Levantaréme de la seca tierra
Apariencia
- Soneto XLV
Levantaréme de la seca tierra que pacen estos rudos animales, ¡oh, Padre!, a tus entrañas paternales, de donde mi locura me destierra. Iré al palacio, dejaré la sierra, donde estos rotos míseros sayales me trocarán en púrpuras reales: que a nadie que llamó las puertas cierra. Confesaréle que perdido anduve, y aun que temo el llegar, pues lo más verde de mis pasados años me detuve Para que llegue, basta que me acuerde; que si perdí lo que de hijo tuve, lo que tiene de padre no lo pierde.