La amada inmóvil/Presentación
El presente volumen, inédito en su mayor parte, estaba preparado para la publicación desde el año de 1915, y, según el plan del autor, debió seguir inmediatamente a Serenidad. En la última parte de Serenidad habían aparecido ya algunas de las poesías que aquí restituimos a su verdader sitio, y son las siguientes: «Ofertorio», «Gratia plena», «Puella mea», «¿Qué más me da?», «Metafisiqueos», «Unidad», «El fantasma soy yo», «Me besaba mucho», «Aquel olor...», «Ya todo es imposible...», «¡Qué bien están los muertos!», «Soneto(¡Qué son diez años para la vida de una estrella!)», «Bendición a Francia», «Seis meses», «Por esta selva...», «Un signo...», «La santidad de la muerte».
Por diversas razones, el manuscrito se quedó sin publicar, y fue creciendo de manera que, al final, hay ya una poesía firmada en 1918.
Las páginas en prosa que preceden a este libro —páginas únicas que ningún hombre puede leer sin emoción— explican suficientemente su carácter de reliquia íntima. Una nota manuscrita del poeta decía así: «Este libro es confidencial, y el hecho de obsequiarlo a un amigo significa, en concepto del autor y donante, una afectuosa distinción.»
La amada inmóvil representa la crisis mayor en la vida del poeta. Junto al manuscrito de la obra, y bajo un sobre en el que se lee «Días memorablemente tristes», encontramos las hojas de un almanaque con las inscripciones siguientes:
1911, Diciembre, 17: Último domingo que anduve con Anita en la calle.
Lunes 18: Se sintió enferma.
Martes 19: Enferma.
Miércoles 20: Enferma.
Jueves 21: Enferma.
Viernes 22: Enferma.
Sábado 23: Enferma.
Domingo 24: Enferma. La Nochebuena más triste de mi vida.
Lunes 25: Enferma.
Martes 26: Se sintió mejor. Grande alegría al volver de mi trabajo.
Miércoles 27: Mal.
Jueves 28: Mal.
Viernes 29: Mal.
Sábado 30: Mal.
Domingo 31: Una angustiosa noche de fin de año.
1912, Enero, Lunes 1º: Mal.
Martes 2: Grave.
Miércoles 3: Algún trastorno después del baño.
1912, Enero, Jueves 4: Grave.
Viernes 5: Grave.
Sábado 6: Noche de agonía. La más espantosa de mi vida.
Domingo 7: Doce y cuarto, murió Anita.
Lunes 8: La enterraron a las cinco en San Lorenzo: que se haga la voluntad de Dios.