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Granada mía!: 05

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Granada mía! (Lamento muzárabe)
de José Zorrilla


TRENO V. EL POETA

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Del Leviatán terráqueo contra el poder ignoto
que tiende las ciudades y montes de través,
sobre los tumbos de ebrio del ciego terremoto,
los genios sólo pueden asegurar los pies.
Granada, si tu suelo por él ha de ser roto,
si hundirte por sus grietas te sientes y te ves
por ley a quien no hay otro que Dios que ponga coto,
y ley que de la tierra desaparezcas es…
¡Encanto de los ojos,
nidal de la alegría,
luciérnaga entre abrojos,
cocuyo en un ciprés,
hurí plantel de antojos,
edén de Andalucía,
si Dios en sus enojos
de su haz te borra un día…
¿quién en tus montes rojos
te cantará después?
Yo habré ya muerto: mudos, ya mis cantares
a despertar perdidos no irán los ecos
de tus Torres-Bermejas ni de Comares,
que ya ciegos con tierra tendrán sus huecos.
¡Granada mía!
Dios afirme tus montes hasta los mares:
Dios encaje tus torres en sus cimientos,
Dios mantenga tus arcos en sus pilares,
del globo equilibrando los movimientos:
y ¡ojalá! un día
vuelva en que vuelvan todos tus moradores
a salir a las puertas de sus solares,
y vuelvan a ajimeces y miradores
a asomar su risueña fisonomía
las muchachas alegres de tus lugares,
a oír de estos cantares la algarabía
que trae su ritmo, origen y melodía,
de cristianos, muzárabes y mudejares;
y ojalá que conjuro de tus pesares,
sea, gentil Granada, mi poesía,
y que por ella
brille fija en el cielo tu buena estrella.