La espiga (Felipe Jacinto Sala)
Apariencia
Pidiendo a la aurora perlas,
con vivas ansias,
la espiga hacia el firmamento
su frente alzaba.
Hinchó el rocío su seno,
se vio granada,
y, de entonces, a la tierra
se dobla esclava,
y ya no mira a los cielos;
ved si es ingrata.
¡Cómo semeja a la espiga
la raza humana!
¡Qué rezos pidiendo al cielo
dichas ansiadas!
¡Qué terrenales olvidos
cuando se alcanzan!