La madre de las ciencias, donde a tantos
Apariencia
- A San Justo y Pastor
- Soneto LXXVIII
La madre de las ciencias, donde a tantos verde laurel por únicos publica, dos corderos al cielo sacrifica, primicias ya de innumerables santos. Bárbara mano entre dichosos cantos hierro cruel a su marfil aplica, y la ribera, de sus plantas rica, himnos al cielo ofrece en vez de llantos. Henares, lastimado de que dentro de sus términos Roma entrar procura, saliéndole dos niños al encuentro, rompió la margen, y la sangre pura bebió a la tierra, y retirando el centro le dio en arenas de oro sepultura.