RADICAL

Partido político organizado oficialmente en 1888 bajo las inspiraciones de Francisco Bilbao. En la Convención reunida el 17 de junio de 1965, fue aprobada su adhesión a la Internacional Social Demócrata, con sede en Londres.

El partido Radical aspira al establecimiento de un nuevo orden económico y social en el que prevalezca el interés de la comunidad sobre las conveniencias particulares. Es partidario de socializar o estatisar los medios de producción y de la supresión de los monopolios privados. Sostiene que el perfeccionamiento de un sistema democrático no puede lograrse si no está basado en un régimen socialista.

Su doctrina, de tendencia izquierdista, garantiza el normal desarrollo de la empresa privada, que merece protección social cuando no entorpece u obstaculiza la creación de un orden económica y socialmente justo. Recomienda modificar el régimen de tenencia de la tierra mediante una Reforma Agraria que respete la acción económica de los pequeños y medianos propietarios. Es antiimperialista y lucha contra los consorcios internacionales, aceptando la inversión directa extranjera solamente asociada con el Estado.

El radicalismo chileno promueve el fortalecimiento de la organización sindical como un medio para que los trabajadores eleven su nivel de vida; lucha porque, progresivamente, la educación sólo se imparta en establecimientos oficiales, reivindicando para el Estado el control sobre el otorgamiento de títulos profesionales. En el plano político, propicia el agrupamiento de todas las colectividades y fuerzas populares de izquierda. Sostiene el derecho a un pensamiento libre, laico, creador y abierto a todas las realizaciones intelectuales. El partido Radical es partidario de una democracia socialista y laica. El poder soberano reside en el pueblo y los órganos o autoridades del Estado sólo tienen las facultades, atribuciones y derechos que las leyes les señalan expresamente.