Las tres musas últimas castellanas 067

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​Refiere cuán diferentes fueron las acciones de Cristo Nuestro Señor y Adán

(Las tres musas últimas castellanas)​
 de Francisco de Quevedo


Adán en Paraíso, Vos en huerto;
él puesto en honra, Vos en agonía;
él duerme, y vela mal su compañía;
la vuestra duerme, Vos oráis despierto.


Él cometió el primero desconcierto,
Vos concertaste nuestro primer día;
cáliz bebéis, que vuestro Padre envía;
él como inobediencia, y vive muerto.


El sudor de su rostro le sustenta;
el del vuestro mantiene nuestra gloria:
suya la culpa fue, vuestra la afrenta.


Él dejó horror, y Vos dejáis memoria;
aquél fue engaño ciego, y ésta venta.
¡Cuán diferente nos dejáis la historia!