La gringa: 34

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Escena VI[editar]

HORACIO, VICTORIA, PEONES 1.º y 2.º y ALBAÑIL.


HORACIO.- (Que lo ha seguido con la mirada.) ¡Rico tipo!... ¿Lo has visto?...

VICTORIA.- ¡Pobre hombre!...

HORACIO.- No le hemos tratado mal, sin embargo...

PEÓN 2º.- ¡Va como luz derecho al caballo!...

VICTORIA.- ¿Te parece poca mortificación la de ver desaparecer tanta cosa querida?...

HORACIO.- Estoy seguro de que el hijo no piensa de igual manera... (Viendo a los Peones que han dejado de aserrar.) ¡Oh!... ¿Y ustedes por qué no siguen trabajando?...

PEÓN 2º.- ¡Este!... Nos pareció oír que decían que se iba a dejar así no más el ombú...

HORACIO.- ¿Quién ha dado semejante orden?...

PEÓN 1º.- Nosotros no sabemos... pero... creíamos no más...

HORACIO.- Las pocas ganas que tienen de trabajar les hace ver visiones... ¡Adelante! ¡Adelante!...

VICTORIA.- ¡Oíme, Horacio!... Vos decías hace un rato que me hallabas triste... ¿Querés que te diga la causa?...

HORACIO.- ¡A ver! ¡A ver!... Confidencia tenemos. ¿Quién es el favorecido?... ¿El novio?...

VICTORIA.- No tengo ningún novio...

HORACIO.- Es una lástima, m'hijita...

VICTORIA.- Estaba así... afectada... por el ombú...

HORACIO.- (Risueño.) ¿Cómo?... ¿Cómo?...

VICTORIA.- Me dio pena ver que lo echaban abajo... ¡Un árbol tan viejo!...

HORACIO.- ¡No oigo!. ¡Caso perdido de romanticismo!...

VICTORIA.- (Fastidiada.) ¡Oh!...

PEÓN 2º.- Ahí debe venir el automóvil del constructor. Veo una polvareda bárbara en el alto grande...

HORACIO.- Afligirse porque se destruye una cosa inútil... ¿Viene, che?...

VICTORIA.- Inútil... no.

HORACIO.- Y fea y perniciosa... Te imaginás un parque a la inglesa, frente a un chalet, con semejante adefesio en medio... Además obstruye la vista del edificio... y es sucio, hijita, muy sucio; lo inunda todo con esas flores que parecen gusanos... Se podría conservar por respeto a la tradición y quizá prestara algún servicio... si estuviese en mitad del campo... ¡Pero aquí no, de ninguna manera!...

VICTORIA.- Tendrás razón... Sin embargo, es un capricho mío... y me darías un inmenso gusto si lo hicieras dejar...

HORACIO.- (Viendo a DON NICOLA.) ¿A que no sabe, tata, lo que me pide Victoria?... ¡Que dejemos el ombú!...