La Ilustración Española y Americana/Año XIV/La discreta enamorada
De la serie: ALBUM POETICO
Era doña Felipa Zaragoza
lo que entónces llamaban los peritos
una arrogante moza:
buena cara, buen talle, ojos bonitos,
rosa la tez, marfil la dentadura,
la cabellera oscura,
veintiocho años de edad, y no cabales,
cabalitos de renta cien mil reales;
doncella, en fin, para acabar el cuento,
doncella de virtud y entendimiento.
Cualidades tan buenas
traíanle obsequiosos á docenas;
y echósele de ver algún cariño
á un señor coronel, que no era niño,
viejo tampoco, pero
gran persona también, gran caballero.
Pepito Pitez, pollo
de unos veinte años y ningun meollo,
decíale una vez á nuestra dama:
«Vuelva usted, Felipita, por su fama:
se dice, se asegura
que se nos va á llevar tanta hermosura,
quien, según documentos que hay escritos,
no tiene menos de cuarenta añitos. —
Cuestión, dijo Felipa, se presenta,
que á usted, Pepito, resolver le dejo.
Un burro de veinte años, ¿no es más viejo
que un hombre de cuarenta?»
Juan Eugenio Hartzenbusch.