Diferencia entre revisiones de «Fausto (Estanislao del Campo)»

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Línea 7: Línea 7:
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En un overo rosao,
En un overo rosao,
flete nuevo y parejito,
Flete nuevo y parejito,
caía al bajo, al trotecito,
Caía al bajo, al trotecito,
y lindamente sentao,
Y lindamente sentao,
un paisano del Bragao,
Un paisano del Bragao,
de apelativo Laguna:
De apelativo Laguna:
mozo jinetazo, ¡ahijuna!,
Mozo jinetazo ¡ahijuna!,
como creo que no hay otro,
Como creo que no hay otro,
capaz de llevar un potro
Capaz de llevar un potro
a sofrenarlo en la Luna.
A sofrenarlo en la luna.


¡Ah, criollo!, si parecía
¡Ah criollo! si parecía
pegao en el animal,
Pegao en el animal,
que aunque era medio bagual,
Que aunque era medio bagual,
A la rienda obedecía
A la rienda obedecía
De suerte, que se creería
De suerte, que se creería
Línea 51: Línea 51:


Dió güelta y dijo el paisano:
Dió güelta y dijo el paisano:
¡Vaya "Záfiro"! ¿qué es eso?
-¡Vaya "Záfiro"! ¿qué es eso?
Y le acarició el pescuezo
Y le acarició el pescuezo
Con la palma de la mano.
Con la palma de la mano.
Línea 65: Línea 65:
Y ya pegó el grito: -¡ahijuna!
Y ya pegó el grito: -¡ahijuna!
¿No es el Pollo?
¿No es el Pollo?
―Pollo, no,
-Pollo, no,
Ese tiempo se pasó.
Ese tiempo se pasó.
(Contestó el otro paisano),
(Contestó el otro paisano),
Línea 85: Línea 85:
En la clin del colorao.
En la clin del colorao.


―Velay, tienda el cojinillo,
-Velay, tienda el cojinillo
don Laguna, sientesé,
Don Laguna, sientesé
y un ratito aguardemé
Y un ratito aguardemé
mientras maneo el potrillo:
Mientras maneo el potrillo:
vaya armando un cigarrillo,
Vaya armando un cigarrillo,
si es que el vicio no ha olvidao,
Si es que el vicio no ha olvidao,
ahí tiene contra el recao
Ahí tiene contra el recao
cuchillo, papel y un naco:
Cuchillo, papel y un naco:
yo siempre pico el tabaco
Yo siempre pico el tabaco
por no pitarlo aventao.
Por no pitarlo aventao.


―Vaya amigo, le haré gasto...
-Vaya amigo, le haré gasto...
¿No quiere maniar su overo?
-¿No quiere maniar su overo?
―Dejeló a mi parejero
-Dejeló a mi parejero
que es como mata de pasto.
Que es como mata de pasto.
Ya una vez, cuando el abasto,
Ya una vez, cuando el abasto,
mi cuñao se desmayó;
Mi cuñao se desmayó;
a los tres días volvió
A los tres días volvió
del insulto, y crea amigo,
Del insulto, y crea amigo,
peligra lo que le digo:
Peligra lo que le digo:
el flete ni se movió.
El flete ni se movió.


¡Bien haiga gaucho embustero!
- ¡ Bien haiga gaucho embustero!
¿Sabe que no me esperaba
¿ Sabe que no me esperaba
Que soltase una guayaba
Que soltase una guayaba
De ese tamaño, aparcero?
De ese tamaño, aparcero?
Línea 118: Línea 118:
Me lo encuentra allí parao.
Me lo encuentra allí parao.


―Vean como le buscó
-Vean como le buscó
La güelta... ¡bien haiga el Pollo!
La güelta... ¡bien haiga el Pollo!
Siempre larga todo el rollo
Siempre larga todo el rollo
Línea 126: Línea 126:
Asina nomás las trago?
Asina nomás las trago?
¡Hágase cargo!...
¡Hágase cargo!...
―Ya me hago...
-Ya me hago...


―Prieste el juego.
-Prieste el juego.
-Tómelo.
―Tómelo;
y aura le pregunto yo:
Y aura le pregunto yo
¿qué anda haciendo en este pago?
¿Qué anda haciendo en este pago?
―Hace como una semana
-Hace como una semana
que he bajao a la ciudá,
Que he bajao a la ciudá,
pues tengo necesidá
Pues tengo necesidá
de ver si cobro una lana,
De ver si cobro una lana,
pero me andan con mañana
Pero me andan con mañana
y no hay plata, y venga luego.
Y no hay plata, y venga luego.
Hoy nomás cuasi le pego
Hoy no más cuasi le pego
en las aspas con la argolla
En las aspas con la argolla
a un gringo, que aunque es de embrolla,
A un gringo, que aunque es de embrolla
ya le he maliciao el juego.
Ya le he maliciao el juego.


―Con el cuento de la guerra
-Con el cuento de la guerra
andan matreros los cobres,
Andan matreros los cobres,
vamos a morir de pobres
Vamos a morir de pobres
los paisanos de esta tierra.
Los paisanos de esta tierra.-
Yo cuasi he ganao la sierra
Yo cuasi he ganao la sierra
de puro desesperao...
De puro desesperao...
Yo me encuentro tan cortao
Yo me encuentro tan cortao
que a veces se me hace cierto
Que a veces se me hace cierto
que hasta ando jediendo a muerto...
Que hasta ando jediendo a muerto...


―Pues yo me hallo hasta empeñao.
-Pues yo me hallo hasta empeñao.
¡Vaya un lamentarse! ¡Ahijuna...!
- ¡Vaya un lamentarse! ¡ahijuna!...
Y eso es de vicio, aparcero:
Y eso es de vicio, aparcero:
a usté lo ha hecho su ternero
A usté lo ha hecho su ternero
la vaca de la fortuna.
La vaca de la fortuna.
y no llore, don Laguna,
Y no llore, Don Laguna,
No me lo castigue Dios:
No me lo castigue Dios:
Si no comparemolós
Si no comparemolós
Mis tientos con su chapiao,
Mis tientos con su chapiao,
Y así en limpio habrá quedao,
Y así en limpio habrá quedao,
el más pobre de los dos.
El más pobre de los dos.


¡Vean si es escarbador
-¡Vean si es escarbador
este Pollo, Virgen mía!
Este Pollo! ¡Virgen mía!
Si es pura chafalonía...
Si es pura chafalonía...
¡Eso sí, siempre pintor!
-¡Eso sí, siempre pintor!
―Se la gané a un jugador
-Se la gané a un jugador
que vino a echarla de güeno.
Que vino a echarla de güeno.
Primero le gané el freno
Primero le gané el freno
con riendas y cabezadas,
Con riendas y cabezadas,
y en otras cuantas jugadas
Y en otras cuantas jugadas
perdió el hombre hasta lo ajeno.
Perdió el hombre hasta lo ajeno.


¿Y sabe lo que decía
¿Y sabe lo que decía
Línea 186: Línea 186:
Que la otra noche lo he visto
Que la otra noche lo he visto
Al demonio?
Al demonio?
¡Jesucristo!
-¡Jesucristo!
―Hace bien, santigüesé,
-Hace bien, santigüesé,
¡Pues no me he de santiguar!
-¡Pues no me he de santiguar!


Con esas cosas no juego;
Con esas cosas no juego;
Línea 196: Línea 196:
Con el malo. ¡Virgen santa!
Con el malo. ¡Virgen santa!
Sólo el pensarlo me espanta...
Sólo el pensarlo me espanta...
―Güeno, le voy a contar
-Güeno, le voy a contar
Pero antes voy a buscar
Pero antes voy a buscar
Con qué mojar la garganta.
Con qué mojar la garganta.
Línea 208: Línea 208:
Y a la tosca consabida
Y a la tosca consabida
Don Laguna se volvió
Don Laguna se volvió
Ande a don Pollo lo halló
Ande a Don Pollo lo halló
Con un frasco de bebida.
Con un frasco de bebida.


―Larguesé al suelo, cuñao
-Larguesé al suelo, cuñao
Y vaya haciéndose cargo,
Y vaya haciéndose cargo,
Que puede ser más que largo
Que puede ser más que largo
Línea 219: Línea 219:
Y en ancas, haga el favor
Y en ancas, haga el favor
De acollararlos...
De acollararlos...
―Al grito:
-Al grito:
¿Es manso el coloradito?
¿Es manso el coloradito?
¡Ese es un trebo de olor!
-¡Ese es un trebo de olor!


―Ya están acollaraditos...
-Ya están acollaraditos...
―Dele un beso a esa giñebra:
-Dele un beso a esa giñebra:
Yo le hice sonar de una hebra
Yo le hice sonar de una hebra
Lo menos diez golgoritos...
Lo menos diez golgoritos...
―Pero esos son muy poquitos
-Pero esos son muy poquitos
Para un criollo como usté,
Para un criollo como usté,
Capaz de prenderselé
Capaz de prenderselé
A una pipa de lejía...
A una pipa de lejía...
―Hubo un tiempo en que solía...
-Hubo un tiempo en que solía...
―Vaya, amigo, larguesé.
-Vaya, amigo, larguesé.
</pre>
</pre>


Línea 240: Línea 240:
<div class="verse">
<div class="verse">
<pre>
<pre>
―Como a eso de la oración
-Como a eso de la oración
Aura cuatro o cinco noches,
Aura cuatro o cinco noches,
Vide una fila de coches
Vide una fila de coches
Línea 252: Línea 252:
Allí a juerza de sudar,
Allí a juerza de sudar,
Y a punta de hombro y de codo,
Y a punta de hombro y de codo,
Hice, amigazo, de modo
Hice, amigaso, de modo
Que al fin me pude arrimar.
Que al fin me pude arrimar.
Cuando compré mi dentrada
Cuando compré mi dentrada
Línea 261: Línea 261:
Era a causa de una vieja
Era a causa de una vieja
Que le había dao el mal...
Que le había dao el mal...
―Y si es chico ese corral,
-Y si es chico ese corral,
¿A qué encierran tanta oveja?
¿ A qué encierran tanta oveja?
―Ahí verá: -por fin, cuñao,
-Ahí verá: -por fin, cuñao,
A juerza de arrempujón,
A juerza de arrempujón,
Salí como mancarrón
Salí como mancarrón
Línea 278: Línea 278:
Me lo habían refalao.
Me lo habían refalao.


―Algún gringo como luz
-Algún gringo como luz
Para la uña, ha de haber sido.
Para la uña, ha de haber sido.
¡Y no haberlo yo sentido!
-¡Y no haberlo yo sentido!
En fin, ya le hice la cruz.
En fin, ya le hice la cruz.


Línea 308: Línea 308:
Era un tal Fausto mentao.
Era un tal Fausto mentao.


¿Dotor dice? Coronel
-¿Dotor dice? Coronel
De la otra banda, amigazo;
De la otra banda, amigaso;
Lo conozco a ese criollaso
Lo conozco a ese criollaso
Porque he servido con él.
Porque he servido con él.


―Yo tamién lo conocí
-Yo tamién lo conocí
Pero el pobre ya murió.
Pero el pobre ya murió.
¡Bastantes veces montó
¡Bastantes veces montó
Línea 323: Línea 323:
Dos burros del mesmo pelo.
Dos burros del mesmo pelo.


―No he visto gaucho más quiebra,
-No he visto gaucho más quiebra,
Para retrucar ¡ahijuna!...
Para retrucar ¡ahijuna!...
Dejemé hacer, don Laguna,
Dejemé hacer, Don Laguna,
Dos gárgaras de giñebra.
Dos gárgaras de giñebra.


