oposición los liberales doctrinarios, a quienes el Presidente dió el nombre de "Carabinas Recortadas". Sus principales representantes eran Eduardo Matte, Pedro Donoso Vergara, Eduardo Videla, Ismael Valdés Valdés y Eliodoro Yañez. En cambio, apoyaban al gobierno los liberales propiamente tales, que fueron llamados "errazuristas", y que reconocían como jefe a Ismael Tocornal.

En las elecciones presidenciales de 1901, el Partido Liberal, en su totalidad, integró la Alianza Liberal, que hizo triunfar al candidato don Germán Riesco; y en tal caracter le correspondió en varias oportunidades participar en los gabinetes de Alianza que el Presidente organizó.

En 1906, el Partido vuelve a dividirse durante las elecciones parlamentarias. El sector moderado integró la Coalición, junto con los Partidos Conservador y Liberal Democrático, proclamando la candidatura de don Fernando Lazcano, que fué también apoyada por el Partido Demócrata. En cambio, el sector doctrinario, junto a los nacionales y radicales, proclamó a don Pedro Montt, que resultó triunfante.

En 1907, siendo Presidente del Partido don Ismael Valdés Valdés, se realizó, durante los días 24, 25 y 26 de Diciembre, la Segunda Convención. Tenía por objeto reformar el programa del Partido, aprobado en la Convención de 1892 y elegir Directorio.

Presidida por don Vicente Reyes, la Convención discutió detalladamente los puntos fundamentales del Programa y luego de haber intervenido diversos oradores, se dieron por aprobados los siguientes puntos esenciales: 1.- Libertad de sufragio y sanciones para quines cometan violaciones a la ley electoral. 2.- Separación de la Iglesia y el Estado. 3.- Propiciar la creación de un Senado en el cual un tercio de los Senadores sea elegido por el país en colegio único y el resto por las provincias en particular. 4.- Unión de los elementos liberales. 5.- Condenar el régimen coalicionista. 6.- Separación de los poderes públicos. 7.- Quitar a los Cuerpos Políticos toda ingerencia en el Poder Judicial.

Especial preocupación tuvo esta Convención por los problemas sociales, que ya empezaban a agitar a la opinión pública. El Partido Conservador (Véase), en su Convención de 1901 había abordado estos problemas, proclamando la democracia cristiana; y el Partido Radical, en su Convención de 1906, se había orientado hacia los principios socialistas. Existía, además, un Partido Demócrata, de raigambre obrera. Siguiendo el curso de esta evolución, el Partido Liberal, en su Convención de 1907, a que nos estamos refiriendo, tomó el siguiente acuerdo: "A fin de mejorar la situación de las clases trabajadoras y de armonizar los intereses de patrones y obreros, evitando así en nuestro país, la lucha de clases, la Convención considera primordial......." A continuación determinó una serie de medidas, tales como establecer legislación del trabajo, responsabilidad por los accidentes del trabajo, mejoramiento de condiciones higiénicas de habitaciones y talleres, establecer Cajas de Ahorro para los obreros y facilitarles el crédito por medio del "Montepío Nacional", fomentar las sociedades cooperativas, obtener del Estado en las empresas a su cargo, un sistema de previsión, reglamentar el trabajo de mujeres y niños y establecer poblaciones para obreros.

El Directorio designado por la Convención sesionó posteriormente y eligió el siguiente Directorio: Presidente, Ismael Valdés Valdés; Vice Presidentes, Javier Angel Figueroa y Adolfo Guerrero. Secretarios, Manuel Rivas Vicuña y Luis Barros Valdés. Tesorero, Garlos Larraín Claro. Vocales, Máximo Cienfuegos, Raimundo del Río, Rafael Sanhueza, Luis Barros Borgoño y Maximiliano Ibañez.


En 1910, el Partido Liberal, unido, participó en la elección del Presidente de la República don Ramón Barros Luco, que fué elegido sin lucha. Durante su gobierno, integró también varios ministerior.

Durante los días 19, 20 y 21 de Octubre de 1913, el Partido Liberal realizó su Tercera Convención. Era Presidente del Partido en aquel momento, don Ismael Tocornal. La Convección estuvo integrada por los parlamentarios del Partido y por delegados elegidos por las Asambleas. Aprobó esencialmente los siguientes puntos para su Programa: libertad de sufragio, penas para el cohecho, registro electoral permanente, separación de la Iglesia y el Estado, afianzamiento del Patronato mientras la separación se obtiene, fomento de la riqueza y producción del país, aprovechamiento de las aguas, extensión de los ferrocarriles, desarrollo de la industria agrícola y otras, procurar que la moneda tenga valor fijo y dictación de legislación social en forma muy semejante a la aprobada en la convención anterior. Puede advertirse en el programa de esta Convención un claro predominio de los problemas de caracter económico.

