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La Abeja Argentina de Buenos Aires del 15 de enero de 1823.

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Merece todo elogio la energía con que el gobierno de Colombia ha sabido arreglar los negocios de Guayaquil, suprimiendo las cavilaciones de algunos trazadores de Estados. El pretender mudar la posición social de un pueblo, sin otra causa que un exceso de imaginación y capricho, es una falta imponderable contra toda sana política, y un crimen de los de mayor trascendencia contra el bien de la comunidad. Guayaquil estando en Colombia, tiene cuanto debe desear, que es pertenecer a un gobierno independiente, libre y nacional. No puede ser voz de un amigo la que se emplease en indicarle una revolución; ni de justicia la que le surgiese el que se mandase a sí mismo, o se agregase al Perú, abandonando aquél. Tampoco puede concederse que hubiese razón por este último pensamiento, pues Guayaquil se desmembró de Lima muchos años atrás. ir,o natural es que siga con Santa Fe, que es uno de los departamentos de Colombia, a quien pertenecía antes de la Revolución; así como no sería justo inventar que Buenos Aires se agregase a Lima, porque hacen setenta años le pertenecía, cuando alcanzaba el Virreinato del Perú desde el Paraguay a Panamá.


Bibliografía

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  • Destruge Illingworth, Camilo. Guayaquil Revolución de Octubre y Campaña Libertadora de 1820-22 (1920). Páginas 406.