Línea 364: Línea 364:
Hace bien: persinesé
Hace bien: persinesé
Que lo mesmito hice yo.
Que lo mesmito hice yo.
¿Y cómo no disparó?
-¿Y cómo no disparó?
―Yo mesmo no sé porqué.
-Yo mesmo no sé porqué.


¡Viera al Diablo! Uñas de gato,
¡Viera al Diablo! Uñas de gato,
Línea 389: Línea 389:
El Dotor, medio asustao,
El Dotor, medio asustao,
Le contestó que se juese...
Le contestó que se juese...
―Hizo bien: ¿no le parece?
-Hizo bien: ¿ no le parece?
―Dejuramente, cuñao.
-Dejuramente, cuñao.


Pero el Diablo comenzó
Pero el Diablo comenzó
Línea 397: Línea 397:
Hasta que lo engatusó.
Hasta que lo engatusó.


¿No era un Dotor muy projundo?
-¿No era un Dotor muy projundo?
¿Cómo se dejó engañar?
¿Cómo se dejó engañar?
―Mandinga es capaz de dar
-Mandinga es capaz de dar
Diez güetas a medio mundo.
Diez güetas a medio mundo.


Línea 413: Línea 413:


No es por la plata que lloro,
No es por la plata que lloro,
don Fausto le contestó:
Don Fausto le contestó:
Otra cosa quiero yo
Otra cosa quiero yo
Mil veces mejor que el oro.
Mil veces mejor que el oro.
Línea 422: Línea 422:
Pues no tiene más que hablar".
Pues no tiene más que hablar".


―No quiero plata ni mando,
-No quiero plata ni mando,
Dijo don Fausto, yo quiero
Dijo Don Fausto, yo quiero
El corazón todo entero
El corazón todo entero
De quien me tiene penando.
De quien me tiene penando.
Línea 437: Línea 437:
A su prenda idolatrada.
A su prenda idolatrada.


¡Canejo!... ¿será verdá?
-¡Canejo!... ¿será verdá?
¿Sabe que se me hace cuento?
¿Sabe que se me hace cuento?
―No crea que yo le miento:
-No crea que yo le miento:
Lo ha visto media ciudá.
Lo ha visto media ciudá.


¡Ah, don Laguna! ¡si viera
¡Ah, Don Laguna! ¡si viera
Qué rubia!... Creameló:
Qué rubia!... Creameló:
Creí que estaba viendo yo
Creí que estaba viendo yo
Línea 454: Línea 454:
Blanca como una cuajada,
Blanca como una cuajada,
Y celeste la pollera,
Y celeste la pollera,
don Laguna, si aquello era
Don Laguna, si aquello era
Mirar a la Inmaculada.
Mirar a la Inmaculada.


Línea 477: Línea 477:
Cuanto la gana le dió.
Cuanto la gana le dió.


¡Dotor, y hacer ese trato!
-¡Dotor, y hacer ese trato!
¿Qué quiere hacerle, cuñao
-¿Qué quiere hacerle, cuñao
Si se topó ese abogao
Si se topó ese abogao
Con la horma de su zapato?
Con la horma de su zapato?
Línea 494: Línea 494:
Yo no sé qué brujería,
Yo no sé qué brujería,
Misto, mágica o polvito
Misto, mágica o polvito
Le echó el Diablo y... ¡Dios bendito!
Le echó el Diablo y... ¡ Dios bendito!
¡Quién demonios lo creería!
¡Quién demonios lo creería!


Línea 504: Línea 504:
Yo no sé qué brujería,
Yo no sé qué brujería,
Misto, mágica o polvito
Misto, mágica o polvito
Le echó el Diablo y... ¡Dios bendito!
Le echó el Diablo y... ¡ Dios bendito!
¡Quién demonios lo creería!
¡Quién demonios lo creería!


¿Qué dice?... ¡barbaridá!...
-¿Qué dice?... ¡barbaridá!...
¡Cristo padre!... ¿Será cierto?
¡Cristo padre!... ¿Será cierto?
―Mire: que me caiga muerto
-Mire: que me caiga muerto
Si no es la pura verdá.
Si no es la pura verdá.


Línea 520: Línea 520:
Se me ha secao el garguero:
Se me ha secao el garguero:
Pase el frasco, compañero.
Pase el frasco, compañero.
¡Pues no se lo he de pasar!
-¡Pues no se lo he de pasar!
</pre>
</pre>


Línea 527: Línea 527:
<div class="verse">
<div class="verse">
<pre>
<pre>
―Vea los pingos...
-Vea los pingos...
¡Ah, hijitos!
-¡Ah, hijitos!
Son dos fletes soberanos.
Son dos fletes soberanos.
¡Como si jueran hermanos
-¡Como si jueran hermanos
Bebiendo la agua juntitos!
Bebiendo la agua juntitos!


¿Sabe que es linda la mar?
¿Sabe que es linda la mar?
¡La viera de mañanita
-¡La viera de mañanita
Cuando a gatas la puntita
Cuando a gatas la puntita
Del sol comienza a asomar!
Del sol comienza a asomar!
Línea 593: Línea 593:
Las escamas relumbrando.
Las escamas relumbrando.


¡Ah, Pollo! Ya comenzó
-¡Ah, Pollo! Ya comenzó
A meniar taba: ¿y el caso?
A meniar taba: ¿y el caso?
―Dice muy bien amigazo:
-Dice muy bien amigazo:
Seguiré contandoló.
Seguiré contandoló.


Línea 616: Línea 616:
Se llamaba este individuo,
Se llamaba este individuo,
Que me pareció medio ido
Que me pareció medio ido
O zonzo cuanto lo vi.
O sonso cuanto lo vi.


Don Valentín le pedía
Don Valentín le pedía
Que a la rubia la sirviera
Que a la rubia la sirviera
En su ausencia...
En su ausencia...
¡Pues, sonsera!
-¡Pues, sonsera!
¡El otro qué más quería!
¡El otro qué más quería!


―El Capitán con su vaso,
-El Capitán con su vaso,
A los presentes brindó,
A los presentes brindó,
Y en esto se apareció
Y en esto se apareció
De nuevo el Diablo, amigazo.
De nuevo el Diablo, amigaso.


Dijo que si lo almitían
Dijo que si lo almitían
Línea 654: Línea 654:
Y la copa se empinó.
Y la copa se empinó.


¡Qué buche! ¡Dios soberano!
-¡Qué buche! ¡Dios soberano!
―Por no parecer morao
-Por no parecer morao
El capitán jué, cuñao,
El capitán jué, cuñao,
Y le dio al Diablo la mano.
Y le dio al Diablo la mano.
Línea 672: Línea 672:
El Diablo el suelo rayó:
El Diablo el suelo rayó:
¡Viera el juego que salió!
¡Viera el juego que salió!
¡Qué sable para yesquero!
-¡Qué sable para yesquero!


¿Qué dice? ¡Había de oler
-¿Qué dice? ¡Había de oler
El jedor que iba largando
El jedor que iba largando
Mientras estaba chispiando
Mientras estaba chispiando
Línea 691: Línea 691:
¡Viera al Diablo retorcerse
¡Viera al Diablo retorcerse
Como culebra, aparcero!
Como culebra, aparcero!
¡Oiganlé!...
-¡Oiganlé!...
―Mordió el acero
-Mordió el acero
Y comenzó a estremecerse.
Y comenzó a estremecerse.


Línea 722: Línea 722:
Cansao ya de redetirse
Cansao ya de redetirse
Le contó al Demonio el caso;
Le contó al Demonio el caso;
Pero él le dijo: "Amigazo,
Pero él le dijo: "Amigaso,
No tiene porqué afligirse:
No tiene porqué afligirse:


Línea 742: Línea 742:
Armemos un cigarrillo
Armemos un cigarrillo
Si le parece...
Si le parece...
¡Pues no!
-¡Pues no!
―Tome el naco, piqueló,
-Tome el naco, piqueló,
Usté tiene mi cuchillo.
Usté tiene mi cuchillo.
</pre>
</pre>
Línea 753: Línea 753:
Ya se me quiere cansar
Ya se me quiere cansar
El flete de mi relato...
El flete de mi relato...
―Priendalé guasca otro rato:
-Priendalé guasca otro rato:
Recién comienza a sudar.
Recién comienza a sudar.


―No se apure: aguardesé:
-No se apure: aguardesé:
¿Cómo anda el frasco?...
¿Cómo anda el frasco?...
-Tuavía
―Tuavía
Hay con que hacer medio día:
Hay con que hacer medio día:
Ahí lo tiene, prendalé.
Ahí lo tiene, prendalé.


¿Sabe que este giñebrón
-¿Sabe que este giñebrón
No es para beberlo solo?
No es para beberlo solo?
Si alvierto, traigo un chicholo
Si alvierto, traigo un chicholo
O un cacho de salchichón.
O un cacho de salchichón.


―Vaya, no le ande aflojando,
-Vaya, no le ande aflojando,
Dele trago y domeló,
Dele trago y domeló,
Que a reiz de las carnes yo
Que a reiz de las carnes yo
Me lo estoy acomodando.
Me lo estoy acomodando.


¿Qué tuavía no ha almorzao?
-¿Qué tuavía no ha almorzao?
―Ando en ayunas, don Pollo:
-Ando en ayunas, don Pollo:
Porque, ¿a qué contar un bollo
Porque, ¿a qué contar un bollo
Y un cimarrón aguachao?
Y un cimarrón aguachao?
Línea 780: Línea 780:
De ir a la fonda de un gringo
De ir a la fonda de un gringo
Después de bañar el pingo.
Después de bañar el pingo.
―Pues vámonos del tirón.
-Pues vámonos del tirón.


―Aunque ando medio delgao
-Aunque ando medio delgao
Don Pollo, no le permito
Don Pollo, no le permito
Que me merme ni un chiquito
Que me merme ni un chiquito
Del cuento que ha comenzao.
Del cuento que ha comenzao.


―Pues entonces allá va:
-Pues entonces allá va:
Otra vez el lienzo alzaron
Otra vez el lienzo alzaron
Y hasta mis ojos dudaron
Y hasta mis ojos dudaron
Línea 793: Línea 793:


¡Qué quinta! ¡Virgen bendita!
¡Qué quinta! ¡Virgen bendita!
¡Viera, amigazo, el jardín!
¡Viera, amigaso, el jardín!
Allí se vía el jazmín,
Allí se vía el jazmín,
El clavel, la margarita,
El clavel, la margarita,


el toronjil, la retama,
El toronjil, la retama,
y hasta estuatas, compañero.
Y hasta estuatas, compañero,
Al lao de esa, era un chiquero
Al lao de ésa, era un chiquero
la quinta de don Lezama.
La quinta de don Lezama.


Entre tanta maravilla
Entre tanta maravilla
que allí había y medio a un lao
Que allí había y medio a un lao
habían edificao
Habían edificao
una preciosa casilla.
Una preciosa casilla.


Allí la rubia vivía
Allí la rubia vivía
entre las flores como ella,
Entre las flores como ella,
allí brillaba esa estrella
Allí brillaba esa estrella
que el pobre dotor seguía.
Que el pobre Dotor seguía.


Y digo pobre Dotor,
Y digo pobre Dotor,
porque pienso, don Laguna,
Porque pienso, Don Laguna,
que no hay desgracia ninguna
Que no hay desgracia ninguna
como un desdichao amor.
Como un desdichao amor.