El Directorio que esta Convención eligió, constituído posteriormente, designó la siguiente Mesa: Luis Barros Borgoño, Presidente; Pedro García de la Huerta y Maximiliano Ibañez, Vice Presidentes; Luis Enrique Herrera y Pedro Prendez, secretarios; y Luis Barros Valdés, Tesorero.

En las elecciones de 1915 para designar Presidente de la República, el Partido Liberal, una vez más, actúa dividido. El sector moderado o "Coalicionista", como solía llamársele, integrando la Coalición apoyó la candidatura de don Juan Luis Sanfuentes. El sector disidente o "Doctrinario" apoyó dentro de la Alianza Liberal la candidatura de don Javier Angel Figueroa.

En las postrimerías de la administración Sanfuentes se produjo la ruptura de la Alianza Liberal y de la Coalición, de lo cual resultaron consecuencias de importancia para el Partido Liberal. El Presidente Sanfuentes gobernaba en aquellos momentos con un Gabinete de Alianza Liberal, en el cual participaba el Partido Liberal con todos sus cuadros. Los radicales manifestaban un vivo descontento por la participación de su Partido en este Gobierno y en la Convención celebrada en Concepción aquel año acordaron retirar sus Ministros del Gabinete. Se hizo necesario, así, organizar un Gabinete sin radicales, en el cual participaron los Partidos Liberal, Nacional, Liberal Democrático y Demócrata. Esto acarreó, naturalmente, el rompimiento de la Alianza y de la Coalición, ya que se formaba una nueva combinación en la cual quedaban excluídos conservadores y radicales.

Estos acontecimientos trajeron también como consecuencia una nueva división del Partido Liberal. El sector "doctrinario", que era en esta época llamdo también "aliancista", se manifestó contrario a la nueva combinación, que desbarataba la Alianza Liberal y atacaron duramente al nuevo Gabinete, por intermedio de los senadores Arturo Alessandri y Guillermo Rivera.

Luego, al realizarse aquel año 1919, la Cuarta Convención Liberal, esta división quedó definitivamente planteada. El sector moderado se manifestó contrario a la Alianza Liberal y partidario de la combinación recién formada: la Unión Liberal. El otro sector se manifestó Aliancista y logró elegir un Directorio de esta tendencia en la Convención. Quedó, pues, el Partido, dividido en dos sectores: el moderado, que había sido llamado antes "Coalicionista" y que ahora recibía el nombre de "Unionista"; y el Doctrinario, que era llamado "Aliancista".

No se mantuvo tampoco la unidad dentro del sector "Doctrinario", pues estaban en juego las candidaturas presidenciales para 1920. Un grupo encabezado por Manuel Rivas Vicuña, que fué llamado "electrolítico", quería reorganizar la Alianza Liberal, con los Partidos Liberal, Nacional, Liberal Democrático y Radical, con el objeto de convocar a una Convención única, con todos los Partidos, que designara candidato a la Presidencia de la República. Este grupo porhijaba las candidaturas de los señores Ismael Tocornal o Luis Barros Borgoño. Otro sector, quería Alianza Liberal y Convención unicamente con los radicales, liberales Aliancistas y Demócratas. En definitiva, triunfó este último sector aliancista y la Alianza Liberal quedó formada por los Partidos Radical, Liberal Aliancista o Doctrinario, Demócrata y un sector Liberal Democrático. Proclamó la candidatura presidencial de don Arturo Alessandri Palma. Por su parte, el sector moderado del Partido Liberal, que era llamado, como hemos visto "Liberal Unionista", celebró el 2 de Mayo de 1920, Convención Presidencial con los Partidos, Nacional, un grupo Liberal Democrático, y el Partido Nacionalista. Proclamó la candidatura de don Luis Barros Borgoño, a la cual adhirió posteriormente el Partido Conservador. Se formó entonces con los Conservadores una nueva combinación que se llamó "Unión Nacional". (Véase)

Las elecciones presidenciales de 1920 se desarrollaron en un clima agitadísimo, que ahondó más aún la división liberal, ya que en ambos bandos figuraba un sector del Partido. Después de diversas alternativas, que no es del caso ponderar, triunfó el candidato de la Alianza Liberal don Arturo Alessandri Palma.

Durante el Gobierno de Alessandri, de acuerdo con las normas del régimen parlamentario, ambos sectores del Partido Liberal, dentro de sus respectivas combinaciones, formaron parte de los Ministerios; pero hubo clara primacía del grupo doctrinario o Aliancista. En las elecciones parlamentarias de 1921, este sector marcó ventaja sobre el Unionista; y en las elecciones de 1924, que se realizaron en un clima violento, esta ventaja fué manifiesta: en el Senado, los liberales aliancistas completaron 7 Senadores, contra 3 de los liberales unionistas; y en la Cámara de Diputados eligieron 19 diputados, contra 8 unionistas. (Véase "Unión Nacional" y "Alianza Liberal").

