Estancias: V
Apariencia
De la gasa inconsútil de tu rosa batista
surges, vibrante, en una danza de bayaderas,
(¡Te juro que en la corte del gran Tetrarca hubieras
obtenido la roja cabeza del Bautista!...)
Bailas... y el blanco sátiro, que decora la estancia,
sonríe desde el ángulo, coronado de viña...
(Y mientras me conmueve tu mirada de niña,
estremece mi carne tu lasciva fragancia...)