―Puede ser; pero, amigazo,
-Puede ser; pero, amigaso,
yo en las cuartas no me enriedo,
Yo en las cuartas no me enriedo,
y en un lance en que no puedo,
Y en un lance en que no puedo,
hago de mi alma un cedazo.
Hago de mi alma un cedaso.


Por hembras yo no me pierdo:
Por hembras yo no me pierdo:
la que me empaca su amor
La que me empaca su amor
pasa por el cernidor
Pasa por el cernidor
y... si te vi, no me acuerdo.
Y... si te vi, no me acuerdo.


Lo demás, es calentarse
Lo demás, es calentarse
el mate al divino ñudo...
El mate al divino ñudo...
¡Feliz quien tenga ese escudo
-¡Feliz quien tenga ese escudo
con qué poder rejuardarse!
Con qué poder rejuardarse!


Pero usté habla, don Laguna,
Pero usté habla, don Laguna,
como un hombre que ha vivido
Como un hombre que ha vivido
sin haber nunca querido
Sin haber nunca querido
con alma y vida a ninguna.
Con alma y vida a ninguna.


Cuando un verdadero amor
Cuando un verdadero amor
se estrella en un alma ingrata,
Se estrella en un alma ingrata,
más vale el fierro que mata,
Más vale el fierro que mata,
que el fuego devorador.
Que el fuego devorador,


Siempre ese amor lo persigue
Siempre ese amor lo persigue
Línea 848: Línea 848:


Si usté en su rancho se queda,
Si usté en su rancho se queda,
o si sale para un viaje,
O si sale para un viage,
es de balde: no hay paraje
Es de balde: no hay parage
ande olvidarla usté pueda.
Ande olvidarla usté pueda.


Cuando duerme todo el mundo,
Cuando duerme todo el mundo,
usté, sobre su recao,
Usté, sobre su recao,
se da güelta, desvelao,
Se da güelta, desvelao,
pensando en su amor projundo.
Pensando en su amor projundo.


Y si el viento hace sonar
Y si el viento hace sonar
su pobre techo de paja,
Su pobre techo de paja,
cree usté que es ella que baja
Cree usté que es ella que baja
sus lágrimas a secar.
Sus lágrimas a secar.


Y si en alguna lomada
Y si en alguna lomada
tiene que dormir al raso,
Tiene que dormir al raso,
pensando en ella, amigazo,
Pensando en ella, amigaso,
lo hallará la madrugada.
Lo hallará la madrugada.


Allí acostao sobre abrojos,
Allí acostao sobre abrojos,
y entre cardos, don Laguna,
Y entre cardos, Don Laguna,
verá su cara en la luna,
Verá su cara en la luna,
y en las estrellas sus ojos.
Y en las estrellas sus ojos.


¿Qué habrá que no le recuerde
¿Qué habrá que no le recuerde
al bien de su alma querido,
Al bien de su alma querido,
si hasta cree ver su vestido
Si hasta cree ver su vestido
en la nube que se pierde?
En la nube que se pierde?


Asina sufre en la ausiencia
Asina sufre en la ausiencia
quien sin ser querido quiere:
Quien sin ser querido quiere:
aura verá cómo muere
Aura verá cómo muere
de su prenda en la presencia.
De su prenda en la presencia.


Si en frente de esa deidad
Si en frente de esa deidad
en alguna parte se halla,
En alguna parte se halla,
es otra nueva batalla
Es otra nueva batalla
que el pobre corazón da.
Que el pobre corazón da.


Si con la luz de sus ojos
Si con la luz de sus ojos
le alumbra la triste frente,
Le alumbra la triste frente,
usté, don Laguna, siente
Usté, Don Laguna, siente
el corazón entre abrojos.
El corazón entre abrojos.


Su sangre comienza alzarse
Su sangre comienza alzarse
a la cabeza en tropel,
A la cabeza en tropel,
y cree que quiere esa cruel
Y cree que quiere esa cruel
en su amargura gozarse.
En su amargura gozarse.


Y si la ingrata le niega
Y si la ingrata le niega
esa ligera mirada,
Esa ligera mirada,
queda su alma abandonada
Queda su alma abandonada
entre el dolor que la aniega.
Entre el dolor que la aniega.


Y usté, firme en su pasión...
Y usté, firme en su pasión...
y van los tiempos pasando.
Y van los tiempos pasando.
un hondo surco dejando
Un hondo surco dejando
en su infeliz corazón.
En su infeliz corazón.


―Güeno, amigo, así será,
-Güeno, amigo, así será,
pero me ha sentao el cuento.
Pero me ha sentao el cuento.
¡Qué quiere! Es un sentimiento...
-¡Qué quiere! Es un sentimiento...
tiene razón, allá va:
Tiene razón, allá va:


Pues, señor, con gran misterio,
Pues, señor, con gran misterio,
traindo en la mano una cinta,
Traindo en la mano una cinta,
se apareció entre la quinta
Se apareció entre la quinta
el zonzo de don Silverio.
El sonso de don Silverio.


Sin duda alguna saltó
Sin duda alguna saltó
las dos zanjas de la güerta,
Las dos zanjas de la güerta,
pues esa noche su puerta
Pues esa noche su puerta
la mesma rubia cerró.
La mesma rubia cerró.


Rastriándolo se vinieron
Rastriándolo se vinieron
el Demonio y el Doctor
El Demonio y el Doctor
Y tras dos árbol mayor
Y tras dos árbol mayor
a aguaitarlo se escondieron.
A aguaitarlo se escondieron.


Con las flores de la güerta
Con las flores de la güerta
y la cinta, un ramo armó
Y la cinta, un ramo armó
don Silverio, y lo dejó
Don Silverio, y lo dejó
sobre el umbral de la puerta.
Sobre el umbral de la puerta.


¡Que no cairle una centella!
-¡Que no cairle una centella!
¿A quién? ¿Al zonzo?
-¿A quién? ¿Al sonso?
¡Pues digo!...
-¡Pues digo!...
¡Venir a osequiarla, amigo,
¡Venir a osequiarla, amigo,
Con las mesmas flores de ella.
Con las mesmas flores de ella.


―Ni bien acomodó el guacho
-Ni bien acomodó el guacho
Ya rumbió...
Ya rumbió...
¡Miren qué hazaña!
-¡Miren qué hazaña!
Eso es ser más que lagaña
Eso es ser más que lagaña
Y hasta da rabia, caracho!
Y hasta da rabia, caracho!


―El Diablo entonces salió
-El Diablo entonces salió
Con el Dotor y le dijo
Con el Dotor y le dijo
"Esta vez priende de fijo
"Esta vez priende de fijo
Línea 954: Línea 954:
Al ramo del abombao.
Al ramo del abombao.


―No me hable de ese mulita:
-No me hable de ese mulita:
¡Que apunte para una banca!
¡Que apunte para una banca!
¿A que era mágica blanca
¿ A que era mágica blanca
Lo que trujo en la cajita?
Lo que trujo en la cajita?


―Era algo más eficaz
-Era algo más eficaz
Para las hembras, cuñao,
Para las hembras, cuñao,
Verá si las ha calao
Verá si las ha calao
Línea 987: Línea 987:
Enderezó a la cajita,
Enderezó a la cajita,
Y sacó... ¡Virgen bendita!
Y sacó... ¡Virgen bendita!
¡Viera qué cosa, amigazo!
¡ Viera qué cosa, amigaso!


¡Qué anillo, que prendedor!
¡Qué anillo, que prendedor!
¡Qué rosetas soberanas!
¡Qué rosetas soberanas!
¡Qué collar! ¡Qué carabanas!
¡Qué collar! ¡Qué carabanas!
¡Vea el Diablo tentador!
-¡Vea el Diablo tentador!


¿No le dije, don Laguna?
-¿No le dije, don Laguna?
La rubia allí se colgó
La rubia allí se colgó
Las prendas, y aparecio
Las prendas, y aparecio
Línea 1001: Línea 1001:
En la caja, Lucifer
En la caja, Lucifer
Había puesto un espejo...
Había puesto un espejo...
¿Sabe que el Diablo, canejo,
-¿Sabe que el Diablo, canejo,
La conoce a la mujer?
La conoce a la mujer?


―Cuando la rubia gastaba
-Cuando la rubia gastaba
Tanto mirarse la luna,
Tanto mirarse la luna,
Se apareció, don Laguna,
Se apareció, don Laguna,
Línea 1019: Línea 1019:
En la puerta, Satanás.
En la puerta, Satanás.


"¡Sin pecao! ¡Dentre, señor!"
-"¡Sin pecao! ¡Dentre, señor!"
"¿No hay perros?" - "¡Ya los
-"¿No hay perros?" - "¡Ya los
[ataron!"
[ataron!"
Y ya también se colaron
Y ya también se colaron
Línea 1030: Línea 1030:
De la rubia se pegó.
De la rubia se pegó.


¡Vea al Diablo haciendo gancho!
-¡Vea al Diablo haciendo gancho!
―El caso jué que logró
-El caso jué que logró
Reducirla y la llevó
Reducirla y la llevó
A que le amostrase un chancho.
A que le amostrase un chancho.


¿Por supuesto, el Dotorcito
-¿Por supuesto, el Dotorcito
Se quedó allí mano a mano?
Se quedó allí mano a mano?
―Dejuro, ya verá, hermano,
-Dejuro, ya verá, hermano,
La liendre que era el mocito.
La liendre que era el mocito.


Línea 1047: Línea 1047:
Asigún lo que presumo,
Asigún lo que presumo,
La rubia aflojaba laso,
La rubia aflojaba laso,
Porque el Dotor, amigazo,
Porque el Dotor, amigaso,
Se le quería ir al humo.
Se le quería ir al humo.


Línea 1057: Línea 1057:
El Diablo tras de un rosal,
El Diablo tras de un rosal,
Sin la vieja apareció..
Sin la vieja apareció..
¡A la cuenta la largó
-¡A la cuenta la largó
Jediendo entre algún maizal!
Jediendo entre algún maizal!


―La rubia, en vez de acostarse
-La rubia, en vez de acostarse
Se lo pasó en la ventana,
Se lo pasó en la ventana,
Y allí aguardó la mañana
Y allí aguardó la mañana
Línea 1090: Línea 1090:
Cantando los pajaritos
Cantando los pajaritos


Y era, amigazo, un contento
Y era, amigaso, un contento
Ver los junquillos doblarse
Ver los junquillos doblarse
Y los claveles cimbrarse
Y los claveles cimbrarse
Línea 1105: Línea 1105:
Que estaba mudando pelo.
Que estaba mudando pelo.


¡No sea bárbaro canejo!
-¡No sea bárbaro canejo!
¡Qué comparancia tan fiera!
¡Qué comparancia tan fiera!
―No hay tal: pues de zaino que era
-No hay tal: pues de zaino que era
Se iba poniendo azulejo.
Se iba poniendo azulejo.


Línea 1115: Línea 1115:
El más negro ñubarrón?
El más negro ñubarrón?


―Dice bien, pero su caso
-Dice bien, pero su caso
Se ha hecho medio empacador...
Se ha hecho medio empacador...
―Aura viene lo mejor,
-Aura viene lo mejor,
Pare la oreja, amigazo.
Pare la oreja, amigaso.


El Diablo dentró a retar
El Diablo dentró a retar
Al Dotor, y entre el responso,
Al Dotor, y entre el responso,
Le dijo: "¿Sabe que es zonzo?
Le dijo: "¿Sabe que es sonso?
¿Pa qué la dejó escapar?"
¿Pa qué la dejó escapar?"