En Setiembre de 1924 se produjo un golpe militar que trajo como consecuencia la caída del Presidente Alessandri, movimiento que contó con las simpatías de la Unión Nacional, combinación que poco después proclamó la candidatura presidencial de don Ladislao Errázuriz, miembro prominente del Partido Liberal Unionista. A su vez, los Partidos de la Alianza Liberal, y entre ellos el Liberal Doctrinario que presidía don Eliodoro Yañez, conservaron su adhesión al Presidente Alessandri. Así, al producirse el nuevo movimiento militar de 23 de Enero de 1925, que llamó al Presidente Alessandri a terminar su período constitucional, le enviaron a Italia en donde se encontraba, un telegrama en que decían: "Nombre Partidos que apoyaron su Gobierno, rogámosle manifestar aceptación y anunci inmediato regreso. Situación enteramente favorable." Vuelto al país el Presidente Alessandri se dió especialmente a la tarea de reformar la Constitución Política con el objeto de terminar con el régimen parlamentario que se había entronizados después de la Revolución de 1891. Los Partidos Radical y Conservador se manifestaron disconformes con muchos aspecto y acordaron abstenerse de participar en el Plebiscito a que el proyecto de Constitución fué sometido. El Partido Liberal Democrático o Balmacedista se manifestó francamente partidario del nuevo Proyecto. En cambio, el Partido Liberal no tomó acuerdos al respecto, aun cuando distinguidos personeros de él expresaron diversas opiniones.

Alejado posteriormente del Gobierno en forma definitiva el Presidente Alessandri, empezaron los Partidos a preocuparse del candidato presidencial. Dada la difícil situación existente, el Ministro de Guerra don Carlos Ibañez, que había figurado como candidato, llamó a su despacho a los Presidentes de los distintos Partidos Políticos para hacerles presente la conveniencia de que los Partidos de común acuerdo designaran como candidato a una persona que perteneciera a las ideas políticas de centro y que estuviera identificado con los ideales revolucionarios. En representación del Partido Liberal Unionista concurrió don Francisco Bulnes; y en representación del Partido Liberal Aliancista, don Abraham Gatica. Ambas fracciones liberales estuvieron de acuerdo con la proposición del señor Ibañez y ofrecieron cooperar a su realización.

Posteriormente, con fecha 5 de Octubre de 1925, luego de prolongadas reuniones, se suscribió un pacto entre los Partidos, designando candidato a la Presidencia de la República a don Emiliano Figueroa Larrain, quien resultó elegido para el cargo. Firmaron esta Acta por las fracciones Unionista y Aliancista del Partido Liberal, los señores Miguel Letelier y Abraham Gatica, respectivamente.

Posteriormente se desarrollaron los acontecimientos políticos, de sobra conocidos y agenos a este artículo, que llevaron a la Presidencia de la República a don Carlos Ibañez del Campo.

Durante el Gobierno del señor Ibañez, la situación de los Partidos varió esencialmente ya que, dado el sistema de gobierno seguido, no contaron con la libertad y garantías necesarias para su desenvolvimiento. Puede decirse que hubo una desintegración de los Partidos Políticos; y tal cosa ocurrió con el Partido Liberal. Se formaron sí, Directivas artificiales, con el objeto de mantener una apariencia de Partidos y poder con ellos conservar la continuidad institucional. En lo que respecta al Partido Liberal se realizó una gestión artificial para producir la unificación de las diversas fracciones. Resultó de ella el "Partido Liberal Unido", que agrupaba a las dos fracciones del Partido Liberal, al Partido Nacional y al Partido Liberal Democrático o Balmacedista. Presidente de esta colectividad fué designado don Pedro Opazo Letelier.

Con el Partido Liberal Unido y con las demás colectividades políticas reorganizadas en forma más o menos semejante, se realizó en 1930 el arbitraje electoral que permitió designar el Congreso Nacional sin lucha, en atención a un precepto que autorizaba para prescindir de elecciones cuando el número de candidatos era igual al número de cargos por llenar. Precisamente, esta había sido la principal finalidad de la reorganización de los Partidos; y, en efecto, bien poca o ninguna actuación partidista tuvieron con posterioridad. En el Congreso elegido en esta forma, que fué llamado "Congreso Termal", correspondió al Partido Liberal una cuota de 31 diputados y completó en el Senado la cantidad de 16 Senadores.

Después de la caída del Gobierno de Ibañez, se produjo en el país un verdadero resurgimiento político, en el cual junto con organizarse los antiguos partidos históricos, surgieron nuevas y diversas colectividades. El Partido Liberal reapareció nuevamente dividido en fracciones, sin que pesara para evitar esta situación, la fusión realizada durante el Gobierno que terminaba. Las fracciones en que apareció dividido fueron las siguientes:

1.- Partido Liberal Unido, dirigido por don Pedro Opazo Letelier y que era el continuador del Partido que había actuado durante el Gobierno de Ibañez e intervenido en la designación del Congreso Termal. Según el decir de sus adversarios era sólo una "ficción de partido".

