La envidia
Apariencia
XXI.
LA ENVIDIA.
Dulce es á la codicia, cuando alcanza
Doblar el oro inútil, que ha escondido;
Dulce al amor, feliz ó desvalido,
Meditar ya el placer, ya la esperanza.
Dulce es tambien á la feroz venganza,
Que no obedece al tiempo ni al olvido,
Los sedientos rencores, que ha sufrido,
Apagar entre el fuego y la matanza.
A un bien aspira todo vicio humano:
Teñida en sangre la ambicion impía
Sueña en el mando y el laurel glorioso.
Sola tú, envidia horrenda, monstruo insano,
Ni conoces ni esperas la alegría:
Que ¿dónde irás, que no haya un venturoso?