Las tres musas últimas castellanas 069
Apariencia
Si dávidas quebrantan peñas duras,
la de tu sangre nos quebranta y mueve,
que en larga copia de tus venas llueve
fecundo amor en tus entrañas puras.
Aunque sin alma somos criaturas
a quien por alma tu dolor se debe,
viendo que el día pasa oscuro y breve
y que el sol mira en él horas oscuras.
Sobre piedra tu iglesia fabricaste;
tanto el linaje nuestro ennobleciste,
que, Dios y Hombre, piedra te llamaste.
Pretensión de ser pan nos diferiste;
y si a la tentación se lo negaste,
al Sacramento en ti lo concediste.