Ir al contenido

La fiesta del águila

De Wikisource, la biblioteca libre.
Fábulas argentinas
La fiesta del águila

de Godofredo Daireaux


El águila, rey de los pájaros, resolvió juntar en una gran fiesta a todas las personalidades más distinguidas de su reino en todos los ramos, y todos acudieron, deseosos de figurar en la Vida Social, que seguramente publicaría la lista de los concurrentes.

Hubo militares, como el cóndor y el carancho, el halcón y muchos otros; oradores, como el loro y la urraca; viajeros, como la golondrina y el pato; cantores, como el cardenal y la calandria; arquitectos, como el hornero; industriales, como el ganso, y no faltaron los amantes de lo bello, el pavo real, el picaflor y el cisne, ni muchas otras celebridades que anduvieron recorriendo los salones, luciendo cada cual su merecida reputación, el avestruz y la lechuza, y el chajá, y el flamenco, y en fin, todos: el pavo también estaba.

La fiesta fue espléndida; se cambiaron elocuentes brindis, algo largos algunos, pero llenos de palabras entusiastas y de altos conceptos, y todos quedaron al parecer encantados.

Y sin embargo, al tomar su vuelo para sus respectivos pagos, a todos les parecía que algo les había faltado. Y era simplemente que, habiendo venido cada cual únicamente para hacerse admirar por los demás, todos se habían chasqueado, desde el águila hasta el chingolo.