Humíllense a tu sacro mausoleo
Apariencia
- Soneto 197
Humíllense a tu sacro Mausoleo fuerte David y Salomón prudente, el rebelde gigante del Oriente y el idolatra del contrario polo; y a tu pendón crucígero, que solo fue del África y Asia rayo ardiente, cuantos beben la bárbara corriente de Eúfrates, Nilo, Ganges y Pactolo. La religión y la justicia lloren, ¡oh pacífico Numa, oh gran Torcato!, España, Italia y Francia enternecida. Y todos juntos nuevamente adoren encima de tus aras tu retrato, tercero entre tu muerte y nuestra vida.