Las tres musas últimas castellanas 017

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​Con la propiedad del Guadiana, de quien dice Plinio, saepius nasci gaudet, compara la disimulación de sus lágrimas

(Las tres musas últimas castellanas)​
 de Francisco de Quevedo


O ya descansas, Guadiana, ociosas
tus corrientes en lagos que ennobleces,
o líquidas dilatas a tus peces
campañas en las lluvias procelosas;


o en las grutas sedientas tenebrosas
los raudales undosos despareces,
y de nacer a España muchas veces
te alegras en las tumbas cavernosas;


émulos mis dos ojos a tus fuentes
ya corren, ya se esconden, ya se paran,
y nacen sin morir al llanto ardientes.


Ni mi prisión ni lágrimas se aclaran:
todo soy semejante a tus corrientes,
que de su propio túmulo se amparan.