2.- Unión Republicana, presidida por don Ladislao Errázuriz y en cuya filas militaban los elementos moderados del Partido y, en especial, antiguos liberales unionistas o coalicionistas. La mayoría de sus dirigentes habían sido opositores decididos del Gobierno de Ibañez, por cuyo motivo este Partido polarizó fuertes núcleos liberales. 3.- Partido Liberal Doctrinario, o "Asamblea Liberal Doctrinaria", presidio por don Ernesto Barros Jarpa y que agrupaba a elementos avanzados del Partido.

4.- Partido Liberal Democrático o Balmacedista, presidido por don Juán C. Zamorano, sector que siempre había sido considerado como un Partido distinto del Liberal.

Diversas gestiones se hicieron para producir la unidad del Partido. La más importante de ellas fué la convocación a una Convención hecha en 1931, por personeros de distintas tendencias liberales. Firmaban miembros del Partido Liberal Unido, como don Guillermo Barros Jara; Liberal Democráticos, como don Augusto Vicuña Subercaseaux y don Jorge Silva Somarriva; antiguos liberales Aliancistas, como don Maximiliano Ibañez, don Domingo Amunátegui y don Luis Aldunate; Liberales Unionistas, como don Gonzalo Bulnes y don Luis Claro; antiguos Nacionales, como don Luis Dávila Larrain, don Miguel Urrutia y don Miguel Varas; y de la Unión Republicana, como don Ladislao Errázuriz, don Ignacio Urrutia y don Francisco Bulnes.

Para la organización de esta Convención se nombró un Comité organizador, integrado por los señores Augusto Vicuña Subercaseaux, Ignacio Urrutia Manzano, José Manuel Balmaceda, Fermín Vergara Figueroa, Oscar Valenzuela Valdés, Guillermo Barros Jara, Gustavo Rivera Baeza, Ladislao Errázuriz y Rafael Balmaceda Bello.

Faltando sólo ocho días para la Convención el Partido Liberal Unido pidió a sus amigos que no concurrieran a ella, lo que significaba desde ya una negativa de este sector a participar en las gestiones de unificación. Firmaban este comunicado los señores Pedro Opazo Letelier, Alfredo Irarrázabal, Pedro Nicolás Montenegro, Carlos Villarroel, Enrique Zañartu Prieto, Alfredo Moreno Bruce, Absalón Valencia, Hermógenes Labbé, y Alfonso Figueroa Unzueta.

En estas condiciones, la Convención se realizó durante los días 25 de Diciembre y siguientes. Aunque no participaron oficialmente los sectores Doctrinario, Unido y Democrático, muchos de sus componentes asistieron a ella en su deseo de unificación. Su asistencia fué numerosa y fué presidida por don Gonzalo Bulnes.

Esta Convención fué considerada como la "Quinta Convención" del Partido siguiendo la numeración de los anteriores torneos oficiales. De ella resultó el "Partido Liberal", propiamente tal, que se consideró como el continuador del antiguo Partido y que se presentó a las urnas en 1932 con la denominación de "Partido Liberal". Presidente fué elegido don Ignacio Urrutia Manzano.

En las elecciones parlamentarias de 1932, el Partido Liberal resultante de la Convención mencionada, presentó 14 candidatos a Senador y obtuvo el triunfo de 5, con un total de 34.053 votos; el Partido Liberal Unido presentó 8 candidatos y obtuvo el triunfo de 1, con un total de 19.022 sufragios; el Partido Liberal Democrático presentó 2 candidatos y obtuvo el triunfo de uno, con un total de votos de 5.548.

Para la Cámara de Diputados, el Partido Liberal presentó 45 candidatos y obtuvo el triunfo de 18, con 30.407 sufragios; el Partido Liberal Unido, presentó 39 candidatos y obtuvo el triunfo de 6, con 18.203 sufragios; el Partido Liberal Doctrinario presentó 13 candidatos y eligió 2, con 5.643 sufragios; y el Partido Liberal Democrático presentó 5 candidatos y obtuvo el triunfo de uno, con 1.886 sufragios.

Quedó de manifiesto que el Partido Liberal había polarizado la mayor parte de la votación liberal del país; y que por sí solo superaba a las demás fracciones en conjunto.

En las elecciones presidenciales de aquel mismo año, el Partido Liberal apoyó la candidatura de don Juán Esteban Montero, juntamente con los Partidos Radical y Conservador, candidatura que resultó triunfante. El Partido Liberal Unido adhirió también a esta candidatura. En cambio, el Partido Liberal Doctrinario y parte del Liberal Democrático apoyaron la candidatura de don Arturo Alessandri Palma; y posteriormente formaron parte de la Federación de Izquierdas.

