Historia XV:Adquisiciones de Luis XIV
Luis XIV había adquirido ya a expensas del rey de España —por el tratado de Aquisgrán de 1668, y por el de Nimega de 1678, todo el Franco-Condado, y en los Países Bajos un trozo de Flandes y del Hainaut, que constituye hoy el departamento del Norte. Había adquirido también otras varias plazas de Bélgica, que se vió más tarde obligado a devolver.
Todos los demás Estados habían licenciado sus ejércitos. El mismo emperador, por economía, no conservaba más que 20.000 hombres. Sólo Luis XIV mantenía en pie un gran ejército. Louvois le decidió a continuar sus conquistas en plena paz, lo que nunca se había hecho.
Los tratados de Westfalia y de Nimega habían cedido al rey de Francia ciertos países con sus dependencias. Luis XIV encargó a los tribunales de las tres provincias adquiridas desde 1648 que averiguasen todas las poblaciones que, en una época cualquiera, habían podido depender de estas provincias. —El Parlamento de Besançon actuaba para el Franco-Condado,— el Consejo de Brisach para Alsacia, el Parlamento de Metz para los Tres Obispados. Se había creado también en Metz una «Cámara de reunión» para juzgar qué países debían ser «reunidos» a Francia.
El rey de Francia era de esta suerte juez y parte a la vez. Aquellos tribunales, llamados Cámaras de reunión, invocaron viejos títulos olvidados (algunos se remontaban a la época del rey Dagoberto) y adjudicaron a Luis XIV territorios que desde hacía siglos pertenecían, ya a príncipes alemanes, ya al rey de España. Luis XIV envió en seguida sus tropas a tomar posesión de las poblaciones que se había hecho adjudicar.
En Alsacia, el tratado de Westfalia no había cedido al rey de Francia más que los derechos que pertenecían al emperador. Pero Luis XIV había poco a poco tratado a todas las ciudades y a los señores de Alsacia lo mismo que a sus súbditos del reino de Francia.
Quedaba todavía Estrasburgo, que era ciudad libre, gobernada como república por un Consejo formado de burgueses ricos. Luis XIV envió un cuerpo de ejército que llegó de pronto a las puertas de la ciudad. Los de Estrasburgo querían defenderse, pero el Consejo, no atreviéndose a correr los riesgos de una guerra, no había dado pólvora para los cañones, y la ciudad capituló (1681), Luis XIV fué dueño de toda Alsacia.