La araucana primera parte/IV
IV
Vienen catorce españoles por concierto a juntarse con Valdivia en
la fuerza de Tucapel; hallan los indios en una emboscada, con los
cuales tuvieron un porfiado reencuentro, llega Lautaro con gente de
refresco; mueren siete españoles y todos los amigos que llevan;
escápanse los otros por una gran ventura
¡Cuán buena es la justicia y qué importante! |
No faltara materia y coyuntura |
Conocen que la tierra está alterada |
De tres dos escuadrones desviados |
Era el sitio de lomas rodeado, |
Calan de fuerte fresno como vigas |
Otro, pues, que de Córdoba se llama, |
Con el cuello inclinado, adormecido, |
La gente una con otra se embravece, |
Y desde allí con lenguas injuriosas |
Lautaro así veloz por un repecho |
Tras él al suelo fue Diego García, |
Muda el intento, muda la sentencia |
De Juan Gómez la próspera ventura |
El coronista Estrella escribe al justo |
La sangre les cuajó un temor helado, |
Ya la Fama, ligera embajadora |
Caudillo era y cabeza de la gente |
Un paso peligroso, agrio y estrecho |
Apenas el primer paso había dado, |