Línea 1135: Línea 1135:
Y ella... ¡también lo abrazó!
Y ella... ¡también lo abrazó!


¡Oiganlé a la dura!
-¡Oiganlé a la dura!
―En esto
-En esto
Bajaron el cortinao:
Bajaron el cortinao:
Alcance el frasco, cuñao.
Alcance el frasco, cuñao.
―A gatas le queda un resto.
-A gatas le queda un resto.
</pre>
</pre>


Línea 1146: Línea 1146:
<div class="verse">
<div class="verse">
<pre>
<pre>
―Al rato el lienzo subió
-Al rato el lienzo subió
Y deshecha y lagrimiando,
Y deshecha y lagrimiando,
Contra una máquina hilando,
Contra una máquina hilando,
Línea 1156: Línea 1156:
Dos lágrimas asomarse
Dos lágrimas asomarse


¡Qué vergüenza!
- ¡ Qué vergüenza!
―Puede ser:
-Puede ser:
Pero, amigazo, confiese
Pero, amigaso, confiese
Que a usté tamién lo enternece
Que a usté tamién lo enternece
El llanto de una mujer.
El llanto de una mujer.
Línea 1173: Línea 1173:


Naides de usté se despega
Naides de usté se despega
Porque se haiga desgraciao,
Porque se haiga desgraciao,
Y es muy bien agasajao
Y es muy bien agasajao
En cualquier rancho a que llega.
En cualquier rancho a que llega.
Línea 1203: Línea 1203:


Pero sola y despreciada
Pero sola y despreciada
En el mundo, ¿qué ha de hacer?
En el mundo, ¿ qué ha de hacer?
¿A quién la cara volver?
¿A quién la cara volver?
¿Ande llevar la pisada?
¿Ande llevar la pisada?
Línea 1226: Línea 1226:
Vea, si no, el lagrimón
Vea, si no, el lagrimón
Que al oirlo se me ha salido!
Que al oirlo se me ha salido!
¡Oirganlé!
-¡Oirganlé!


―Me ha redotao.
-Me ha redotao.
¡No guarde rencor, amigo!
¡No guarde rencor, amigo!
―Si es en broma que le digo...
-Si es en broma que le digo...
―Siga su cuento, cuñao.
-Siga su cuento, cuñao.


―La rubia se arrebozó
-La rubia se arrebozó
Con un pañuelo ceniza,
Con un pañuelo ceniza,
Diciendo que se iba a misa
Diciendo que se iba a misa
Línea 1250: Línea 1250:
Una iglesia apareció
Una iglesia apareció
En menos que canta un gallo.
En menos que canta un gallo.
¡Vea si dentra a caballo!
-¡Vea si dentra a caballo!
¡Me larga, creameló!
-¡Me larga, creameló!


Creo que estaban alzando
Creo que estaban alzando
Línea 1299: Línea 1299:
Al rato el Diablo dentró
Al rato el Diablo dentró
Con don Fausto muy del brazo
Con don Fausto muy del brazo
Y una guitarra, amigazo,
Y una guitarra, amigaso,
Ahí mesmo desenvainó.
Ahí mesmo desenvainó.


¿Qué me dice, amigo Pollo?
-¿Qué me dice, amigo Pollo?
―Como lo oye, compañero;
-Como lo oye, compañero;
El Diablo es tan guitarrero
El Diablo es tan guitarrero
Como el paisano más criollo.
Como el paisano más criollo.
Línea 1362: Línea 1362:
De tan bien templao sonó.
De tan bien templao sonó.


―Tal vez lo traiba templao
-Tal vez lo traiba templao
Por echarla de baquiano...
Por echarla de baquiano...
―Todo puede ser, hermano,
-Todo puede ser, hermano,
Pero ¡oyese al condenao!
Pero ¡oyese al condenao!


Línea 1377: Línea 1377:
Se apareció en el umbral.
Se apareció en el umbral.


―Pues yo en campaña lo hacía...
-Pues yo en campaña lo hacía...
―Daba la casualidá
-Daba la casualidá
Que llegaba a la ciudá
Que llegaba a la ciudá
En comisión, ese día.
En comisión, ese día.


―Por supuesto, hubo fandango...
-Por supuesto, hubo fandango...
―La lata ahí no más peló
-La lata ahí no más peló
Y al infierno le aventó
Y al infierno le aventó
De un cintarazo el changango.
De un cintarazo el changango.


¡Lindo el mozo!
-¡Lindo el mozo!
¡Pobrecito!
-¡Pobrecito!
¿Lo mataron?
-¿Lo mataron?
―Ya verá:
-Ya verá:
Peló un corbo el Dotorcito
Peló un corbo el Dotorcito
Y el Diablo... ¡barbaridá!
Y el Diablo... ¡barbaridá!
Línea 1398: Línea 1398:
Y allí no más ya cayó
Y allí no más ya cayó
El pobre...
El pobre...
¡Anima bendita!
-¡Anima bendita!


―A la trifulca y al ruido,
-A la trifulca y al ruido
en montón la gente vino...
En montón la gente vino...
¿Y el Dotor y el asesino?
-¿Y el Dotor y el asesino?
―Se habían escabullido.
-Se habían escabullido.


La rubia tamién bajó,
La rubia tamién bajó
y viera aflición, paisano,
Y viera aflición, paisano,
cuando el cuerpo de su hermano
Cuando el cuerpo de su hermano
bañao en sangre miró.
Bañao en sangre miró.


A gatas medio alcanzaron
A gatas medio alcanzaron
a darse una despedida,
A darse una despedida,
porque en el cielo, sin vida,
Porque en el cielo, sin vida,
sus dos ojos se clavaron.
Sus dos ojos se clavaron.


Bajaron el cortinao,
Bajaron el cortinao,
de lo que yo me alegré:
De lo que yo me alegré:
―Tome el frasco, prendalé.
-Tome el frasco, prendalé.
―Sírvase no más, cuñao.
-Sírvase no más, cuñao.
</pre>
</pre>


Línea 1424: Línea 1424:
<div class="verse">
<div class="verse">
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<pre>
¡Pobre rubia! Vea usté
-¡Pobre rubia! Vea usté
cuánto ha venido a sufrir:
Cuánto ha venido a sufrir:
se le podía decir:
Se le podía decir:
¡quién te vido y quién te ve!
¡Quién te vido y quién te ve!


―Ansí es el mundo, amigazo:
-Ansí es el mundo, amigaso:
nada dura, don Laguna,
Nada dura, don Laguna,
hoy nos ríe la fortuna.
Hoy nos ríe la fortuna.
mañana nos da un guascaso.
Mañana nos da un guascaso.


Las hembras en mi opinión
Las hembras en mi opinión
train un destino más fiero
Train un destino más fiero
y si quiere, compañero,
Y si quiere, compañero,
le haré una comparación.
Le haré una comparación.


Nace una flor en el suelo,
Nace una flor en el suelo,
una delicia es cada hoja,
Una delicia es cada hoja,
y hasta el rocío la moja
Y hasta el rocío la moja
como un bautismo del cielo.
Como un bautismo del cielo.


Allí está ufana la flor,
Allí está ufana la flor,
linda, fresca y olorosa:
Linda, fresca y olorosa:
a ella va la mariposa,
A ella va la mariposa,
a ella vuela el picaflor.
A ella vuela el picaflor.


Hasta el viento pasajero
Hasta el viento pasajero
se prenda al verla tan bella,
Se prenda al verla tan bella,
y no pasa por sobre ella
Y no pasa por sobre ella
sin darle un beso primero.
Sin darle un beso prinicro.


¡Lástima causa esa flor
¡Lástima causa esa flor
al verla tan consentida!
Al verla tan consentida!
Cree que es tan larga su vida
Cree que es tan larga su vida
como fragante su olor.
Como fragante su olor.


Nunca vio el rayo que raja
Nunca vio el rayo que raja
a la renegrida nube,
A la renegrida nube,
ni ve al gusano que sube,
Ni ve al gusano que sube,
ni al fuego del sol que baja.
Ni al fuego del sol que baja.


Ningún temor en el seno
Ningún temor en el seno
de la pobrecita cabe,
De la pobrecita cabe,
pues que se hamaca ―no sabe―
Pues que se hamaca, no sabe,
entre el fuego y el veneno.
Entre el fuego y el veneno.


Sus tiernas hojas despliega
Sus tiernas hojas despliega
sin la menor desconfianza,
Sin la menor desconfianza,
y el gusano ya la alcanza...
Y el gusano ya la alcanza...
y el sol de las doce llega...
Y el sol de las doce llega...


Se va el sol abrasador,
Se va el sol abrasador,
pasa a otra planta el gusano
Pasa a otra planta el gusano
y la tarde encuentra, hermano,
Y la tarde encuentra, hermano,
el cadáver de la flor.
El cadáver de la flor.


Piense en la rubia, cuñao,
Piense en la rubia, cuñao,
cuando entre flores vivía
Cuando entre flores vivía
y diga si presumía
Y diga si presumía
destino tan desgraciao.
Destino tan desgraciao.


Usté que es alcanzador,
Usté que es alcanzador
afijesé en su memoria
Afijesé en su memoria
y diga: ¿es igual la historia
Y diga: ¿es igual la historia
de la rubia y de la flor?
De la rubia y de la flor?


―Se me hace tan parecida
-Se me hace tan parecida
que ya más no puede ser.
Que ya más no puede ser.
―Y hay más: le falta que ver
-Y hay más: le falta que ver
a la rubia en la crujida
A la rubia en la crujida


¿Qué me cuenta? ¡Desdichada!
-¿Qué me cuenta? ¡Desdichada!
―Por última vez se alzó
-Por última vez se alzó
el lienzo y apareció
El lienzo y aparecio
en la cárcel encerrada.
En la cárcel encerrada.


¿Sabe que yo no colijo
-¿Sabe que yo no colijo
el por qué de la prisión?
El por qué de la prisión?
―Tanto penar, la razón
-Tanto penar, la razón
se le jué y mató al hijo.
Se le jué y mató al hijo.


Ya la habían sentenciao
Ya la habían sentenciao
a muerte, a la pobrecita,
A muerte, a la pobrecita,
y en una negra camita
Y en una negra camita
dormía un sueño alterao.
Dormía un sueño alterao.


Y a redoblaba el tambor,
Y a redoblaba el tambor,
y el cuadro ajuera formaban
Y el cuadro ajuera formaban
cuando al calabozo entraban
Cuando al calabozo entraban
el demonio y el dotor.
El Demonio y el Dotor.


¡Veanló al Diablo si larga
-¡Veanló al Diablo si larga
Sus presas así no más!
Sus presas así no más!
¿A qué anduvo Satanás
¿A qué anduvo Satanás
Hasta oír sonar la descarga?
Hasta oír sonar la descarga?


―Esta vez se le chingó
-Esta vez se le chingó
El cuete y ya lo verá..
El cuete y ya lo verá..
―Priendalé al cuento, que ya
-Priendalé al cuento, que ya
No lo vuelvo a atajar yo.
No lo vuelvo a atajar yo.


―Al dentrar hicieron ruido
-Al dentrar hicieron ruido
creo que con los cerrojos:
Creo que con los cerrojos:
abrió la rubia los ojos
Abrió la rubia los ojos
y allí contra ella los vido.
Y allí contra ella los vido.


