La Casa de los Sueños: Capítulo 11
<< Autor: Rubén Hernández Herrera
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Don Lupe empieza a hablar,
―Pudiera existir alguna duda en cuanto a la exactitud de la fecha del sobre, déjenme decirles algo, esa fecha es la fecha en la que está programado el tubo, digamos, para su vuelo a otro centro de dependencia―.
―Pero no podemos prever nada si a ustedes se les ocurre tomar un viaje por su cuenta, y si en el viaje les va mal, pues ahí no podemos hacer nada, de alguna forma, lo que podemos decir es que aquí no van a salir inmediatamente, por algo físico, por más que les pase, se quedan ligados a sus ivis, y en caso extremo, su ivi no puede viajar hasta esa fecha―.
Manuel pensó, ―¿de ahí los fantasmas? ―
Don Lupe siguió, ―no es frecuente que se queden sin su viaje, si después de abandonar su cuerpo las ivis, por alguna cuestión en especial se quedan, o simplemente no saben como llegar al tubo, o no les interesa regresar hasta que no se arregle algo o simplemente están esperando a alguien, la ivi se puede quedar en este centro de dependencia, aún sin estar ligada al cuerpo que la contenía. Si se puede manifestar o no, depende de la fuerza de la ivi, no confundir con su energía, la fuerza es el temperamento, la energía es el peso, el temperamento está mas ligado a niveles pasados, la energía está mas relacionada con el nivel presente―.
―Si su ivi está muy deformada, con mucho desorden, puede complicarse el viaje, pues puede una fuerza aprovecharse de su ivi para sus propósitos, y luego la vacía, y llega la carga negra, por decirlo de alguna forma, que no es un tubo abierto, sino una especie de dona que gira hacia adentro, que no va a ninguna parte, muy muy oscuro y muy denso―.
―Sobra decir que aquellos que sientan que tienen desordenados los hilos de sus ivis, los traten de arreglar lo mas rápido que puedan, aunque aparentemente tengan tiempo, se puede complicar…―, Luis miraba con ojos mas que abiertos…
―No sólo es eliminar los pendientes, las ivis se hacen mas ligeras cuando damos nuestra energía, cuando la sacamos, en cierta forma iluminamos el rededor inmediato de nuestra ivi, y puede ser tan fuerte que proteja todos nuestros tubos sueltos, esa luz es muy fácil de perder y muy lenta para adquirir, y es frecuente que no venga sola, sino que viene con su dosis de confusión, sólo las ivis que están preparadas para ayudar pueden sentir que están haciendo lo correcto, hay ivis tan contaminadas que no ven la diferencia, y en vez de sacar su energía, se cargan mas de ella, haciéndose mas pesadas y opacas, es posible que pierdan el control y se desarrollen hilos sólidos sin ningún orden, a estas gentes se les nota el rostro confundido y triste, agachado y apagado, es muy fácil quedar atrapados entre la “maleza” del viaje, en donde luego son presa fácil de los puntos oscuros―.
―Hay tipos de tendencias, de conductas, de afectos, que dominan la conciencia afectiva y la voluntad de los individuos, y que afectan las ivis, su brillo; una de las cosas que menos perdonan los hijos es la infidelidad, sobre todo la de la mujer, y esto no es gratuito, la mujer es el canal por excelencia, una falla en el canal es energéticamente mucho mas grave que una falla en lo conducido, el hombre bien equilibrado es conductor y conducido, viajero a través del canal, la mujer es mucho mas conductora. La concupiscencia es la principal causa de extravíos de las ivis, no tanto por la acción negativa y oscura en sí, que también se nota en el semblante de las personas, una persona equilibrada tiene un brillo en su conducta, sino por sus consecuencias, esos hilos sueltos que producen, son causa y efecto de otros desórdenes. Hay situaciones que a muchos les parecen injustas, estos desórdenes tienen origen, la mayoría de las veces no en el individuo mismo, sino en los generadores físicos de la ivi, que casi siempre son los padres, eso lo veremos aparte, el caso es que esos desórdenes en los canales de los ivis, que pueden ser los desórdenes dominantes, de hecho no son responsabilidad de la ivi afectada, de ahí que, somos consecuencia de los efectos de una energía negativa desarrollada no una, sino varias causas anteriores. Esas energías, son difíciles de erradicar, hay un fenómeno curioso, como es tan difícil de luchar con esa concupiscencia cuando se está afectado por ese desorden heredado, el individuo tiende a desarrollar conductas heroicas con los hijos, como una especie de compensación, te repito, es el mismo canal―.
―Por otra parte están las ivis poco afectadas por la concupiscencia, en donde les es fácil unirlas a los canales del afecto y la serenidad de los sentimientos, paradójicamente, estas ivis están tan equilibradas que no desprenden energía hacia sus continuadores, sino que permanecen estáticas, casi impertubables ante los afectos de relación―.
―El canal por donde viajan esas emociones es el mismo, de tal forma que la luz que emanan y la que absorben causan frecuentemente conflictos con gran trascendencia―.
―Un alma puede estar muy equilibrada, pero carecer de brillo, porque no ha emanado la luz por miedo precisamente a desequilibrarse, entonces se vuelve una ivi de naturaleza estable pero opaca―.
―Existe un elemento desconcertante, todos sabemos de la influencia del pasado en el presente, lo que es desconcertante, pero lo podríamos entender si lo vemos desde la perspectiva de las dimensiones, es que el futuro también afecte al presente. Sé que es difícil de comprender, pero es cierto. Las dimensiones están interconectadas, y en ese tipo de conexiones, hay una que entrelaza los tiempos, de tal forma que el futuro, por extraño que parezca, afecta al presente. Hay un ejemplo que nos puede ayudar a explicar esto: cuando tú tiras a la diana con arco, puedes llegar a sentir si diste en el blanco o si erraste el tiro. Esto no es explicable, pero es verdadero a pesar de que la lógica nos indique un error de raciocinio, puesto que la flecha ya salió del arco y no hay forma de que se pueda sentir si dio en el blanco o no. Ahora bien, si tomamos el evento del tiro como un todo, eliminando la dimensión tiempo, podemos ver las cosas en forma distinta, el pasado, que es el despedir la flecha y el impacto de la flecha pasan a ser un mismo evento. Yendo un paso adelante, podemos imaginar que el impacto pudo incluso haber ocurrido antes que el lanzamiento de la flecha, de tal forma que la forma en que tomamos el arco ya haya estado influenciada por el hecho de que dimos en el blanco. De esta misma forma, nuestros actos presentes pueden estar influenciados por sus resultados―.