Filosofías (Silva)
Apariencia
De placeres carnales el abuso, de caricias y besos, goza, y ama con toda tu alma, iluso; agótate en excesos. Y si de la avariosis te librara la sabia profilaxia, al llegar los cuarenta, irás sintiendo un principio de ataxia. De la copa que guarda los olvidos bebe el néctar que agota: perderás el magín y los sentidos con la última gota. Trabaja sin cesar, batalla, suda, vende vida por oro: conseguirás una dispepsia aguda mucho antes que un tesoro. Y tendrás ¡oh placer! de la pesada digestión en el lance, ante la vista ansiosa y fatigada las cifras de un balance. Al arte sacrifícate: ¡combina, pule, esculpe, extrema! ¡Lucha, y en la labor que te asesina, —lienzo, bronce o poema— pon tu esencia, tus nervios, tu alma toda! ¡Terrible empresa vana! pues que tu obra no estará a la moda de pasado mañana. No: sé creyente, fiel, toma otro giro y la razón prosterna a los pies del absurdo: ¡compra un giro contra la vida eterna! Págalo con tus goces; la fe aviva; ora, metida, impetra; y al morir pensarás: ¿Y si allá arriba no me cubren la letra? Mas si acaso el orgullo se resiste a tanta abdicación, si la fe ciega te parece triste, confía en la razón. Desprecia los placeres y, severo, a la filosofía, loco por encontrar lo verdadero, consagra noche y día. Compara religiones y sistemas de la Biblia a Stuart Mill, desde los escolásticos problemas hasta lo más sutil. De Spencer y de Wundt, y consagrado a sondear ese abismo lograrás este hermoso resultado: no creer ni en ti mismo. No pienses en la paz desconocida. ¡Mira! al fin, lo mejor en el tumulto inmenso de la vida es la faz interior. Deja el estudio y los placeres; deja la estéril lucha vana, y, como Çakia-Muni lo aconseja húndete en el Nirvana. Excita del vivir los desengaños y en soledad contigo como un yogui senil pasa los años mirándote el ombligo. De la vida del siglo ponte aparte; del placer y el amigo, escoge para ti la mejor parte y métete contigo. Y cuando llegues en postrera hora a la última morada, sentirás una angustia matadora de no haber hecho nada...