La infeliz ―ya trastornada
La infeliz ya trastornada
a causa de tanta herida―
A causa de tanta herida,
se encontraba en la crujida
Se encontraba en la crujida
sin darse cuenta de nada.
Sin darse cuenta de nada.


Al ver venir al Dotor
Al ver venir al Dotor
ya comenzó a disvariar,
Ya comenzó a disvariar,
y hasta le quiso cantar
Y hasta le quiso cantar
unas décimas de amor.
Unas décimas de amor.


La pobrecita soñaba
La pobrecita soñaba
con sus antiguos amores,
Con sus antiguos amores,
y creía mirar sus flores
Y creía mirar sus flores
en los fierros que miraba.
En los fierros que miraba.


Ella creía que como antes,
Ella creía que como antes,
al dir a regar su güerta,
Al dir a regar su güerta,
se encontraría en la puerta
Se encontraría en la puerta
una caja con diamantes.
Una caja con diamantes.


Sin ver que en su situación
Sin ver que en su situación
la caja que la esperaba,
La caja que la esperaba,
era la que redoblaba
Era la que redoblaba
antes de la ejecución.
Antes de la ejecución.


Redepente se afijó
Redepente se afijó
en la cara de Luzbel:
En la cara de Luzbel:
sin duda al malo vio en él,
Sin duda al malo vio en é1,
porque allí muerta cayó.
Porque allí muerta cayó.


Don Fausto al ver tal desgracia
Don Fausto al ver tal desgracia
de rodillas cayó al suelo,
De rodillas cayó al suelo,
y dentró a pedir al cielo
Y dentró a pedir al cielo
la recibiese en su gracia.
La recibiese en su gracia.


Allí el hombre arrepentido
Allí el hombre arrepentido
de tanto mal que había hecho,
De tanto mal que había hecho,
se daba golpes de pecho
Se daba golpes de pecho
y lagrimeaba afligido.
Y lagrimeaba aflijido.


En dos pedazos se abrió
En dos pedazos se abrió
la paré de la crujida
La paré de la crujida
y no es cosa de esta vida
Y no es cosa de esta vida
lo que allí se apareció.
Lo que allí se apareció.


Y no crea que es historia:
Y no crea que es historia:
yo vi entre una nubecita,
Yo vi entre una nubecita,
la alma de la rubiecita
La alma de la rubiecita
que se subía a la gloria.
Que se subía a la gloria.


San Miguel en la ocasión
San Miguel en la ocasión
vino entre nubes bajando
Vino entre nubes bajando
con su escudo, y revoliando
Con su escudo, y revoliando
un sable tirabuzón.
Un sable tirabuzón.


Pero el Diablo que miró
Pero el Diablo que miró
el sable aquel y el escudo,
El sable aquel y el escudo,
lo mesmito que un peludo
Lo mesmito que un peludo
bajo la tierra ganó.
Bajo la tierra ganó.


Cayó el lienzo finalmente
Cayó el lienzo finalmente
y ahí tiene el cuento contao...
Y ahí tiene el cuento contao...
prieste el pañuelo, cuñao:
Prieste el pañuelo, cuñao:
me está sudando la frente.
Me está sudando la frente.


―Lo que almiro es su firmeza
-Lo que almiro es su firmeza
al ver esas brujerías.
Al ver esas brujerías.
―He andao cuatro o cinco días
-He andao cuatro o cinco días
atacao de la cabeza.
Atacao de la cabeza.


―Ya es güeno dir ensillando...
-Ya es güeno dir ensillando...
―Tome ese último traguito
-Tome ese último traguito
y eche el frasco a ese pocito
Y eche el frasco a ese pocito
para que quede boyando.
Para que quede boyando.


Cuando los dos acabaron
Cuando los dos acabaron
de ensillar sus parejeros,
De ensillar sus parejeros,
como güenos compañeros,
Como güenos compañeros,
juntos al trote agarraron:
Juntos al trote agarraron:


En una fonda se apiaron
En una fonda se apiaron
y pidieron de cenar:
Y pidieron de cenar:
cuando ya iban a acabar,
Cuando ya iban a acabar,
don Laguna sacó un rollo
Don Laguna sacó un rollo
diciendo: -"El gasto del Pollo
Diciendo: -"El gasto del Pollo
De aquí se lo han de cobrar".
De aquí se lo han de cobrar".
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</pre>

Revisión del 01:56 18 oct 2018

Fausto: Impresiones del gaucho Anastasio el Pollo en la representación de la Ópera (1866)
de Estanislao del Campo
Error: parámetro 1 no reconocido
Error: parámetro 2 no reconocido


(Impresiones del gaucho Anastasio El Pollo)

I

En un overo rosao,
Flete nuevo y parejito,
Caía al bajo, al trotecito,
Y lindamente sentao,
Un paisano del Bragao,
De apelativo Laguna:
Mozo jinetazo ¡ahijuna!,
Como creo que no hay otro,
Capaz de llevar un potro
A sofrenarlo en la luna.

¡Ah criollo! si parecía
Pegao en el animal,
Que aunque era medio bagual,
A la rienda obedecía
De suerte, que se creería
Ser no sólo arrocinao,
Sino tamién del recao
De alguna moza pueblera.
¡Ah Cristo! ¡quién lo tuviera!...
¡Lindo el overo rosao!

Como que era escarciador,
Vivaracho y coscojero,
Le iba sonando al overo
La plata que era un primor;
Pues eran plata el fiador,
Pretal, espuelas, virolas
Y en las cabezadas solas
Traiba el hombre un Potosí:
¡Qué!... Si traía, para mí,
Hasta de plata las bolas.

En fin: -como iba a contar,
Laguna al río llegó,
Contra una tosca se apió
Y empezó a desensillar.
En esto, dentró a orejiar
Y a resollar el overo,
Y jué que vido un sombrero
Que del viento se volaba
De entre una ropa, que estaba
Más allá, contra un apero.

Dió güelta y dijo el paisano:
-¡Vaya "Záfiro"! ¿qué es eso?
Y le acarició el pescuezo
Con la palma de la mano.
Un relincho soberano
Pegó el overo que vía,
A un paisano que salía
Del agua, en un colorao,
Que al mesmo overo rosao
Nada le desmerecía.

Cuando el flete relinchó,
Media güelta dió Laguna,
Y ya pegó el grito: -¡ahijuna!
¿No es el Pollo?
-Pollo, no,
Ese tiempo se pasó.
(Contestó el otro paisano),
Ya soy jaca vieja, hermano,
Con las púas como anzuelo,
Y a quien ya le niega el suelo
Hasta el más remoto grano.

Se apió el Pollo y se pegaron
Tal abrazo con Laguna,
Que sus dos almas en una
Acaso se misturaron.

Cuando se desenredaron,
Después de haber lagrimiao
El overito rosao
Una oreja se rascaba
Visto que la refregaba
En la clin del colorao.

-Velay, tienda el cojinillo
Don Laguna, sientesé
Y un ratito aguardemé
Mientras maneo el potrillo:
Vaya armando un cigarrillo,
Si es que el vicio no ha olvidao,
Ahí tiene contra el recao
Cuchillo, papel y un naco:
Yo siempre pico el tabaco
Por no pitarlo aventao.

-Vaya amigo, le haré gasto...
-¿No quiere maniar su overo?
-Dejeló a mi parejero
Que es como mata de pasto.
Ya una vez, cuando el abasto,
Mi cuñao se desmayó;
A los tres días volvió
Del insulto, y crea amigo,
Peligra lo que le digo:
El flete ni se movió.

- ¡ Bien haiga gaucho embustero!
¿ Sabe que no me esperaba
Que soltase una guayaba
De ese tamaño, aparcero?
Ya colijo que su overo
Está tan bien enseñao,
Que si en vez de desmayao
El otro hubiera estao muerto,
El fin del mundo, por cierto,
Me lo encuentra allí parao.

-Vean como le buscó
La güelta... ¡bien haiga el Pollo!
Siempre larga todo el rollo
De su lazo...
¡Y cómo no!
¿O se ha figurao que yo
Asina nomás las trago?
¡Hágase cargo!...
-Ya me hago...

-Prieste el juego.
-Tómelo.
Y aura le pregunto yo
¿Qué anda haciendo en este pago?
-Hace como una semana
Que he bajao a la ciudá,
Pues tengo necesidá
De ver si cobro una lana,
Pero me andan con mañana
Y no hay plata, y venga luego.
Hoy no más cuasi le pego
En las aspas con la argolla
A un gringo, que aunque es de embrolla
Ya le he maliciao el juego.

-Con el cuento de la guerra
Andan matreros los cobres,
Vamos a morir de pobres
Los paisanos de esta tierra.-
Yo cuasi he ganao la sierra
De puro desesperao...
Yo me encuentro tan cortao
Que a veces se me hace cierto
Que hasta ando jediendo a muerto...

-Pues yo me hallo hasta empeñao.
- ¡Vaya un lamentarse! ¡ahijuna!...
Y eso es de vicio, aparcero:
A usté lo ha hecho su ternero
La vaca de la fortuna.
Y no llore, Don Laguna,
No me lo castigue Dios:
Si no comparemolós
Mis tientos con su chapiao,
Y así en limpio habrá quedao,
El más pobre de los dos.

-¡Vean si es escarbador
Este Pollo! ¡Virgen mía!
Si es pura chafalonía...
-¡Eso sí, siempre pintor!
-Se la gané a un jugador
Que vino a echarla de güeno.
Primero le gané el freno
Con riendas y cabezadas,
Y en otras cuantas jugadas
Perdió el hombre hasta lo ajeno.

¿Y sabe lo que decía
Cuando se vía en la mala?
El que me ha pelao la chala
Debe tener brujería.
A la cuenta se creería
Que el Diablo y yo...
¡Callesé!
¿Amigo, no sabe usté
Que la otra noche lo he visto
Al demonio?
-¡Jesucristo!
-Hace bien, santigüesé,
-¡Pues no me he de santiguar!

Con esas cosas no juego;
Pero no importa, le ruego
Que me dentre a relatar
El cómo llegó a topar
Con el malo. ¡Virgen santa!
Sólo el pensarlo me espanta...
-Güeno, le voy a contar
Pero antes voy a buscar
Con qué mojar la garganta.

El Pollo se levantó
Y se jué en su colorao,
Y en el overo rosao
Laguna al agua dentró.
Todo el baño que le dió
Jué dentrada por salida
Y a la tosca consabida
Don Laguna se volvió
Ande a Don Pollo lo halló
Con un frasco de bebida.

-Larguesé al suelo, cuñao
Y vaya haciéndose cargo,
Que puede ser más que largo
El cuento que le he ofertao.
Desmanée el colorao,
Desate su maniador,
Y en ancas, haga el favor
De acollararlos...
-Al grito:
¿Es manso el coloradito?
-¡Ese es un trebo de olor!

-Ya están acollaraditos...
-Dele un beso a esa giñebra:
Yo le hice sonar de una hebra
Lo menos diez golgoritos...
-Pero esos son muy poquitos
Para un criollo como usté,
Capaz de prenderselé
A una pipa de lejía...
-Hubo un tiempo en que solía...
-Vaya, amigo, larguesé.


II

-Como a eso de la oración
Aura cuatro o cinco noches,
Vide una fila de coches
Contra el tiatro de Colón.

La gente en el corredor,
como hacienda amontonada,
Pujaba desesperada
Por llegar al mostrador.

Allí a juerza de sudar,
Y a punta de hombro y de codo,
Hice, amigaso, de modo
Que al fin me pude arrimar.
Cuando compré mi dentrada
Y di güelta... ¡Cristo mío!
Estaba pior el gentío
Que una mar alborotada.

