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Desolación (Mistral)/La espera inútil

De Wikisource, la biblioteca libre.
Desolación: Poemas (1922)
de Gabriela Mistral
La espera inútil

LA ESPERA INUTIL


Yo me olvidé que se hizo
ceniza tu pie ligero,
y, como en los buenos tiempos,
salí a encontrarte al sendero.

Pasé valle, llano y río
y el cantar se me hizo triste.
La tarde volcó su vaso
de luz ¡y tú no viniste!

El sol fué desmenuzando
su ardida y muerta amapola;
flecos de niebla temblaron
sobre el campo. ¡Estaba sola!

Al viento otoñal, de un árbol
crujieron los secos brazos.
Tuve miedo y te llamé:
"¡Amado, apresura el paso!

Tengo miedo y tengo amor,
¡amado, el paso apresura!"

Iba espesando la noche
y creciendo mi locura.

Me olvidé de que te hicieron
sordo para mi clamor.
Me olvidé de tu silencio
y de tu cárdeno albor,

de tu inerte mano torpe
ya para buscar mi mano;
¡de tus ojos dilatados
del inquirir soberano!

La noche ensanchó su charco
de betún; el agorero
buho con la horrible seda
de su ala rasgó el sendero.

No te volveré a llamar,
que ya no haces tu jornada;
mi desnuda planta sigue,
la tuya está sosegada.

Vano es que acuda a la cita
por los caminos desiertos.
¡No ha de cuajar tu fantasma
entre mis brazos abiertos!