Fue al pasar
Apariencia
Yo creí que tus ojos anegaban el mundo... Abiertos como bocas en clamor... Tan dolientes que un corazón partido en dos trozos ardientes parecieron... Fluían de tu rostro profundo como dos manantiales graves y venenosos... fraguas a fuego y sombra, ¡tus pupilas!... tan hondas que no sé desde dónde me miraban, redondas y oscuras como mundos lontanos y medrosos. ¡Ah, tus ojos tristísimos como dos galerías abiertas al Poniente!... ¡Y las sendas sombrías de tus ojeras donde reconocí mis rastros!... ¡Yo envolví en un gran gesto mi horror como en un velo, y me alejé creyendo que cuajaba en el cielo la medianoche húmeda de tu mirar sin astros!