Era a causa de una vieja
Que le había dao el mal...
-Y si es chico ese corral,
¿ A qué encierran tanta oveja?
-Ahí verá: -por fin, cuñao,
A juerza de arrempujón,
Salí como mancarrón
Que lo sueltan trasijao.

Mis botas nuevas quedaron
Lo propio que picadillo,
Y el fleco del calzoncillo
Hilo a hilo me sacaron.

Y para colmo, cuñao
De toda esta desventura,
El puñal, de la cintura,
Me lo habían refalao.

-Algún gringo como luz
Para la uña, ha de haber sido.
-¡Y no haberlo yo sentido!
En fin, ya le hice la cruz.

Medio cansao y tristón
Por la pérdida, dentré
Y una escalera trepé
Con ciento y un escalón.

Llegué a un alto finalmente,
Ande va la paisanada,
Que era la última camada
En la estiba de la gente.

Ni bien me había sentao,
Rompió de golpe la banda,
Que detrás de una baranda
La habían acomodao.

Y ya tamién se corrió
Un lienzo grande, de modo
Que a dentrar con flete y todo
Me aventa, creameló.

Atrás de aquel cortinao
Un Dotor apareció,
Que asigún oí decir yo,
Era un tal Fausto mentao.

-¿Dotor dice? Coronel
De la otra banda, amigaso;
Lo conozco a ese criollaso
Porque he servido con él.

-Yo tamién lo conocí
Pero el pobre ya murió.
¡Bastantes veces montó
Un zaino que yo le di!

Dejeló al que está en el cielo
Que es otro Fausto el que digo,
Pues bien puede haber, amigo,
Dos burros del mesmo pelo.

-No he visto gaucho más quiebra,
Para retrucar ¡ahijuna!...
Dejemé hacer, Don Laguna,
Dos gárgaras de giñebra.

Pues como le iba diciendo,
El Dotor apareció,
Y en público se quejó
De que andaba padeciendo.

Dijo que nada podía
Con la cencia que estudió,
Que él a una rubia quería,
Pero que a él la rubia no.

Que al ñudo la pastoriaba
Dende el nacer de la aurora,
Pues de noche y a toda hora
Siempre tras de ella lloraba.
Que de mañana a ordeñar
Salía muy currutaca,
Que él le maniaba la vaca,
Pero pare de contar.

Que cansado de sufrir,
Y cansado de llorar,
Al fin se iba a envenenar
Porque eso no era vivir.

El hombre allí renegó,
Tiró contra el suelo el gorro,
Y, por fin, en su socorro
Al mesmo Diablo llamó.

¡Nunca lo hubiera llamao!
¡Viera sustaso, por Cristo!
¡Ahí mesmo jediendo a misto,
Se apareció el condenao

Hace bien: persinesé
Que lo mesmito hice yo.
-¿Y cómo no disparó?
-Yo mesmo no sé porqué.

¡Viera al Diablo! Uñas de gato,
Flacón, un sable largote,
Gorro con pluma, capote
Y una barba de chivato.

Medias hasta la berija,
Con cada ojo como un charco,
Y cada ceja era un arco
Para correr la sortija.

"Aquí estoy a su mandao,
Cuente con un servidor",
Le dijo el Diablo al Dotor,
Que estaba medio asonsao.

"Mi Dotor, no se me asuste
Que yo lo vengo a servir.
Pida lo que ha de pedir
Y ordenemé lo que guste".

El Dotor, medio asustao,
Le contestó que se juese...
-Hizo bien: ¿ no le parece?
-Dejuramente, cuñao.

Pero el Diablo comenzó
A alegar gastos de viaje
Y a medio darle coraje
Hasta que lo engatusó.

-¿No era un Dotor muy projundo?
¿Cómo se dejó engañar?
-Mandinga es capaz de dar
Diez güetas a medio mundo.

El Diablo volvió a decir:
"Mi dotor, no se me asuste,
Ordenemé en lo que guste,
Pida lo que ha de pedir.

Si quiere plata, tendrá:
Mi bolsa siempre está llena,
Y más rico que Anchorena,
Con decir quiero, será.

No es por la plata que lloro,
Don Fausto le contestó:
Otra cosa quiero yo
Mil veces mejor que el oro.

"Yo todo lo puedo dar,
Retrucó el Ray del Infierno,
Diga: -¿quiere ser Gobierno?
Pues no tiene más que hablar".

-No quiero plata ni mando,
Dijo Don Fausto, yo quiero
El corazón todo entero
De quien me tiene penando.

No bien esto el Diablo oyó,
Soltó una risa tan fiera,
Que toda la noche entera
En mis orejas sonó.

Dio en el suelo una patada,
Una paré se partió,
Y el Dotor, fulo, miró
A su prenda idolatrada.

-¡Canejo!... ¿será verdá?
¿Sabe que se me hace cuento?
-No crea que yo le miento:
Lo ha visto media ciudá.

¡Ah, Don Laguna! ¡si viera
Qué rubia!... Creameló:
Creí que estaba viendo yo
Alguna virgen de cera.

Vestido azul, medio alzao,
Se apareció la muchacha:
Pelo de oro, como hilacha
De choclo recién cortao.

Blanca como una cuajada,
Y celeste la pollera,
Don Laguna, si aquello era
Mirar a la Inmaculada.

Era cada ojo un lucero,
Sus dientes, perlas del mar,
Y un clavel al reventar
Era su boca, aparcero.

Ya enderezó como loco
El Dotor cuando la vió,
Pero el Diablo lo atajó
Diciendolé: -"Poco a poco:

Si quiere, hagamos un pato;
Usté su alma me ha de dar
Y en todo lo he de ayudar.
¿Le parece bien el trato?"

Como el Dotor consintió,
El Diablo sacó un papel
Y lo hizo firmar en él
Cuanto la gana le dió.

-¡Dotor, y hacer ese trato!
-¿Qué quiere hacerle, cuñao
Si se topó ese abogao
Con la horma de su zapato?

Ha de saber que el Dotor
Era dentrao en edá,
Asma es que estaba ya
Bichoco para el amor.

Por eso, al dir a entregar
La contrata consabida,
Dijo:-"¿Habrá alguna bebida
Que me pueda remozar?"

Yo no sé qué brujería,
Misto, mágica o polvito
Le echó el Diablo y... ¡ Dios bendito!
¡Quién demonios lo creería!

Por eso, al dir a entregar
La contrata consabida,
Dijo:-"¿Habrá alguna bebida
Que me pueda remozar?"

Yo no sé qué brujería,
Misto, mágica o polvito
Le echó el Diablo y... ¡ Dios bendito!
¡Quién demonios lo creería!

-¿Qué dice?... ¡barbaridá!...
¡Cristo padre!... ¿Será cierto?
-Mire: que me caiga muerto
Si no es la pura verdá.

El Diablo entonces mandó
A la rubia que se juese
Y que la paré se uniese,
Y la cortina cayó.

A juerza de tanto hablar
Se me ha secao el garguero:
Pase el frasco, compañero.
-¡Pues no se lo he de pasar!


III

-Vea los pingos...
-¡Ah, hijitos!
Son dos fletes soberanos.
-¡Como si jueran hermanos
Bebiendo la agua juntitos!

¿Sabe que es linda la mar?
-¡La viera de mañanita
Cuando a gatas la puntita
Del sol comienza a asomar!

Usté ve venir a esa hora,
Roncando la marejada,
Y ve la espuma encrespada
Los colores de la aurora.

A veces con viento en la anca,
Y con la vela al solsito,
Se ve cruzar un barquito
Como una paloma blanca.

Otras, usté ve, patente,
Venir boyando un islote,
Y es que trai a un camalote
Cabrestiando la corriente.

Y con un campo quebrao,
Bien se puede comparar,
Cuando el lomo empieza a hinchar
El río medio alterao.

Las olas chicas, cansadas,
A la playa a gatas vienen,
Y allí en lamber se entretienen

Las arenitas labradas.
Es lindo ver en los ratos
En que la mar ha bajao,
Cair volando al desplayao
Gaviotas, garzas y patos.

Y en las toscas, es divino,
Mirar las olas quebrarse,
Como al fin viene a estrellarse
El hombre con su destino.

Y no sé qué da el mirar
Cuando barrosa y bramando,
Sierras de agua viene alzando
Embravecida la mar.

Parece que el Dios del cielo
Se amostrase retobao,
Al mirar tanto pecao
Como se ve en este suelo.

Y es cosa de bendecir,
Cuando el Señor la serena,
Sobre ancha cama de arena
Obligándola a dormir.

Y es muy lindo ver nadando
A flor de agua algún pescao:
Van, como plata, cuñao,
Las escamas relumbrando.

-¡Ah, Pollo! Ya comenzó
A meniar taba: ¿y el caso?
-Dice muy bien amigazo:
Seguiré contandoló.

El lienzo otra vez alzaron
Y apareció un bodegón,
Ande se armó una runión
En que algunos se mamaron.

Un don Valentín, velay,
Se hallaba allí en la ocasión,
Capitán muy guapetón
Que iba a dir al Paraguay.

Era hermano, el ya nombrao,
De la rubia y conversaba
Con otro mozo que andaba
Viendo de hacerlo cuñao.

Don Silverio o cosa así,
Se llamaba este individuo,
Que me pareció medio ido
O sonso cuanto lo vi.

Don Valentín le pedía
Que a la rubia la sirviera
En su ausencia...
-¡Pues, sonsera!
¡El otro qué más quería!

-El Capitán con su vaso,
A los presentes brindó,
Y en esto se apareció
De nuevo el Diablo, amigaso.

Dijo que si lo almitían
Tamién echaría un trago,
Que era por no ser del pago

Que allí no lo conocían.
Dentrando en conversación
Dijo el Diablo que era brujo:
Pidió un ajenjo, y lo trujo
El mozo del bodegón.

No tomo bebida sola,
Dijo el Diablo; se subió
A un banco y vi que le echó
Agua de una cuarterola.

Como un tiro de jusil
Entre la copa sonó,
Y a echar llamas comenzó
Como si juera un candil.

Todo el mundo reculó.
Pero el Diablo sin turbarse
Les dijo: -No hay que asustarse,
Y la copa se empinó.

-¡Qué buche! ¡Dios soberano!
-Por no parecer morao
El capitán jué, cuñao,
Y le dio al Diablo la mano.

Satanás le registró
Los dedos con grande afán
Y le dijo: -Capitán,
Pronto muere, crealó.

El Capitán, retobao,
Peló la lata, y Luzbel
No quiso ser menos que él
Y peló un amojosao.

Antes de cruzar su acero,
El Diablo el suelo rayó:
¡Viera el juego que salió!
-¡Qué sable para yesquero!

-¿Qué dice? ¡Había de oler
El jedor que iba largando
Mientras estaba chispiando
El sable de Lucifer!

No bien a tocarse van
Las hojas, creameló,
La mitá al suelo cayó,
Del sable del Capitán.

"¡Este es el Diablo en figura
De hombre!", el Capitán gritó
Y al grito le presentó
La cruz de la empuñadura.

¡Viera al Diablo retorcerse
Como culebra, aparcero!
-¡Oiganlé!...
-Mordió el acero
Y comenzó a estremecerse.

Los otros se aprovecharon
Y se apretaron el gorro:
Sin duda a pedir socorro
O a dar parte dispararon.

En esto don Fausto entró
Y conforme al Diablo vido,
Le dijo: -¿Qué ha sucedido?
Pero él se desentendió.