En las elecciones presidenciales de 1932, el Partido Liberal Unido proclamó la candidatura de don Enrique Zañartu Prieto junto con un sector de liberales democráticos; el Partido Liberal Doctrinario y otro sector de liberales democráticos, apoyo a don Arturo Alessandri Palma; y el Partido Liberal, declaró libertad de acción. Sin embargo un grupo connotado de miembros de este Partido, encabezados por don Ignacio Urrutia Manzano adhirió a la candidatura Alessandri, por medio de la siguiente comunicación: "En atención a que ha sido declarada la libertad de acción para los liberales frente a la campaña presidencial, y estimando que la candidatura de Ud. refleja nuestra ideología y anhelos civilistas, los suscritos, Directores Generales del Partido, venimos en manifestarle nuestra adhesión y concurso decididos. Firman: Ignacio Urrutia Manzano, Luis Aldunate Echeverría, Domingo Amunátegui Solar, Agustín Edwards Mac Clure, Enrique Matta Figueroa, Luis Garnham, Miguel Letelier Espínola, Gregorio Amunátegui, Emilio Aldunate Bascuñán, Luis Merino Esquivel.... (siguen las firmas)

Las gestiones de unificación del Partido que habían fracasado el año anterior, continuaron en 1932 después de las elecciones. Las distintas fracciones pudieron advertir por el resultado de las elecciones de Congreso que unidas habrían obtenido un crecido número de parlamentarios y significado un apreciable porcentaje en el electorado del país. Se realizaron diversas conversaciones entre las diversas fracciones, en las cuales tuvieron participación destacada los señores Antonio Huneuss y Ladislao Errázuriz. Los liberales, los liberales doctrinarios y los liberales democráticos terminaron por constituir un solo Partido, con el nombre de Partido Liberal. Presidente del Partido fué elegido don Alejandro Huneeus.

Para sellar la unificación se realizó en Valparaíso, durante los días 13, 14 y 15 de Octubre de 1933, la "Sexta Convención" del Partido. En su convocatoria se decía: "Las diversas fracciones que dividían al liberalismo están, sin excepción, sincera, sólida y definitivamente unidas en un solo Partido organizado y vigoroso que hoy invita a todos los liberales de la República a reunirse para salvarla. Convócase, por tanto, al Partido Liberal a Gran Convención para sellar su alianza, con la opinión pública, disciplinar sus fuerzas y crear más estrechos contactos interprovinciales y entre Santiago y las provincias".


Fué elegido Presidente de la Convención don Luis Claro Solar y contó con la asistencia de cerca de 1.500 convencionales. En la sesión inaugural, el señor Claro Solar manifestó: "El Partido Liberal desde este momento solemne de su definitiva unión, asume grave responsabilidad. Va a estar en situación de poder influir en forma eficaz en la marcha que el país debe seguir para salir de la crisis actual". Fué discutido ampliamente el programa del Partido, manifestándose en esta discusión las tendencias individualista y doctrinaria que eran resultante de las antiguas fracciones. Fué finalmente aprobado el Programa como igualmente el Estatuto de organización interna.

Como punto básico del Programa, que venía a señalar la posición doctrinaria de aquel momento, se probó el siguiente: "El Partido Liberal establece como principio inspirador de sus doctrinas, el justo y ponderado equilibrio entre los derechos individuales y las necesidades sociales. Reconoce, en consecuencia, que la vida social limita necesariamente la vida individual, por lo que no podría acoger en su programa la aspiración a un individualismo absoluto; semejante individualismo destruiría prontamente las bases del orden social y, con ellas, toda posibilidad de desenvolvimiento individual eficiente. Reconoce, asimismo, que la inteligencia, la voluntad y las iniciativas individuales son inseparables del bienestar y el progreso sociales, por lo que no podría adherir a las ideas socialistas; semejantes ideales, una vez realizados, aniquilarían rápidamente los valores individuales y, con ellos, toda posibilidad de desenvolvimiento social superior. Equidistante, así, entre las tendencias antagónicas del individualismo absoluto y del socialismo, el Partido Liberal estima que el individuo no puede nada sin la sociedad y la sociedad nada sin el individuo".

En lo que respecta al régimen interno, el Estatuto estableció como autoridad suprema a la Convención General; y la dirección superior al Directorio General y a la Junta Ejecutiva. La base son las Asambleas Locales.

Durante el Gobierno de don Arturo Alessandri Palma, iniciado en 1933, cupo al Partido Liberal una destacada actuación. Lo apoyó durante su desempeño y ocupó en diversas ocasiones carteras ministeriales. Le correspondió enfrentar una dura lucha con los partidos de izquierda, organizados primero en el "Block de Izquierdas" (Véase) y luego en el "Frente Popular" (Véase). Su acción política la realizó en conjunto con el Partido Conservador y, en ocasiones, con los Partidos Radical y Demócrata. Fueron Presidentes del Partido Ant. Huneeus, Ladislao Errázuriz L., Oscar Valenzuela y G. Rivera.

