Las tres musas últimas castellanas 028
Apariencia
Embravecí llorando la corriente
de aqueste fértil cristalino río,
y cantando amansé su curso, y brío:
¡tanto puede el dolor en un ausente!
Miréme en los cristales de esta fuente
antes que los prendiese el hielo frío,
y vi que no es tan fiero el rostro mío,
que no merezca ver tu luz ardiente.
Dejé sus aguas ricas de despojos,
cubrió, Isbela, de incienso tus altares,
coronélos de espigas a manojos.
Sequé, y crecí con agua, y fuego a Henares,
y tornando en el agua a ver mis ojos,
en un arroyo pude ver dos mares.