El Dotor volvió a clamar
Por su rubia, y Lucifer,
Valido de su poder,
Se la volvió a presentar.

Pues que golpeando en el suelo.
En un baile apareció
Y don Fausto le pidió
Que lo acompañase a un cielo.

No hubo forma que bailara:
La rubia se encaprichó;
De balde el Dotor clamó
Por que no lo desairara.

Cansao ya de redetirse
Le contó al Demonio el caso;
Pero él le dijo: "Amigaso,
No tiene porqué afligirse:

Si en el beile no ha alcanzao
El poderla arrocinar,
Deje, le hemos de buscar
La güelta por otro lao.

Y mañana, a más tardar,
Gozará de sus amores.
Que otras mil veces mejores
Las he visto cabrestiar."

¡Balsa general! gritó
El bastonero mamao;
Pero en esto el cortinao
Por segundo vez cayó.

Armemos un cigarrillo
Si le parece...
-¡Pues no!
-Tome el naco, piqueló,
Usté tiene mi cuchillo.


IV

Ya se me quiere cansar
El flete de mi relato...
-Priendalé guasca otro rato:
Recién comienza a sudar.

-No se apure: aguardesé:
¿Cómo anda el frasco?...
-Tuavía
Hay con que hacer medio día:
Ahí lo tiene, prendalé.

-¿Sabe que este giñebrón
No es para beberlo solo?
Si alvierto, traigo un chicholo
O un cacho de salchichón.

-Vaya, no le ande aflojando,
Dele trago y domeló,
Que a reiz de las carnes yo
Me lo estoy acomodando.

-¿Qué tuavía no ha almorzao?
-Ando en ayunas, don Pollo:
Porque, ¿a qué contar un bollo
Y un cimarrón aguachao?

Tenía hecha la intención
De ir a la fonda de un gringo
Después de bañar el pingo.
-Pues vámonos del tirón.

-Aunque ando medio delgao
Don Pollo, no le permito
Que me merme ni un chiquito
Del cuento que ha comenzao.

-Pues entonces allá va:
Otra vez el lienzo alzaron
Y hasta mis ojos dudaron
Lo que vi... ¡barbaridá!

¡Qué quinta! ¡Virgen bendita!
¡Viera, amigaso, el jardín!
Allí se vía el jazmín,
El clavel, la margarita,

El toronjil, la retama,
Y hasta estuatas, compañero,
Al lao de ésa, era un chiquero
La quinta de don Lezama.

Entre tanta maravilla
Que allí había y medio a un lao
Habían edificao
Una preciosa casilla.

Allí la rubia vivía
Entre las flores como ella,
Allí brillaba esa estrella
Que el pobre Dotor seguía.

Y digo pobre Dotor,
Porque pienso, Don Laguna,
Que no hay desgracia ninguna
Como un desdichao amor.

-Puede ser; pero, amigaso,
Yo en las cuartas no me enriedo,
Y en un lance en que no puedo,
Hago de mi alma un cedaso.

Por hembras yo no me pierdo:
La que me empaca su amor
Pasa por el cernidor
Y... si te vi, no me acuerdo.

Lo demás, es calentarse
El mate al divino ñudo...
-¡Feliz quien tenga ese escudo
Con qué poder rejuardarse!

Pero usté habla, don Laguna,
Como un hombre que ha vivido
Sin haber nunca querido
Con alma y vida a ninguna.

Cuando un verdadero amor
Se estrella en un alma ingrata,
Más vale el fierro que mata,
Que el fuego devorador,

Siempre ese amor lo persigue
Adonde quiera que va:
Es una fatalidá
Que a todas partes lo sigue.

Si usté en su rancho se queda,
O si sale para un viage,
Es de balde: no hay parage
Ande olvidarla usté pueda.

Cuando duerme todo el mundo,
Usté, sobre su recao,
Se da güelta, desvelao,
Pensando en su amor projundo.

Y si el viento hace sonar
Su pobre techo de paja,
Cree usté que es ella que baja
Sus lágrimas a secar.

Y si en alguna lomada
Tiene que dormir al raso,
Pensando en ella, amigaso,
Lo hallará la madrugada.

Allí acostao sobre abrojos,
Y entre cardos, Don Laguna,
Verá su cara en la luna,
Y en las estrellas sus ojos.

¿Qué habrá que no le recuerde
Al bien de su alma querido,
Si hasta cree ver su vestido
En la nube que se pierde?

Asina sufre en la ausiencia
Quien sin ser querido quiere:
Aura verá cómo muere
De su prenda en la presencia.

Si en frente de esa deidad
En alguna parte se halla,
Es otra nueva batalla
Que el pobre corazón da.

Si con la luz de sus ojos
Le alumbra la triste frente,
Usté, Don Laguna, siente
El corazón entre abrojos.

Su sangre comienza alzarse
A la cabeza en tropel,
Y cree que quiere esa cruel
En su amargura gozarse.

Y si la ingrata le niega
Esa ligera mirada,
Queda su alma abandonada
Entre el dolor que la aniega.

Y usté, firme en su pasión...
Y van los tiempos pasando.
Un hondo surco dejando
En su infeliz corazón.

-Güeno, amigo, así será,
Pero me ha sentao el cuento.
-¡Qué quiere! Es un sentimiento...
Tiene razón, allá va:

Pues, señor, con gran misterio,
Traindo en la mano una cinta,
Se apareció entre la quinta
El sonso de don Silverio.

Sin duda alguna saltó
Las dos zanjas de la güerta,
Pues esa noche su puerta
La mesma rubia cerró.

Rastriándolo se vinieron
El Demonio y el Doctor
Y tras dos árbol mayor
A aguaitarlo se escondieron.

Con las flores de la güerta
Y la cinta, un ramo armó
Don Silverio, y lo dejó
Sobre el umbral de la puerta.

-¡Que no cairle una centella!
-¿A quién? ¿Al sonso?
-¡Pues digo!...
¡Venir a osequiarla, amigo,
Con las mesmas flores de ella.

-Ni bien acomodó el guacho
Ya rumbió...
-¡Miren qué hazaña!
Eso es ser más que lagaña
Y hasta da rabia, caracho!

-El Diablo entonces salió
Con el Dotor y le dijo
"Esta vez priende de fijo
La vacuna, crealó.

Y el capote haciendo a un lao,
desenvainó allí un baulito
Y jué y lo puso juntito
Al ramo del abombao.

-No me hable de ese mulita:
¡Que apunte para una banca!
¿ A que era mágica blanca
Lo que trujo en la cajita?

-Era algo más eficaz
Para las hembras, cuñao,
Verá si las ha calao
De lo lindo Satanás.

Tras del árbol se escondieron
Ni bien cargaron la mina,
Y más que nunca, divina,
Venir a la rubia vieron.

La pobre, sin alvertir,
En un banco se sentó,
Y un par de medias sacó
Y las comenzó a surcir.

Cinco minutos, por junto,
En las medias trabajó,
Por lo que carculo yo
Que tendrían solo un punto.

Dentró a espulgar a un rosal,
Por la hormiga consumido.
Y entonces jué cuando vido
Caja y ramo en el umbral.

Al ramo no le hizo caso,
Enderezó a la cajita,
Y sacó... ¡Virgen bendita!
¡ Viera qué cosa, amigaso!

¡Qué anillo, que prendedor!
¡Qué rosetas soberanas!
¡Qué collar! ¡Qué carabanas!
-¡Vea el Diablo tentador!

-¿No le dije, don Laguna?
La rubia allí se colgó
Las prendas, y aparecio
Más platiada que la luna.

En la caja, Lucifer
Había puesto un espejo...
-¿Sabe que el Diablo, canejo,
La conoce a la mujer?

-Cuando la rubia gastaba
Tanto mirarse la luna,
Se apareció, don Laguna,
La vieja que la cuidaba.

¡Viera la cara, cuñao,
De la vieja al ver brillar
Como reliquias de altar
Las prendas del condenao!

"¡Diaónde este lujo sacás!"
La vieja, fula, decía,
Cuando gritó: -"¡Avemaría!"
En la puerta, Satanás.

-"¡Sin pecao! ¡Dentre, señor!"
-"¿No hay perros?" - "¡Ya los
[ataron!"
Y ya también se colaron
El Demonio y el Dotor.

El Diablo allí comenzó
A enamorar a la vieja
Y el dotorcito a la oreja
De la rubia se pegó.

-¡Vea al Diablo haciendo gancho!
-El caso jué que logró
Reducirla y la llevó
A que le amostrase un chancho.

-¿Por supuesto, el Dotorcito
Se quedó allí mano a mano?
-Dejuro, ya verá, hermano,
La liendre que era el mocito.

Corcobió la rubiecita
Pero al fin se sosegó,
Cuando el Dotor le contó
Que él era el de la cajita.

Asigún lo que presumo,
La rubia aflojaba laso,
Porque el Dotor, amigaso,
Se le quería ir al humo.

La rubia lo malició
Y por entre las macetas
Le hizo unas cuantas gambetas
Y la casilla ganó.

El Diablo tras de un rosal,
Sin la vieja apareció..
-¡A la cuenta la largó
Jediendo entre algún maizal!

-La rubia, en vez de acostarse
Se lo pasó en la ventana,
Y allí aguardó la mañana
Sin pensar en desnudarse.

Ya la luna se escondía
Y el lucero se apagaba,
Y ya también comenzaba
A venir clariando el día.

¿No ha visto usté de un yesquero
Loca una chispa salir,
Como dos varas seguir
Y de ahí perderse, aparcero?

Pues de ese modo cuñao,
Caminaban las estrellas
A morir, sin quedar de ellas
Ni un triste rastro borrao.

De los campos el aliento
Como sahumerio venía,
Y alegre ya se ponía
El ganao en movimiento.

En los verdes arbolitos,
Gotas de cristal brillaban,
Y al suelo se descolgaban
Cantando los pajaritos

Y era, amigaso, un contento
Ver los junquillos doblarse
Y los claveles cimbrarse
Al soplo del manso viento.

Y al tiempo de reventar
El botón de alguna rosa,
Venir una mariposa
Y comenzarlo a chupar.

Y si se pudiera al cielo
Con un pingo comparar.
Tamién podría afirmar
Que estaba mudando pelo.

-¡No sea bárbaro canejo!
¡Qué comparancia tan fiera!
-No hay tal: pues de zaino que era
Se iba poniendo azulejo.

¿Cuando ha dao un madrugón
No ha visto usté, embelesao,
Ponerse blanco-azulao
El más negro ñubarrón?

-Dice bien, pero su caso
Se ha hecho medio empacador...
-Aura viene lo mejor,
Pare la oreja, amigaso.

El Diablo dentró a retar
Al Dotor, y entre el responso,
Le dijo: "¿Sabe que es sonso?
¿Pa qué la dejó escapar?"

"Ahí la tiene en la ventana:
Por suerte no tiene reja,
Y antes que venga la vieja
Aproveche la mañana".

Don Fausto ya atropelló
Diciendo -"¡Basta de ardiles!"
La cazó de los cuadriles
Y ella... ¡también lo abrazó!

-¡Oiganlé a la dura!
-En esto
Bajaron el cortinao:
Alcance el frasco, cuñao.
-A gatas le queda un resto.


V

-Al rato el lienzo subió
Y deshecha y lagrimiando,
Contra una máquina hilando,
La rubia se apareció.