En 1933, la directiva del Partido en presencia de acuerdos de avanzada tendencia adoptados por las Convenciones de los Partidos Radical y Demócrata, hizo con la firma de los señores Antonio Huneeus, Absalón Valencia y Gregorio Amunátegui una declaración póblica que fué ampliamente comentada y discutida. "Ante la inquietud y el estupor, decía en una parte, que los acuerdos de las convenciones radical y demócrata han suscitado, declara enfaticamente al país que en la vida económica no hay salario posible sin capital, y no hay trabajo organizado y digno sin libertad; que en la vida política no hay paz social ni orden sin Gobierno eficaz, ni hay Gobierno sólido sin Constitución que se obedezca y leyes que se cumplan". En las elecciones parlamentarias de 1937 obtuvo 34 diputados y completó 11 Senadores. En las elecciones presidenciales de 1938 apoyó la candidatura de don Gustavo Ross Santa María; pero el triunfo correspondió al candidato del Frente Popular don Pedro Aguirre Cerda.

Durante el Gobierno de Aguirre Cerda, el Partido Liberal, presidido por los señores Gustavo Rivera, Pedro Opaso Letelier, Eduardo Moore Montero y Gregorio Amunátegui, mantuvo una permanente actitud opositora, y no participó en ningún Gabinete.

En Octubre de 1939, durante los días 6, 7 y 8, se realizó en la ciudad de Santiago la "Séptima Convención" del Partido. Presidente honorario de ella fué don Luis Claro Solar y Presidente efectivo don Pedro Opaso Letelier. Se analizó allí la situación creada al Partido Liberal y a los Partidos de Derecha con motivo del triunfo del Frente Popular. Se hizo, igualmente una revisión del Programa y del Estatuto Orgánico, sin que se introdujeran modificaciones substanciales. "El Partido Liberal, decía la parte básica del Programa aprobado por la Convención, procura realizar una labor constructiva y persigue el engrandecimiento de la colectividad mediante el desarrollo integral del individuo, limitando sus derechos cuando lesionan o perjudican el interés o la justicia social".

Para las elecciones parlamentarias de 1941, el Partido Liberal, a igual que el Partido Conservador, considerando que no contaba con garantías suficientes, decidió abstenerse de participar. Sin embargo, por gestiones de arreglo realizadas posteriormente con el Gobierno, se dictaron diversas disposiciones legales que lo hicieron variar de actitud. Obtuvo el triunfo de 23 diputados y completó 9 Senadores.

Por fallecimiento del Presidente de la República don Pedro Aguirre Cerda se realizaron elecciones presidenciales en 1942. En el Partido Liberal se produjeron trizamientos que hicieron temer por su unidad. El grueso del Partido, junto con el Partido Conservador, proclamó la candidatura del ex Presidente don Carlos Ibañez del Campo. Un sector numeroso, encabezado por el Senador don Gregorio Amunátegui, que hasta ese momento había sido Presidente del Partido, apoyó la candidatura de don Juán Antonio Ríos que había sido levantada por el Partido Radical. Igual actitud adoptó el ex Presidente de la República don Arturo Alessandri Palma. Un tercer grupo, encabezado por los diputados Humberto Yañez Velasco, Guillermo Donoso Vergara y Rene León Echaiz, se abstuvo de participar en las elecciones. Triunfante el señor Ríos, integró su primer Gabinete con dos liberales pertenecientes al sector que lo había acompañado en su candidatura: los señores Ernesto Barros Jarpa y Benjamín Matte Larrain, en las carteras de Relaciones Exteriores y Hacienda, respectivamente. Las fracciones disidentes se reintegraron casi de inmediato al Partido sin que se produjeran mayores incidencias. Posteriormente, en Setiembre de 1943, integraron el Gabinete que el señor Ríos formó en esa fecha, como representantes oficiales del Partido, los señores Arturo Matte Larrain y Osvaldo Vial Vial, como Ministros de Hacienda y Tierras y Colonización, respectivamente. Estos Ministros permanecieron en funciones hasta Octubre de 1944.

En Diciembre de 1944 se produjo una escisión de carácter regional dentro del Partido, organizándose en Angol el "Partido Liberal Progresista" (Véase) que más tarde habría de reintegrarse al Partido.

En 1944, en elecciones extraordinarias para elegir Senador por la Agrupación de Curicó, Talca, Linares y Maule, el Partido Liberal hizo triunfar la candidatura de don Arturo Alessandri Palma. En las elecciones ordinarias de 1945, eligió 34 diputados. Presidentes del Partido durante esta época fueron los señores Gregorio Amunátegui, Pedro Opaso Letelier, José Maza, Fernando Alessandri, Francisco Bulnes, Máximo Valdés.

Para las elecciones presidenciales de 1946, el Partido Liberal participó en Convención Presidencial con los Partidos Conservador y Agrario Laborista. Tres miembros de sus filas figuraron como candidatos en ella: los señores Arturo Alessandri Palma, José Maza Fernández y Francisco Bulnes Correa. Ante el fracaso de la Convención, el Partido proclamó la candidatura presidencial de don Arturo Alessandri Palma e inició con ella los trabajos electorales.

Posteriormente se realizaron gestiones transaccionales de las cuales resultaron el retiro de la candidatura de don Arturo Alessandri y de la de don Alfredo Duhalde, designándose como candidato de transacción al senador liberal don Fernando Alessandri Rodriguez. Tal cesidión fué aprobada por la Junta Ejecutiva Liberal el 11 de Agosto de 1946.

Don Fernando Alessandri afrontó la campaña electoral con el apoyo del Partido Liberal y de los Partidos Radical Democrático, Agrario Laborista, Democrático, Socialista Auténtico, Liberal Progresista, y otros grupos. Sus contendores fueron don Gabriel González Videla, candidato de la izquierda y don Eduardo Cruz Coke, candidato del Partido Conservador. El resul tado de las urnas fué desfavorable para el candidato liberal, resultando elegido Presidente de la República don Gabriel Gonzalez Videla.

El Partido Liberal tuvo participación durante el Gobierno de Gonzalez Videla. En su primer Gabinete tuvo Ministros, que fueron los señores Guillermo Correa Fuenzalida, Manuel Bulnes Sanfuentes y Fernando Claro Salas, en las carteras de Justicia, Defensa Nacional y Salubridad, respectivamente. Participaban también en este Gabinete los Partidos Radical y Comunista, con cuatro y tres Carteras, respectivamente.

Tuvo este Gabinete corta duración. Dificultades producidas con ocasión de la presencia en él de Ministros Comunistas y el extraordinario avance que este Partido demostró en las elecciones de Abril de 1947, acarrearon la renuncia de los Ministros liberales.

En Julio de 1948, a raiz de la presentación del proyecto de ley sobre "Defensa de la Democracia", y a fin de contar con una base política amplia que le permitiera aplicar esta ley, que eliminaba de la vida publica a los comunistas, el Presidente Gonzalez Videla organizó el Gabinete llamado de "Concentración Nacional." (Véase) En este Gabinete tuvieron participación dos liberales con pase favorable del Partido, como los anteriores: los señores Germán Riesco Errázuriz y Victor Opaso Cousiño, en las carteras de Relaciones Exteriores y Agricultura, respectivamente.

Se mantuvo este Gabinete en funciones hasta Febrero de 1950 en que fué reemplazado por el llamado "Gabinete de Sensibilidad Social".

En las elecciones parlamentarias de 1949, el Partido Liberal obtuvo 33 diputados, más 2 que fueron elegidos como Liberales progresistas.

Durante los días 19, 20 y 21 de Diciembre de 1947, se realizó en Santiago la "Octava Convención" del Partido Liberal. Era Presidente del Partido don Gustavo Rivera Baeza y Vice Presidentes los señores Carlos Acharán Arce y Víctor Opaso Cousiño. Fué designado Presidente Honorario de la Convención don Arturo Alessandri Palma y Presidente efectivo don Gustavo Rivera Baeza. Se mantuvieron en su esencia los principios programáticos anteriores, aprobándose la siguiente disposición básica: "El Partido Liberal inspira su acción política, económica y social en los principios democráticos en virtud de los cuales la personalidad huma na encuentra su máxima expresión individual y social en un régimen de ponderado equilibrio, de libertad dentro del orden, de progreso dentro de la conservación de lo adquirido y de justicia con iguales oportunidades para todos de elevarse en la escala de los valores sociales. El Partido Liberal proclama una doctrina en que se asocian la justicia social, la libertad y la dignidad humana, en las concepciones del Hombre, del Estado y de la Economía".

Para las elecciones presidenciales de 1952, el Partido Liberal apoyó la candidatura de don Arturo Matte Larrain, miembro de sus filas, quien fué también apoyado por el Partido Conservador. Resultó elegido Presidente de la República don Carlos Ibañez del Campo. Durante su Gobierno el Partido Liberal se mantuvo en prudente oposición. No participó oficialmente en los Gabinetes; pero prestó su apoyo en toda circunstancia en que lo consideró necesario para el interés público.

En las elecciones parlamentarias de 1953, el Partido Liberal bajó su representación a 24 diputados. En las de 1957, obtuvo 39 diputados y completó 9 senadores.