La pobre dentró a
Tan amargamente allí,
Que yo a mis ojos sentí
Dos lágrimas asomarse

- ¡ Qué vergüenza!
-Puede ser:
Pero, amigaso, confiese
Que a usté tamién lo enternece
El llanto de una mujer.

Cuando a usté un hombre lo ofiende,
Ya sin mirar para atrás,
Pela el flamenco y ¡sas! ¡tras!
Dos puñaladas le priende.

Y cuando la autoridá
La partida le ha soltao,
Usté en su overo rosao
Bebiendo los vientos va.

Naides de usté se despega
Porque se haiga desgraciao, 
Y es muy bien agasajao
En cualquier rancho a que llega.

Si es hombre trabajador
Ande quiera gana el pan:
Para eso con usté van
Bolas, lazo y maniador.

Pasa el tiempo, vuelve al pago
Y cuanto más larga ha sido
Su ausencia, usté es recebido
Con más gusto y más halago.

Engaña usté a una infeliz,
Y para mayor vergüenza,
Va y le cerdea la trenza,
Antes de hacerse perdiz.

La ata, si le da la gana
En la cola de su overo
Y le amuestra al mundo entero
La trenza de ña Julana.

Si ella tuviese un hermano,
Y en su rancho miserable
Hubiera colgao un sable,
Juera otra cosa, paisano.

Pero sola y despreciada
En el mundo, ¿ qué ha de hacer?
¿A quién la cara volver?
¿Ande llevar la pisada?

Soltar al aire su queja
Será su solo consuelo,
Y empapar con llanto el pelo
Del hijo que usté le deja.

Pues ese dolor projundo
A la rubia la secaba
Y por eso se quejaba
Delante de todo el mundo.

Aura, confiese, cuñao,
Que el corazón más calludo
Y el gaucho más entrañudo
Allí habría lagrimiao.

¿Sabe que me ha sucedido
De lo lindo el corazón?
Vea, si no, el lagrimón
Que al oirlo se me ha salido!
-¡Oirganlé!

-Me ha redotao.
¡No guarde rencor, amigo!
-Si es en broma que le digo...
-Siga su cuento, cuñao.

-La rubia se arrebozó
Con un pañuelo ceniza,
Diciendo que se iba a misa
Y puerta ajuera salió.

Y crea usté lo que guste
Porque es cosa de dudar...
¡Quién había de esperar
Tan grande desbarajuste!

Todo el mundo estaba ageno
De lo que allí iba a pasar,
Cuando el Diablo hizo sonar
Como un pito de sereno.

Una iglesia apareció
En menos que canta un gallo.
-¡Vea si dentra a caballo!
-¡Me larga, creameló!

Creo que estaban alzando
En una misa cantada,
Cuando aquella desgraciada
Llegó a la puerta llorando.

Allí la pobre cayó
De rodillas sobre el suelo,
Alzó los ojos al cielo
Y cuatro credos rezó.

Nunca he sentido más pena
Que al mirar a esa mujer:
Amigo: aquello era ver
A la mesma Magalena.

De aquella rubia rosada
Ni rastro había quedao:
Era un clavel marchitao,
Una rosa deshojada.

Su frente que antes brilló
Tranquila como la luna,
Era un cristal, don Laguna,
Que la desgracia enturbió.

Ya de sus ojos hundidos
Las lágrimas se secaban
Y entre-temblando rezaban
Sus labios descoloridos.

Pero el Diablo la uña afila,
Cuando está desocupao,
Y allí estaba el condenao
A una vara de la pila.
La rubia quiso dentrar,
Pero el Diablo la atajó,
Y tales cosas le habló
Que la obligó a disparar.

Cuasi le da el acidente
Cuando a su casa llegaba:
La suerte que le quedaba
En la vedera de enfrente.

Al rato el Diablo dentró
Con don Fausto muy del brazo
Y una guitarra, amigaso,
Ahí mesmo desenvainó.

-¿Qué me dice, amigo Pollo?
-Como lo oye, compañero;
El Diablo es tan guitarrero
Como el paisano más criollo.

El sol ya se iba poniendo,
La claridá se ahuyentaba
Y la noche se acercaba
Su negro poncho tendiendo.

Ya las estrellas brillantes
Una por una salían,
Y los montes parecían
Batallones de gigantes.

Ya las ovejas balaban
En el corral prisioneras,
Y ya las aves caseras
Sobre el alero ganaban.

El toque de la oración
triste los aires rompía
Y entre sombras se movia
El crespo sauce llorón.

Ya sobre el agua estancada
De silenciosa laguna,
Al asomarse, la luna,
Se miraba retratada.

Y haciendo un estraño ruido
En las hojas trompezaban
Los pájaros que volaban
A guarecerse en su nido.

Ya del sereno brillando
La hoja de la higuera estaba,
Y la lechuza pasaba
De trecho en trecho chillando.

La pobre rubia, sin duda,
En llanto se deshacía,
Y rezando a Dios pedía
Que le emprestase su ayuda.

Yo presumo que el Dotor,
Hostigao por Satanás,
Quería otras hojas más
De la desdichada flor.

A la ventana se arrima
Y le dice el condenao:
"Dele no más sin cuidao
Aunque reviente la prima".

El diablo a gatas tocó
Las clavijas, y al momento,
Como un arpa, el istrumento
De tan bien templao sonó.

-Tal vez lo traiba templao
Por echarla de baquiano...
-Todo puede ser, hermano,
Pero ¡oyese al condenao!

Al principio se florió
Con un lindo bordoneo
Y en ancas de aquel floreo
Una décima cantó.

No bien llegaba al final
De su canto, el condenao,
Cuando el Capitán, armao
Se apareció en el umbral.

-Pues yo en campaña lo hacía...
-Daba la casualidá
Que llegaba a la ciudá
En comisión, ese día.

-Por supuesto, hubo fandango...
-La lata ahí no más peló
Y al infierno le aventó
De un cintarazo el changango.

-¡Lindo el mozo!
-¡Pobrecito!
-¿Lo mataron?
-Ya verá:
Peló un corbo el Dotorcito
Y el Diablo... ¡barbaridá!

Desenvainó una espadita
Como un viento; lo embasó
Y allí no más ya cayó
El pobre...
-¡Anima bendita!

-A la trifulca y al ruido
En montón la gente vino...
-¿Y el Dotor y el asesino?
-Se habían escabullido.

La rubia tamién bajó
Y viera aflición, paisano,
Cuando el cuerpo de su hermano
Bañao en sangre miró.

A gatas medio alcanzaron
A darse una despedida,
Porque en el cielo, sin vida,
Sus dos ojos se clavaron.

Bajaron el cortinao,
De lo que yo me alegré:
-Tome el frasco, prendalé.
-Sírvase no más, cuñao.

VI

-¡Pobre rubia! Vea usté
Cuánto ha venido a sufrir:
Se le podía decir:
¡Quién te vido y quién te ve!

-Ansí es el mundo, amigaso:
Nada dura, don Laguna,
Hoy nos ríe la fortuna.
Mañana nos da un guascaso.

Las hembras en mi opinión
Train un destino más fiero
Y si quiere, compañero,
Le haré una comparación.

Nace una flor en el suelo,
Una delicia es cada hoja,
Y hasta el rocío la moja
Como un bautismo del cielo.

Allí está ufana la flor,
Linda, fresca y olorosa:
A ella va la mariposa,
A ella vuela el picaflor.

Hasta el viento pasajero
Se prenda al verla tan bella,
Y no pasa por sobre ella
Sin darle un beso prinicro.

¡Lástima causa esa flor
Al verla tan consentida!
Cree que es tan larga su vida
Como fragante su olor.

Nunca vio el rayo que raja
A la renegrida nube,
Ni ve al gusano que sube,
Ni al fuego del sol que baja.

Ningún temor en el seno
De la pobrecita cabe,
Pues que se hamaca, no sabe,
Entre el fuego y el veneno.

Sus tiernas hojas despliega
Sin la menor desconfianza,
Y el gusano ya la alcanza...
Y el sol de las doce llega...

Se va el sol abrasador,
Pasa a otra planta el gusano
Y la tarde encuentra, hermano,
El cadáver de la flor.

Piense en la rubia, cuñao,
Cuando entre flores vivía
Y diga si presumía
Destino tan desgraciao.

Usté que es alcanzador
Afijesé en su memoria
Y diga: ¿es igual la historia
De la rubia y de la flor?

-Se me hace tan parecida
Que ya más no puede ser.
-Y hay más: le falta que ver
A la rubia en la crujida

-¿Qué me cuenta? ¡Desdichada!
-Por última vez se alzó
El lienzo y aparecio
En la cárcel encerrada.

-¿Sabe que yo no colijo
El por qué de la prisión?
-Tanto penar, la razón
Se le jué y mató al hijo.

Ya la habían sentenciao
A muerte, a la pobrecita,
Y en una negra camita
Dormía un sueño alterao.

Y a redoblaba el tambor,
Y el cuadro ajuera formaban
Cuando al calabozo entraban
El Demonio y el Dotor.

-¡Veanló al Diablo si larga
Sus presas así no más!
¿A qué anduvo Satanás
Hasta oír sonar la descarga?

-Esta vez se le chingó 
El cuete y ya lo verá..
-Priendalé al cuento, que ya
No lo vuelvo a atajar yo.

-Al dentrar hicieron ruido
Creo que con los cerrojos:
Abrió la rubia los ojos
Y allí contra ella los vido.

La infeliz ya trastornada
A causa de tanta herida,
Se encontraba en la crujida
Sin darse cuenta de nada.

Al ver venir al Dotor
Ya comenzó a disvariar,
Y hasta le quiso cantar
Unas décimas de amor.

La pobrecita soñaba
Con sus antiguos amores,
Y creía mirar sus flores
En los fierros que miraba.

Ella creía que como antes,
Al dir a regar su güerta,
Se encontraría en la puerta
Una caja con diamantes.

Sin ver que en su situación
La caja que la esperaba,
Era la que redoblaba
Antes de la ejecución.

Redepente se afijó
En la cara de Luzbel:
Sin duda al malo vio en é1,
Porque allí muerta cayó.

Don Fausto al ver tal desgracia
De rodillas cayó al suelo,
Y dentró a pedir al cielo
La recibiese en su gracia.

Allí el hombre arrepentido
De tanto mal que había hecho,
Se daba golpes de pecho
Y lagrimeaba aflijido.

En dos pedazos se abrió
La paré de la crujida
Y no es cosa de esta vida
Lo que allí se apareció.

Y no crea que es historia:
Yo vi entre una nubecita,
La alma de la rubiecita
Que se subía a la gloria.

San Miguel en la ocasión
Vino entre nubes bajando
Con su escudo, y revoliando
Un sable tirabuzón.

Pero el Diablo que miró
El sable aquel y el escudo,
Lo mesmito que un peludo
Bajo la tierra ganó.

Cayó el lienzo finalmente
Y ahí tiene el cuento contao...
Prieste el pañuelo, cuñao:
Me está sudando la frente.

-Lo que almiro es su firmeza
Al ver esas brujerías.
-He andao cuatro o cinco días
Atacao de la cabeza.

-Ya es güeno dir ensillando...
-Tome ese último traguito
Y eche el frasco a ese pocito
Para que quede boyando.

Cuando los dos acabaron
De ensillar sus parejeros,
Como güenos compañeros,
Juntos al trote agarraron:

En una fonda se apiaron
Y pidieron de cenar:
Cuando ya iban a acabar,
Don Laguna sacó un rollo
Diciendo: -"El gasto del Pollo
De aquí se lo han de cobrar".