En 1958, junto al Partido Conservador, proclamó la candidatura presidencial de don Jorge Alessandri Rodriguez, que resultó triunfante. Durante el Gobierno del señor Alessandri ha colaborado en diversas formas y en ocasiones ha ocupado carteras ministeriales, especialmente mientras el Presidente mantuvo Gabinete de carácter político, con los Partidos Radical y Conservador.

En las elecciones parlamentarias de 1961, obtuvo 28 diputados y conservó la cuota de 9 senadores.

Presidentes del Partido durante estos últimos años han sido, entre otros, los señores Oscar Urzúa Jaramillo, Francisco Bulnes Correa, Gustavo Rivera Baeza, Gregorio Amunátegui Jordán, Ladislao Errazuriz Pereira, Mariano Puga Vega, Hugo Zepeda, Sergio Sepúlveda Garcés, etc.

Al aproximarse las elecciones presidenciales de 1964, el Partido Liberal, juntamente con los Partidos Radical y Conservador, constituyó la combinación política denominada "Frente Democrático de Chile" (Véase). Esta combinación levantó la candidatura presidencial del senador radical don Julio Durán Neuman, que inició activamente su campaña. A raiz de elecciones extraordinarias realizadas el 15 de Marzo de 1964 para elegir diputado por la circunscripción de Curicó y Mataquito, en las cuales el Frente De mocrático fué derrotado, presentó su renuncia el candidato señor Julio Durán y poco después se disolvió la combinación.

Frente a esta situación, el Partido Liberal, sin compromisos ni pactos, acordó prestar su apoyo al candidato de la Democracia Cristiana, senador Eduardo Frei, por estimar que significaba garantía de continuidad democrática; pero si adherir totalmente a sus postulados.

Durante la campaña electoral, el Partido Liberal contribuyó con su organización y con sus fuerzas al triunfo del señor Frei. Este apoyo electoral acarreó, sin embargo, algunos problemas internos y provocó en ambas colectividades algunas suspicacias, dificultades e incidentes, facilmente explicables por las divergencias doctrinarias y por los planos adversos en que ambas habían actuado hasta ese momento. Un pequeño grupo de liberales, encabezado por el señor Gregorio Amunátegui Jordán, a la sazón Senador de la República, se rebeló abiertamente en contra del acuerdo de apoyar la candidatura de don Eduardo Frei y se plegó publicamente a la candidatura del FRAP de don Salvador Allende, de tendencia izquierdista. Este grupo quedó marginado del Partido.

En las elecciones presidenciales de Setiembre de 1964 resultó elegido por gran mayoría el candidato señor Eduardo Frei obtuvo 1.410.000 sufragios y fracción, contra 975.000 y fracción del señor Salvador Allende. El Partido Liberal, reiterando sus declaraciones de independencia, celebró como propio este triunfo.

Durante el gobierno del señor Frei, candidato triunfante de la Democracia Cristiana, el Partido Liberal no ha tenido participación, manteniéndose al margen del Ministerio. Su actitud ha sido de independencia, apoyándolo en determinadas circunstancias y haciendo oposición cuando ha considerado vulnerados sus principios. En la práctica, y ante la gran cantidad de proyectos patrocinados por el Gobierno, se ha venido produciendo un distanciamiento cada vez mayor entre el Partido Liberal y el Gobierno; y, especialmente, del Partido Demócrata Cristiano.

En las elecciones parlamentarias de Marzo de 1965, el resultado electoral fué marcadamente adverso al Partido Liberal y, en general, a la tendencia política de derecha que, junto al Partido Conservador, encarnaba. La campaña electoral la hizo sosteniendo que el triunfo del señor Frei no significaba un pronunciamiento del país en favor de su programa demócrata cristiano, sino una exteriorización del deseo de seguir viviendo bajo principios democráticos y lejos de extremismos de izquierda. El Partido Demócrata Cristiano (Véase) sostuvo, en cambio, que el país había aprobado su programa.

En todo el país, el Partido Liberal obtuvo en estas elecciones 170.000 sufragios y fracción, lo que en porcentaje equivale aproximadamente a un 8% del electorado nacional. Logró elegir solamente seis diputados y redujo su representación en el Senado a cinco Senadores.

Presidente del Partido durante todo este período fué el senador don Hugo Zepeda Barrios. Después de las elecciones parlamentarias fué renovada la directiva resultando elegido al ex diputado don Luis Undurraga Correa para el cargo de Presidente.

Con posterioridad, en el curso de 1965, la actitud oposicionista del Partido Liberal se ha acentuado, sin adquirir caracteres totales. (Véase Partido Demócrata Cristiano). En especial ha formulado su disconformidad con algunos proyectos del Ejecutivo que, como la reforma constitucional que afecta al derecho de propiedad, son contrarios a sus postulados.

Bibliografía[editar]

  • Alessandri, Arturo. Chile y su Historia. 1945.
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